Uno de los trazados de calles más populares de Cataluña es el de Ildefons Cerdà. Su famoso plan para dar forma al barrio de l’Eixample que acabaría uniendo la antigua Barcelona con el entonces pueblo de Gràcia se estudia en todas las universidades del mundo.
Han habido muchos más. Ya los romanos tenían su particular trazado a la hora de organizar sus ciudades intramuros, pero incluso sus asentamientos militares, ya que si se convertían en una urbe, ya tenían el diseño hecho.
De los romanos al Vendrell
Luego hay otras formas diversas, como el sistema radial que siguen París o Madrid, o el lineal, que siguen algunos municipios que tratan de respetar alguna río o vía de comunicación que les cruce. Pero claro, luego cada maestrillo tiene su librillo y cada urbanista su estilo y sus requisitos impuestos.
No se sabe si el particular trazado de unas calles del Vendrell fueron ordenadas por el Ayuntamiento, idea de un urbanista concreto o pura casualidad, pero la verdad es que han causado sensación.
Mapa viral
A pesar de estar construidas desde hace decenas de años, no ha sido hasta ahora, que un usuario de la red social X (antes Twitter) lo ha compartido en su perfil, que se ha convertido en un fenómeno viral y curioso. La imagen habla por sí sola.
Si uno se acerca a echar un vistazo al barrio costero de San Salvador, justo en el límite con Coma-ruga vislumbra algo curioso. Justo cuando la Avenida Palfuriana se convierte en la Avenida Diagonal, en la curva que hace, aparece un trazado que tiene forma de puño.
Las redes han ardido con este momento. ¿Un símbolo comunista? ¿Revolucionario? ¿Socialista? ¿Quién dio el aprobado de este trazado? ¿Fue hecho expresamente o casualidad?
La respuesta a estas preguntas es difícil de dar, pero lo único que puede decir este diario es que esta forma puede disolverse en cualquier momento. ¿Calles efímeras? No, un camping. Y un camping con muchas historias detrás.
Más polémica a la polémica
La forma que tanto ha sorprendido en redes sociales es, simplemente, la distribución de las calles internas y, por tanto, del orden de las parcelas del Camping Sant Salvador, que fue noticia este pasado verano. Este alojamiento de verano, parece que sin querer ha dibujado un puño, igual que lo hicieron algunos de sus clientes cuando vieron que la dirección de este lugar los iban a echar.
El conflicto estalló después de que la empresa HolaCamp entrara a formar parte de la propiedad del cámping para implementar su formato de glamping con bungalows, tiny homes y haimas. Para adecuar las instalaciones antes de la reapertura, la gestión del establecimiento pidió, el pasado 12 de febrero, a los abonados de temporada que retiraran sus caravanas y mobilehomes en un plazo máximo de un mes.
Una conflictiva negociación
Esto afectaba a casi un centenar de familias, la mayoría de las cuales se unieron para pedir a la empresa más tiempo ante la imposibilidad de desalojar el lugar en tan sólo cuatro fines de semana. Hasta finales de mayo, las partes han tratado de negociar y se han reprochado mutuamente que el otro no quisiera entablar diálogo en unas determinadas condiciones, pues la empresa quería negociaciones individuales y los afectados pedían hacerlo como colectivo.
Fueron tres meses de tira y afloja a través del burofax en los que el Cámping Sant Salvador requirió a sus clientes de temporada marcharse de manera inmediata, mientras los abonados pedían, al menos, una temporada más para poder organizar la retirada. Según informó Sandra López, portavoz de los afectados, en marzo, el traslado de los mobilehomes -para el cual es necesario el alquiler de una grúa- tenía un precio de unos 8.000 o 9.000 euros, además de las gestiones que deberían hacer para encontrar un hueco en otro cámping en el que instalarse. Algo prácticamente imposible a las puertas de Semana Santa, cuando los campistas se enteraron de la noticia.
¿Y el puño?
Finalmente, la negociación colectiva resultó imposible y los clientes tuvieron que tomar la decisión de aceptar, o no, la última oferta de HolaCamp, la cual les permitía quedarse hasta el fin del verano de 2025, pagando un 42% más al año, más los gastos de suministro que, hasta ahora, estaban incluidos en el precio de la temporada.
Lo que sí continúa allí, en la ciudad que vio nacer a Àngel Guimerà y Pau Casals, es el diseño de su trazado con forma de puño que, durante unas horas, se ha convertido en viral. Claro que aunque se trate del diseño de ordenación del camping, queda por saber si fue a propósito o no.