Los pueblos medievales de Cataluña con fortificaciones son verdaderos tesoros históricos que representan la riqueza cultural y arquitectónica de la región. Estos monumentos no solo servían como defensas en tiempos de conflicto, sino que también simbolizaban el poder y la identidad de las comunidades.
Al visitarlos, los viajeros pueden sumergirse en la historia, experimentar la atmósfera de épocas pasadas y apreciar la habilidad artesanal que se refleja en sus construcciones. Además, estos lugares fomentan un sentido de conexión con la tradición y el patrimonio, invitando a la reflexión sobre las vidas que se desarrollaron en sus calles y castillos, y ofreciendo un espacio para la preservación de la cultura y la historia local.
El pueblo catalán medieval
Palau-Sator es un municipio de la comarca del Baix Empordà, en Girona, que reúne los pueblecitos de Palau-Sator, Fontclar, Sant Julià de Boada y Sant Feliu de Boada y el vecindario de Pantaleu. Todos ellos están situados en el valle derecho del río Daró y próximos al Estanque de Pals. Todos ellos viven rodeados de la auténtica y sincera belleza del Empordà.
Los orígenes de Palau son romanos, aunque también nos muestra aspectos medievales como la torre del castillo, la plaza y la muralla.
Palau-sator
En su término municipal encontramos muchos aspectos relevantes de su historia y de todo aquello que han vivido sus habitantes. Uno de los aspectos fundamentales de esta población es la copla de La Principal de la Bisbal, que estaba formada, en buena parte, por habitantes de Palau-Sator. Es por esto por lo que no se puede desvincular esta agrupación musical de este pequeño núcleo municipal.
Además, la aglomeración de estos pueblos nos permite ver como es de bonito l'Empordà y esta zona en concreto. Aparte de disfrutar de todo el paisaje que nos rodea, los visitantes también pueden aprovechar para conocer las obras arquitectónicas religiosas del municipio. Entre ellas encontramos la iglesia de Sant Pere de Palau-Sator, la de Sant Pau de Fontclara, la de Sant Julià de Boada y la de Sant Feliu de Boada. Igualmente, son magníficas las obras arquitectónicas civiles, de las cuales destacan la muralla y el castillo.
El castillo de Palau-sator
El castillo de Palau-sator es una fortificación construida entre los siglos X y XI. Fue transformado en la época gótica con una torre del homenaje y amplificando y amurallada la fortificación. Está declarado Bien Cultural de Interés Nacional.
En su origen, el interior probablemente se dividía en tres niveles: la puerta de acceso estaba en el primer piso, el muro y el piso superior donde había ventanas en cada fachada.
Castillo de Palau-sator
Está documentado desde el año 994 y consta que los Senesterra estuvieron arraigados durante mucho tiempo en la vida de este castillo. El caballero Bernat I de Senesterra y de Santaeugènia la adquirió en el año 1302. Bernat III Senesterra de Santaeugènia y de Caramany lo vendió en 1379 a Bernat Miquel. Posteriormente, aparecen como propietarios los nombres de: Bernat I; Bernat II; Guerau; Leonor de Agullana, su hija Magdalena; Martí de Sabater, primer marqués de Benavent; y sus sucesores en el título: Francisco de Borja y de Ros y su nieto Martí de Riquer y de Comelles, que sería el último señor de Palau-sator.
Si quieres ir a visitarlo, en coche, debes coger la carretera local que se dirige de Pals a Torroella de Montgrí y tomar el desvío a la izquierda hacia la Bisbal d'Empordà. O si quieres ir en transporte público, existe el servicio de bus de la empresa Sarfa, que efectúa diariamente el trayecto de La Bisbal d'Empordà hasta Palafrugell.