¿Por qué nos flipan tanto las cascadas? Tal vez sea por la impresionante fuerza y belleza que emanan o porque representan un espectáculo natural que nos deja sin aliento. Las cascadas nos atraen con su sonido hipnótico y la energía pura del agua cayendo desde alturas vertiginosas, creando un ambiente mágico y refrescante.
Además, nos invitan a explorar y a descubrir rincones ocultos de la naturaleza, a sentir la brisa en el rostro y a disfrutar de un momento de paz rodeados por el verdor que suelen florecer en torno a ellas. Es esa mezcla de poder y serenidad lo que hace que nos enamoremos de cada cascada que nos encontramos.
La cascada más impresionante de Lleida
El salto de agua de Saut deth Pish es la cascada más importante del Valle de Arán, en Lleida. Para conocerla, debemos primero hacer una pequeña ruta, apta para toda la familia.
La ruta es lineal, de apenas 1,2 km, contando tanto la ida como la vuelta y no tiene mucha dificultad. Este lugar lo forman dos cascadas: la principal tiene entre 15 y 20 metros de altura y la pequeña es de unos 5 metros. El agua de la que se alimentan proviene del lago Long de Liat, que está un poco más al norte. Las aguas llegan a través de un curso cárstico que acaba saliendo a la superficie en la fuente de la Era Pila, en el barranco Siesso.
El paso para llegar a los saltos de agua es muy sencillo. Debemos seguir las indicaciones de los carteles y en apenas unos diez minutos llegaremos a la primera cascada. Os recomendamos pasear, tranquilamente, por los alrededores de la cascada y del refugio. Así podremos disfrutar de la belleza del paisaje y contemplar el bosque de Siesso y el pequeño lago de la montaña de Varradós.
La duración de la ruta es de 45 minutos en total, si realizamos la subida hasta la parte superior de la cascada principal y bajamos por el bosque de Siesso hasta el lago de Varradòs. En cambio, si solo se llega hasta el mirador y el refugio del Saut deth Pish y se baja, deshaciendo el mismo camino de subida, serán unos 30 minutos.
Cómo llegar
A 5 km de Vielha bajando por la carretera N-230 hacia Francia encontraremos el Pont d'Arròs. En este punto (a mano derecha), nace la pista forestal asfaltada que al cabo de, aproximadamente, unos 12 km llegarás al Plan des Artiguetes, donde encontrarás una zona habilitada para aparcar el coche.