Cataluña es un país rico en gastronomía, playas y paisajes. Eso sí, de petróleo, poco por no decir nada. A pesar de todo, cuando el mundo vio la riqueza que se podía obtener de este oro negro, se puso a excavar en sus tierras y montañas para ver si podía sacar algo.

España no fue una excepción. Es más, hay partidos de cierto bando político que estuvo a favor de explorar de forma individual las tierras en busca de esta materia prima. Por el momento, ni el partido ha ganado unas elecciones ni su propuesta ha sido apoyada por otros.

Dónde está

Todo esto no quita que en Cataluña se haya intentado buscar algo de petróleo. El éxito fue casi nulo y, aun así, todavía existe un recuerdo de esos tiempos que se ha convertido en un lugar de peregrinaje para los amantes del senderismo.

La mina de Riutort, en el corazón del valle de Gavarrós (Barcelona), se encuentra una de las minas más fascinantes y bien conservadas de la región. Eso sí, todo el mundo la conoce como la mina del petroli.

Historia de la mina

Fue en plena revolución industrial que un grupo de catalanes empezaron a explorar esta zona del ahora Parque Natural del Cadí-Moixeró. La voluntad de encontrar la energía necesaria para hacer funcionar las máquinas e incluso materia prima que ayudar a desarrollar la industria catalana estaba a la orden del día.

La explotación de la mina comenzó a principios del siglo XX, cuando el valle de Gavarrós vibraba con la actividad minera. En este contexto histórico, esta mina fue famosa por ser una de las pocas de donde se extraían margas bituminosas para destilar petróleo.

Las margas bituminosas, pertenecientes a la formación Armàncies del eoceno inferior, eran ricas en materia orgánica transformada, convirtiéndolas en una excelente roca madre de petróleo. Este material se trataba inicialmente en Bagà hasta que se construyó la fábrica de petróleo de Riutort, situada justo frente a la mina, cuyos restos aún son visibles hoy en día. 

La excavación fue una mina en todos los sentidos. No sólo detonaba parte de un entorno natural único, que sirvió para dar empleo a unas veinte personas. Sin duda jugaba un papel crucial en la economía local.

¿Petróleo en Cataluña?

Por muchas margas bituminosas que allí se hallaran, la cantidad de petróleo extraída no era mucha. La mina cerró y pasó a la historia. Mucha gente se acercaba allí a curiosear, pero los riesgos eran más que evidentes.

Hace cinco años, y con una reja por delante, este polo minero se puede visitar previa reserva y pago de cinco euros por personas, aunque sale gratis para menores de siete años y vecinos de Guardiola de Berguedà, el pueblo más cercano. De todas formas, no es una visita apta para todos los públicos.

A pesar de que esta mina ofrece a los visitantes una mirada única al pasado industrial de la zona, explorarla es bajar varios metros bajo tierra y encontrarse algun animal que no tiene muy buena fama: hay murciélagos. Su presencia es lo que hace inviable que se pueda visitar con animales de compañía.

Hoy en día, la mina de Riutort es en un destino turístico imprescindible para quienes saber más de su pasado. Es un testimonio de la rica historia industrial de Cataluña que, además, ofrece una experiencia educativa y entretenida para parejas y familias.

Cuándo ir

Las visitas guiadas, que se realizan los sábados y domingos a las 10:00, 11:30 y 13:00 horas, ofrecen a los visitantes una inmersión de 45 minutos a una hora en la historia y el proceso de extracción de petróleo. Cada grupo, limitado a un máximo de 15 personas, se equipa con cascos antes de recorrer los 340 metros de la galería subterránea.

En el subsuelo, se pueden ver algunas de las rocas de las que se extraía petróleo antiguamente, las vías con las que se sacaban estos materiales e incluso algunas piscinas naturales que allí se encuentran. Una escapada bastante curiosa.

Cómo llegar

Para llegar a la mina de Riutort desde Barcelona, primero se debe tomar la C-16 en dirección norte hacia Berga, pasando por Terrassa y Manresa. Este trayecto en coche dura aproximadamente una hora y media, dependiendo del tráfico. Una vez en Berga, se siguen las indicaciones hacia Guardiola de Berguedà. Desde allí, se toma la carretera B-402 en dirección a la Pobla de Lillet. Al llegar al punto kilométrico 4 de esta carretera, una pista de aproximadamente 1.500 metros lleva directamente al valle de Gavarrós, donde se encuentra la bocamina.

El acceso en transporte público también es posible mediante una combinación de tren y autobús. Desde la estación de Barcelona Sants, se toma un tren hacia Manresa, y una vez allí, se aborda un autobús con destino a Guardiola de Berguedà. Desde este punto, se puede tomar un taxi o coordinar con una empresa local de turismo para llegar a la mina.

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