Las estrellas de Hollywood quieren privacidad y lujo cuando viajan. Pocas veces se les puede ver en el centro de una ciudad saliendo de un hotel, pero Barcelona les da la posibilidad de hacerlo.
En medio del mítico paseo de Gracia, conocido como la milla de oro de la ciudad por la cantidad de tiendas de grandes firmas que hay, hay un pequeño palacio reconvertido en hotel que pasa desapercibido en medio de tanto lujo. Por eso, las estrellas están encantadas con alojarse allí cuando visitan la ciudad.
Cómo es el hotel
Tampoco es que el nombre sea muy original, bautizado como El Palauet, este discreto palacete se ha convertido en uno de los hoteles más singulares y exclusivos de la ciudad condal. Aunque a primera vista pueda parecer un edificio más entre la exquisita arquitectura modernista que caracteriza a la zona, este hotel boutique ha logrado destacar gracias a su combinación de encanto, lujo y atención personalizada.
Con tan solo seis suites de 150 metros cuadrados cada una, El Palauet se enorgullece de ofrecer un ambiente reservado y único a sus selectos huéspedes. Dirigido por Raúl Muñoz, un exdirectivo de reconocidos grupos hoteleros, este establecimiento se ha convertido en el refugio predilecto de artistas, empresarios y socialités dispuestos a pagar hasta 1.000 euros por noche por una experiencia inolvidable.
Quién se aloja allí
A pesar de su tamaño reducido, El Palauet ha logrado atraer a una clientela internacional, con más del 50% de sus visitantes procedentes de Estados Unidos y países de Oriente Medio. Algunos de ellos son figuras de la talla de George Clooney, Ricky Martin o Kylie Minogue.
También alojan a huéspedes locales, pero sorprendentemente, solo representan un 2% de sus reservas, lo que resalta su popularidad entre los viajeros internacionales en busca de una estancia exclusiva y lujosa en Barcelona.
Quién hizo el palacio
Una de las características que más destacan de este hotel es su historia, un legado que sus actuales propietarios se han empeñado en poner en valor, para que sus clientes sean conscientes de dónde están. Primer dato, su diseñador, fue el arquitecto Pere Falqués, conocido por sus icónicos bancos-farolas en el paseo de Gràcia.
Era 1905 cuando la familia Bonaventura Ferrer encargó a este arquitecto la construcción de esta vivienda. El catalán tenía un reto difícil. Por aquel entonces, Paseo de Gracia se convirtió la calle preferida por los artistas del modernismo, poder destacar era una ardua tarea, pero lo logró.
Historia
Falqués venía con un buen currículum a sus espaldas, había diseñado la Torre de las Aguas del Besòs y el Mercado del Clot de Barcelona. Lo que hizo con la Casa Bonaventura Ferrer, estuvo a la altura de su obra precedente.
En el número 113 de Paseo de Gracia todavía luce este edificio de cinco plantas que fusiona materiales como la piedra y el hierro, para crear una vivienda única. La fachada de piedra con una magnífica tribuna esculpida en este material también sorprende a quienes pasan por su lado. Del mismo modo, destacan los balcones de hierro forjado, que agrega expresividad al conjunto.
Detalles artísticos
Tampoco faltan los detalles extraídos de la naturaleza, inspiración para los arquitectos modernistas. La ornamentación de las paredes tanto exteriores como interiores del Palauet están allí para acreditarlo. El broche de oro de la fachada es la guinda que reluce a modo de muestra. Pero si el exterior destaca, el interior con sus delicados trabajos de ebanistería, techos ornamentales y vidrieras acogen a sus huéspedes. Sean famosos o no.
Con estas características, este edificio, a pesar de las diferentes reformas a las que se ha visto sometido entró a formar parte del Catálogo histórico-artístico de Barcelona desde 1979. Sin embargo, sus actuales propietarios consideran que la riqueza de sus detalles arquitectónicos, especialmente en los techos, aún no ha sido adecuadamente apreciada.
Proyectos de futuro
Por ello, a partir del próximo verano, los nuevos propietarios del inmueble han decidido iniciar un ambicioso proyecto de catalogación y fotografía para preservar este legado cultural. La intención es recopilar estas imágenes y editar un libro que será lanzado en 2025, coincidiendo con la celebración de Sant Jordi.
Mientras, los huéspedes que se alojan en el Palauet pueden disfrutar de estos y otros muchos detalles con los que cuenta el hotel. Sus responsables han equipado sus habitaciones para que los muebles, la cama y las distintas prestaciones que ofrecen estén a la altura de esta construcción artística.
Spa a la vista
No lo han tenido fácil. Inicialmente propiedad de la familia Cerqueda, una de las mayores fortunas de Andorra, el edificio que ahora alberga El Palauet estuvo en búsqueda de un nuevo propietario durante años. Fue solo en 2020, justo antes del estallido de la pandemia, que un empresario holandés adquirió la antigua Casa Bonaventura Ferrer con la visión de revivir su esplendor como un hotel boutique de lujo.
A pesar de los desafíos iniciales, el hotel ha logrado sobresalir y se encuentra en pleno funcionamiento, combinando las pernoctaciones de sus huéspedes con eventos corporativos en sus exclusivas instalaciones. Eso sumado a las mejoras de las instalaciones que tienen previstas y que incluyen la instalación de un restaurante en la planta baja y un spa en la azotea, prometen hacer de este hotel un auténtico palacio.