Una mujer escanea un código QR de una factura

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La trampa oculta de Excel: el error al hacer facturas online que puede salir muy caro a autónomos y Pymes

Para autónomos y Pymes es especialmente interesante huir de la facturación con programas que no están pensados para tal fin

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Durante años, el plan ha sido el mismo en muchas pymes y despachos de autónomos en España, plantilla de Excel, copia, pega, cambia dos datos y listo. Sobre el papel parece una forma rápida y barata de facturar, en la práctica, es una trampa silenciosa que se vuelve cada vez más cara conforme Hacienda aprieta el control y la factura electrónica obligatoria se acerca.

El escenario ha cambiado, el regulador exige trazabilidad, integridad y conservación de las facturas, la Ley Crea y Crece empuja hacia la factura electrónica B2B y el sistema Verifactu obliga a quienes ya usan software a trabajar con programas que garanticen que no se borran ni manipulan registros.

En ese contexto, hacer facturas online con un programa diseñado para ello deja de ser una opción “bonita de tener” y pasa a ser una pieza de defensa básica para autónomos y pymes. Herramientas específicas permiten hacer facturas online con numeración automática, cálculo correcto de impuestos, emisión de rectificativas y registro ordenado, reduciendo errores que pueden acabar en sanción, en impagos o en horas perdidas cada trimestre.

La pregunta no es si Excel es gratuito, sino cuánto cuesta seguir facturando como si nada hubiera cambiado.

Excel no nació para facturar: dónde empieza el problema

Microsoft Excel es una hoja de cálculo potente, pero no es un programa de facturación. Esa diferencia, que parece académica, es lo que marca la línea entre un uso razonable y un riesgo real.

El Reglamento de obligaciones de facturación exige que cada factura incluya una serie de datos mínimos, número y serie, fecha, identificación de emisor y receptor, NIF, domicilio fiscal, descripción de la operación, base imponible, tipo y cuota de IVA, retenciones, importe total, entre otros.

Cuando se trabaja con hojas sueltas de Excel o Word, es muy fácil que se produzcan errores en alguno de estos puntos:

- Celdas que se borran o pisan sin darse cuenta.

- Copias de plantillas antiguas que arrastran datos desactualizados.

- Numeraciones que se duplican o se “saltan” sin justificación.

- Fórmulas de IVA o IRPF mal montadas que nadie revisa a fondo.

Además, una hoja de cálculo no garantiza ni la inalterabilidad ni la trazabilidad, se puede modificar una factura ya emitida sin dejar rastro, algo que choca de frente con la lógica que inspiran Verifactu y la futura factura electrónica, donde el mensaje es claro, una vez emitida, la factura no se toca, si hay un error se rectifica con otra.

Por qué el contexto ha cambiado: Verifactu y factura electrónica en el horizonte

Hace diez años, facturar con Excel podía considerarse una solución casera pero aceptable. Hoy, con Verifactu entrando en vigor a partir de 2026 para empresas que usan software de facturación y la factura electrónica obligatoria pendiente de concretar plazos para pymes y autónomos, el margen de improvisación se reduce.

Algunos hitos que marcan ese cambio de era:

- Verifactu, sistema de la Agencia Tributaria que exige que los programas de facturación garanticen integridad, trazabilidad e inalterabilidad de los registros, con sanciones de hasta 50.000 euros por incumplimiento, obligatorio desde 2026 para quienes ya utilizan software.

- Factura electrónica obligatoria en operaciones B2B, impulsada por la Ley Crea y Crece, con aplicación progresiva a lo largo de los próximos años, primero grandes empresas, luego resto de pymes y autónomos, una vez se apruebe el reglamento específico.

Quedarse anclado en plantillas manuales no solo complica la gestión, también aleja al negocio de un entorno donde el estándar será emitir facturas en formato estructurado, con código identificativo, registro electrónico y conexión con el software de contabilidad y tesorería.

Los errores típicos al hacer facturas “a mano” o con Excel

Quien ha vivido el cierre trimestral revisando facturas sabe que la improvisación sale cara. Los listados de asesorías y portales especializados coinciden en una serie de errores recurrentes que aparecen una y otra vez.

1. Datos obligatorios incompletos

Falta el NIF del cliente, no aparece la dirección fiscal, la descripción de los servicios es difusa o no se identifica bien la operación. Más allá de la imagen poco profesional, son motivos para tener que emitir facturas rectificativas posteriores, con el consiguiente tiempo perdido.

2. Numeración incorrecta o caótica

Saltos de numeración sin motivo, duplicados, series mezcladas. En una hoja de cálculo, basta con insertar una fila o copiar mal para romper la correlación. A ojos de Hacienda, una numeración desordenada es una señal de alarma clara.

3. IVA e IRPF mal aplicados

Olvidar aplicar el IVA, hacerlo sobre la base incorrecta o a un tipo erróneo, no incluir la retención cuando corresponde en el caso de profesionales, son fallos habituales cuando las fórmulas dependen de quien montó la plantilla una tarde de domingo.

4. Fechas incoherentes

Facturas emitidas con fecha del mes siguiente, documentos con fecha anterior a la prestación real del servicio, o rectificativas que no se corresponden con la cronología original. Problemas que se traducen en descuadres de IVA y en aclaraciones extra con la asesoría.

5. Conservación desordenada

Una carpeta por año y, dentro, ficheros con nombres poco descriptivos, versiones distintas de una misma factura, PDF guardados en ubicaciones diferentes. Así es difícil garantizar durante los años exigidos por la normativa que se conserva una copia legible, íntegra y fácilmente localizable de cada factura emitida.

6. Rectificativas mal gestionadas

Cuando una factura está mal emitida, la solución no es “modificarla y volver a imprimirla”, sino emitir una factura rectificativa que referencie la original, tal como marca la Agencia Tributaria. Con plantillas artesanales, este proceso se hace de cualquier manera, lo que aumenta el riesgo de sanción si se revisa la operación.

7. Falta de visión global

Quizá el mayor problema, quien factura en Excel suele tener la información desperdigada y no conecta la emisión de facturas con el cobro, el control de morosidad o los flujos de caja. Al final del mes, el negocio sabe lo que ha facturado sobre el papel, pero no lo que ha cobrado de verdad.

Qué significa realmente “hacer facturas online” en 2025

Pasar de Excel a un software específico no es solo cambiar de pantalla, es adoptar otra forma de trabajar.

De archivo suelto a sistema

Un programa de facturación en la nube concentra la información en un único entorno, con acceso controlado, copias de seguridad automáticas y actualizaciones normativas que no dependen de que el usuario sepa de impuestos.

De “rellenar campos” a cumplir la norma por diseño

Los mejores sistemas obligan a completar los datos esenciales, aplican numeración correlativa, calculan impuestos según la configuración del cliente y generan automáticamente las facturas rectificativas, reduciendo el margen de error humano.

De factura suelta a circuito completo

Hacer facturas online en un entorno profesional implica:

- Emitir la factura.

- Enviarla al cliente por el canal adecuado.

- Registrar el cobro, parcial o total.

- Gestionar recordatorios de pago si se retrasa.

- Integrar los datos con la contabilidad y los modelos fiscales.

Es decir, convertir la factura en parte de un flujo, no en un archivo perdido en el escritorio.

De improvisar a estar preparado para Verifactu y la e-factura

Aunque la factura electrónica obligatoria aún depende de desarrollos reglamentarios, y Verifactu se aplica de momento a quienes ya usan software, la dirección es clara, quien ya esté trabajando con sistemas en la nube adaptables tendrá mucha menos fricción cuando los plazos se vuelvan exigibles.

Checklist para migrar de Excel a un programa de facturación online

Para muchos autónomos, el bloqueo está en el “por dónde empiezo”. Un esquema posible:

1. Mapa de situación

- Cuántas facturas emites al mes.

- Si facturas siempre lo mismo o tienes tarifas variables.

- Si trabajas con clientes recurrentes o proyectos puntuales.

- Qué información necesitas cruzar después, cobros, IVA, IRPF, etc.

2. Selección de herramienta

Más allá del precio, conviene fijarse en:

- Si permite configurar tus series de facturación y tipos de impuesto.

- Si genera facturas electrónicas o formatos compatibles con lo que viene.

- Si integra, o puede integrar, con tu asesoría o tu software contable.

- Si puedes trabajar desde móvil y ordenador sin perder información.

3. Migración de datos

- Importar listado de clientes, con NIF y datos fiscales.

- Crear productos o servicios habituales con sus precios y tipos de IVA.

- Definir series de facturas a partir de dónde estás ahora, sin romper la correlación.

4. Periodo de prueba

- Emitir algunas facturas en paralelo al sistema antiguo.

- Revisar que la numeración, impuestos y datos cuadran.

- Ajustar plantillas y textos para que reflejen tu imagen de marca.

5. Cierre del Excel

Una vez comprobado que todo funciona, conviene fijar una fecha a partir de la cual todas las facturas se emitirán desde el nuevo programa. El Excel pasará a ser archivo histórico, no herramienta viva.

Preguntas frecuentes sobre hacer facturas online

¿Es ilegal facturar con Excel?

No hay una prohibición expresa de usar Excel, lo que es obligatorio es cumplir los requisitos de facturación, datos mínimos, numeración, conservación, rectificación correcta, y, en su caso, las obligaciones futuras de factura electrónica y sistemas como Verifactu. La práctica demuestra que con hojas de cálculo es mucho más fácil incumplir estos requisitos sin darse cuenta.

¿Qué pasa si una factura hecha en Excel tiene un dato mal?

Si la factura no cumple los requisitos legales, lo que corresponde es emitir una factura rectificativa que corrija el error y referencie la original. Modificar el archivo sin más no es la vía correcta y puede generar problemas en una revisión.

¿Hacer facturas online es lo mismo que factura electrónica obligatoria?

No exactamente. Hacer facturas online significa utilizar herramientas digitales para emitir y gestionar las facturas, de forma más segura y ordenada. La factura electrónica obligatoria se refiere a emitirlas en un formato estructurado, con determinados requisitos técnicos y de intercambio entre empresas. Trabajar ya con software en la nube facilita dar el salto cuando los plazos se concreten.

¿Necesito un programa de facturación si solo emito pocas facturas al mes?

Depende de tu tolerancia al riesgo. Aunque emitas pocas facturas, el coste de un error puede ser elevado, en tiempo y en posibles sanciones. Hoy existen soluciones muy asequibles, incluso gratuitas en ciertos tramos de uso, que reducen mucho ese riesgo y te dejan mejor preparado para los cambios normativos.

¿De verdad compensa el cambio si llevo años con mis plantillas?

La experiencia de despachos y asesorías es bastante homogénea, quien da el salto a un sistema profesional suele tardar poco en apreciar el ahorro de tiempo, la reducción de errores y la facilidad para tener una visión clara de lo que factura y cobra. En un contexto de mayor control fiscal y digitalización acelerada, seguir confiando en hojas de cálculo es cada vez una apuesta más arriesgada.

Para muchos autónomos y pymes, el “Excel de siempre” ha sido una tabla de salvación, pero en un entorno donde la Administración exige facturas inalterables, trazables y cada vez más electrónicas, esa tabla tiene grietas. Apostar por hacer facturas online con un software diseñado para ello no es solo modernizarse, es blindar una de las piezas más sensibles del negocio frente a errores costosos y cambios normativos que ya están en el BOE o a la vuelta de la esquina.

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