Primeras planas

Matanzas en Ucrania, división en Europa

Nuevo crimen contra la población civil. Cincuenta muertos en el ataque ruso a una estación de tren. Los países de la UE discrepan sobre el envío de armas y las sanciones

9 abril, 2022 09:23

Según los cálculos del Alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, Europa le paga cada día a Rusia mil millones de euros por la factura energética, por lo que desde la invasión lleva ganados el Kremlin 41.000 euros que puede destinar a mantener una guerra eterna en Ucrania. Y a la dicha Ucrania, la UE le va a dar quinientos millones para que compre armas tras la masacre de Bucha. Con dichos millones, el balneario con sede en Bruselas habrá contribuido con 1.500 millones al esfuerzo defensivo de los ucranianos. Borrell y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, anunciaron los quinientos millones sobre el terreno, contemplando la devastación rusa en la citada Bucha. 

En paralelo, Rusia atacaba una estación de tren con un balance de cincuenta civiles muertos, entre ellos cinco niños, según reporta Joaquín Luna desde Kiev para La Vanguardia. El ataque, otra muestra de las atrocidades de las tropas de Putin, es la portada general. "Un misil 'por los niños'" es el titular de la crónica de Luna, que arranca así: "Un mísil Tochka-1 con la inscripción “por los niños”, en ruso, cayó ayer a las diez y media en la estación de tren de Kramatorsk, región del Donbass, la primera estación atacada en todo el conflicto. Cuatro mil personas abarrotaban la instalación, de las que 50 perdieron la vida (38 in situ), entre ellas cinco niños. El “por los niños” puede atribuirse a supuestas muertes de niños en el Donbass a manos de los ucranianos. Los agravios se acumulan. El Kremlin alega que su ejército no dispone de este tipo de mísiles, aunque hay precedentes de su empleo y contra objetivos ucranianos. “No había misiones para hoy”, adujo un portavoz ruso".

Portada de 'La Vanguardia' del 9 de abril de 2022

Portada de 'La Vanguardia' del 9 de abril de 2022

Continúa la crónica: "El mísil tiene fama de no ser de los más precisos, según diversos expertos. Según el gobernador militar ucraniano del Donbass, el mísil contenía además bombas de racimo, que explicarían los centenares de heridos. Las estaciones de tren son el símbolo de la espectacular migración ucraniana, la mayor en Europa desde la II Guerra Mundial y en tan solo 44 días. Son 4,3 millones los que han salido de Ucrania y 6,5 millones los desplazados, la gran mayoría por tren. Sin la red ferroviaria, la crisis humanitaria se hubiese agravado hasta extremos inimaginables. El ataque parece otro aviso a navegantes del Kremlin, que eleva un peldaño su apuesta, de confirmarse la autoría: todo lo que parecía que nos atreveríamos a hacer, lo hacemos".

Las sanciones económicas no hacen mella en Rusia porque a la luz de las declaraciones de Borrell sobre el reparto de fondos entre los dos países directamente tales sanciones son puro humo. Hay, además, otra versión sobre la respuesta occidental. "Las fisuras entre los aliados amenazan con quebrar la unidad europea en Ucrania", apunta El Mundo sobre una pieza de Carlos Fresneda que dice así: ""La Europa que conocíamos hace seis semanas ya no existe", certificó Boris Johnson en presencia del canciller alemán Olaf Scholz y ante las fisuras de los aliados en el momento crítico de la guerra de Ucrania. "Olaf y yo estamos de acuerdo en que nuestros dos países y todos nuestros aliados debemos hacer más para ayudar a Ucrania", declaró el "premier", que horas antes había recibido en Downing Street al presidente polaco Andrzej Duda. El artífice del Brexit se ha visto de pronto en la tesitura de tender puentes entre los miembros de la UE, con un insólito llamamiento la unidad ante el enemigo común: "La invasión de Putin ha golpeado los cimientos de la seguridad en el continente, pero su ambición de dividirnos ha fracasado ostensiblemente. Lo que ha conseguido es más bien lo contrario: unir Europa y reforzar la alianza trasatlántica, en apoyo a Ucrania y en estrecha solidaridad entre unos y otros"".

Sigue el texto: ""Putin ha forzado a Europa a rearmarse junta para reforzar nuestra seguridad compartida", concluyó Johnson, que condenó "el ataque inconcebible" a la estación de tren de Kramatorsk como "un crimen de guerra que no puede quedar sin castigo". "El presidente ruso es el responsable de esos crímenes de guerra y eso es algo que comparto totalmente con Boris Johnson", precisó por su parte Olaf Scholz. El canciller alemán defendió en cualquier caso los intentos del presidente francés Emmanuel Macron de mantener abierto un hilo de comunicación con Putin pese a sus ataques devastadores contra la población civil en Ucrania. "Las críticas a Macron son injustificadas", dijo. "El presidente francés está muy comprometido y está intentando hacer una contribución". "Negociar con Putin no es para mí algo prometedor", advirtió por su parte Johnson. "Eso no quiere decir que no admire los esfuerzos de los que están intentando encontrar un camino para avanzar... Por lo que a mí respecta, soy muy escéptico e incluso cínico ante esta posibilidad". El día anterior a su encuentro con Scholz, Boris Johnson despachó con Andrzej Duda, que también se jacta de hablar todos los días con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski. Duda sostiene que "no tiene sentido hablar con Putin", en la misma línea que el primer ministro Mateuzs Morawiecki, cuando dijo esta semana: "Nadie negociaba con Hitler"".

Dadas las circunstancias, la división, la guerra de desgaste en Ucrania y que todo lo que puede salir mal aún es susceptible de empeorar, las previsiones económicas alertan sobre una prolongada crisis energética y consecuente inflación recurrente.

En el plano nacional, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, da por normalizadas las relaciones con Rabat mientras aliados, extraños y opositores censuran el acuerdo con Mohamed VI. Para redondear la jugada, la foto de la cena con la bandera de España invertida, "sutil" mensaje de la "diplomacia" marroquí. "Socios y oposición denunciaron ayer que Sánchez no arrancase una concreción sobre la integridad territorial de Ceuta, Melilla y Canarias", avisa La Razón. Al final, hasta Granada estará en riesgo. El texto en el diario de Planeta es de Susana Campo: "Lejos de calmarse, las aguas continúan revueltas tras el viaje del presidente Pedro Sánchez y el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, a Rabat para escenificar el deshielo en las relaciones y celebrar el giro de 180 grados del Gobierno respecto al Sáhara Occidental. Socios y oposición denunciaron ayer que Sánchez no arrancase una concreción sobre la integridad territorial de Ceuta, Melilla y Canarias. Por otro lado, desde el Frente Polisario avisan de que ni el jefe del Ejecutivo ni España ni Marruecos pueden decidir sobre aguas territoriales. Entre los más críticos está el recién elegido líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, que ayer, en una entrevista en La Ser, volvió a criticar la visita al rey marroquí, Mohammed VI. El todavía presidente de la Xunta no ve aceptable el resultado de la visita, porque –según dice– resuelve el «follón» que «previamente» había montado, pero a cambio de apoyar el plan de autonomía de Marruecos sobre el Sáhara. Además, se preguntó «si realmente ha merecido la pena engañar a todo el mundo y que la política de Estado se convierta en la de un hombre en España»".

Portada de 'El Mundo' del 9 de abril de 2022

Portada de 'El Mundo' del 9 de abril de 2022

En Cataluña, la política emite débiles señales de apaciguamiento. Cinco años después de los extraordinarios sucesos del Otoño del 17, el independentismo aún anda de resaca, pero ya pasa de aparentar unidad. En Crónica Global María Jesús Cañizares entrevista a Salvador Illa, quien comenta entre otras muchas cosas la propensión de ERC a molestar a los sindicatos. Debe ser que aflora aquella ERC de Hortalà patrocinada por Foment. Qué tiempos... "Illa: "ERC tiene una actitud de acoso y derribo a los sindicatos"" es el titular de la pieza. Ahí van algunas de las preguntas y respuestas: 

--Hay sectores económicos y sociales que defienden una sociovergencia.

--Si me lo permite ¿dónde está la vergencia? Es verdad que en materia económica coincidimos con los planteamientos de lo que hoy representa a CDC, que es Junts per Catalunya. Pero tenemos una discrepancia muy fundamental que, más allá de colaboraciones puntuales, impide que podamos mantener una colaboración más sólida a nivel de Cataluña y de España. Ellos piensan que lo más conveniente para Cataluña es la independencia y nosotros pensamos que a Cataluña le conviene estar anclada en una Europa que nos ha sacado de la pandemia, que está siendo atacada por Putin, que está haciendo esfuerzos para defender nuestros valores de una forma muy notable. Y para estar en Europa hay que estar en España, que encuentra su fortaleza en su diversidad y pluralidad. Es una diferencia muy troncal. A partir de ahí puede haber acuerdos puntuales, como el proyecto del Consorcio Recreativo y Turístico de Tarragona. Porque nosotros queremos que se genere prosperidad. Quizá en la vertiente de cómo lograr que esa prosperidad llegue a todo el mundo y sea lo más equitativa posible, tenemos factores de diferenciación importantes con JxCat. Pero en la generación de prosperidad, no tenemos ningún complejo en decir que forma parte de nuestro ideario político.

--La ciudadanía puede tener la percepción de que llegará otra crisis y que los gobiernos volverán a no estar preparados, que actuarán a remolque en lugar de adoptar medidas preventivas.

--Los acontecimientos eran muy difíciles de prever. Lo que sí hay que hacer cuando se producen es tener la agilidad para ver las repercusiones y adaptarse. Yo creo que el Gobierno de España hizo esto con rapidez, con agilidad. Se ha situado donde debía, en Europa y en la OTAN, consciente de los compromisos que eso implica. Hay que afrontar las cosas con realismo, tratando a la ciudadanía como adulta y explicando con claridad lo que sabemos, lo que podemos hacer. El horizonte económico ha cambiado mucho desde el 24 de febrero, esto es obvio. Estamos en una situación de inflación, se está actuando sobre los precios de la energía, el Gobierno ha logrado romper el mecanismo de fijación de precios, se están tomando medidas a nivel fiscal y de ayuda a los colectivos más perjudicados. Se está reaccionando de la forma que se debe. Defenderse de los ataques a los valores democráticos de la UE que estamos sufriendo en territorio ucraniano, tiene un coste, tiene un precio. Y habrá que pagarlo de forma equitativa. Y en eso estamos.

--¿Existe lealtad institucional?

--Es importante que Europa tome decisiones conjuntas y que las administraciones trabajemos con lealtad. También las administraciones locales, que tienen un papel muy importante en la acogida de refugiados o en la atención a colectivos muy vulnerables. Mi formación política va estar en una actitud de ayudar. He de decir que cuando yo tuve que afrontar la lucha contra la pandemia, no siempre fue así. Pero precisamente porque vi lo que significaba eso, nosotros vamos a tener una actitud leal, diciendo las cosas como son. Las medidas del Govern son correctas, sí, pero no insuficientes. No se puede salir con un paquete de medidas de 120 millones de euros. ¿Y las energías renovables? ¿Y la ciberseguridad? ¿No es momento por ejemplo, como hemos planteado, de sentarse con todos los agentes sociales y económicos? Si no quieren que estemos los partidos políticos… pero a mí me gustaría estar, podemos aportar y pactar los proyectos de los Next Generation. ¿No es momento de decir, nos ha cambiado mucho la situación desde el 24 de febrero y hay que poner énfasis en todos los proyectos de transformación de renovables en Cataluña? ¿No es más lógico pactar esto política y socialmente? Y yo he visto en las reuniones por las que usted me preguntaba voluntad de hacerlo.

--Hablando de grandes acuerdos, ERC, Junts, comuns y PSC firmaron una reforma de la ley de política lingüística. ¿Peligra por las soflamas independentistas que puede haber en Junts?

--Es un acuerdo positivo. Por primera vez en muchos años hay un movimiento, una voluntad política que dice que ha cambiado mucho la situación en las escuelas desde que se aprobó la ley de política lingüística, vamos a reconocer que el castellano también es una lengua de aprendizaje, esto se adapta mejor a la realidad de las escuelas y a los objetivos que perseguimos, que es el dominio de ambas lenguas. Mantiene el catalán como centro de gravedad en el sistema educativo, para mí es muy fundamental, lo digo con claridad. Y permite ejecutar mejor una resolución judicial que todo el mundo sabe que va a tener que cumplirse. Es una buena decisión, con un gran consenso que a mí me hubiera gustado que fuera más amplio. Hay mayoría suficiente para aprobar esto en el próximo pleno. Y espero que todos tengamos el mínimo rigor exigible para aprobar aquello que fue acordado, ratificado y presentado en público. Me hago cargo que ha habido dificultades en una formación política, estoy seguro que van a saber mantener la seriedad y el rigor exigible cuando uno llega a un compromiso.

--¿Se aplicará? ¿Será fácil aplicarlo?

--Yo creo que sí. Es una modificación de la ley en la buena dirección. Lo mejor que podemos hacer con este asunto, y en ello trabaja mi formación política, de forma discreta a menudo, es apartar la política de la educación. El catalán es un tesoro que tenemos, que hay que cuidar. Pero para cuidar este tesoro no hay que atacar al castellano. Es un riqueza tener el dominio de dos lenguas, incluso de una tercera. Y apartemos la política de esto. Cuando lo hemos hecho ha funcionado bien en Cataluña. Es más, somos ejemplo para muchas comunidades o zonas donde hay bilingüismo.

Una semana después del congreso del PP en Sevilla, sendas encuestas del Abc y Vozpópuli reflejan una suerte de efecto Feijóo por el que el nuevo líder popular recuperar el título de campeón español de los sondeos de mitad de legislatura. En el Abc estos son los resultados: PP, 124-128 (29,4%); PSOE, 96-100 (25,3%); Vox, 51-53 (15,4%); UP, 26-28 (10,7%); Otros, 46 (1,1%). 

En Vozpópuli les salen estas cuentas: PP, 108 (27%); PSOE, 99 (25,9%); Vox, 70 (18,6%); UP, 26 (9,8%); ERC. 12 (3,2%); JxCat, 8 (2%); PNV, 6 (1,5%); Más País, 4 (2,4%); Otros, 17 (9,4%).

9 de abril, santoral: Casilda de Toledo, Acacio de Mesopotamia, Aldegundis, Demetrio de Tesalónica, Eupsiquio, Gauguerio, Hugo, Liborio, Máximo de Alejandría y Valdetrudis.