Salvador Illa en un pleno del Parlament

Salvador Illa en un pleno del Parlament David Zorrakino EUROPA PRESS

Primeras planas

Sólo se habla de Illa y el sombrero de Sallent

Los medios glosan el primer año de Illa al frente de la Generalitat y acentúan los riesgos procedentes de Madrid. El listado de regalos al president incluye el sombrero de copa del exjefe de los Mossos

En portada: El Meteocat pone a Cataluña en alerta naranja por calor extremo y lluvias intensas este domingo

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Domingo de balances sobre el primer año de Salvador Illa al frente de la Generalitat. El desempeño ejecutivo del Govern se apodera de las aperturas de las secciones de Política. El despliegue da para textos y más textos sobre el acusado cambio de registro.

De los estertores melancólicos del procés con el joven Aragonès al frente del naufragio a la reconstrucción de los puentes institucionales, la recuperación del crédito político y el establecimiento de los pilares de una nueva política económica.

Cataluña ya no es un misil extraviado en rumbo de colisión hacia sus propias contradicciones. La operación de aterrizaje no está exenta, sin embargo, de riesgos internos y externos.

Portada de La Vanguardia (España)

"La política catalana espera en calma el desenlace de la gran trifulca española", señala un titular de La Vanguardia.

La pieza viene con la firma de Jaume V. Aroca, quien arranca recordando el contexto durante el arranque del mandato de Illa: "En aquel agosto del 2024, España apenas había empezado a familiarizarse con los nombres del tal Koldo y Víctor de Aldama. Poco antes de las elecciones catalanas entró en escena el caso Begoña Gómez y su peculiar juez instructor, Juan Carlos Peinado".

"Poco sabíamos de David Sánchez, de González Amador, el compañero sentimental de Isabel Díaz Ayuso, y el fiscal general del Estado. Tampoco había aparecido el nombre del penúltimo ex secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, asociado a una tropa de presuntos delincuentes, ni había regresado a las cabeceras de las páginas web Cristóbal Montoro".

"Un año después, en este mes de agosto, España se ha ido de vacaciones con esta lista de asuntos pendientes y en unas semanas, a principios de setiembre, veremos qué sorpresas más nos reserva la unidad central operativa de la Guardia Civil, encargada de casi todas las investigaciones políticamente relevantes de este país".

"Así están las cosas. En Catalunya, independentistas, socialdemócratas, los comunes y la derecha de punta a punta esperan, en una extraña calma tras años de dosis extraordinarias de épica política, el desenlace de la tensa trifulca española. Quién resiste y quién fracasa. Quién gana".

"Cuesta encontrar un momento político en el que Catalunya haya estado más pendiente de lo que sucede en la carrera de San Jerónimo, en la sede del Congreso de los Diputados".

"La eventualidad de un final abrupto de la legislatura española figura entre los cálculos que hoy hacen los políticos catalanes, y la cuestión es cómo podría afectar a la estabilidad con la que Salvador Illa ha logrado superar este primer año".

Continúa Aroca líneas después: "El problema es que buena parte de los acuerdos que hicieron posible la investidura de Illa pasa inexcusablemente por Madrid. No habrá financiación singular si el Gobierno de Sánchez acaba cayendo y difícilmente habrá un traspaso efectivo de Rodalies".

"Caso aparte es el cumplimiento de la ley de Amnistía –fruto del acuerdo de investidura del propio Pedro Sánchez con Junts–. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha incluido esta ley en la amplia lista de las que pretende derogar en caso de lograr hacerse con la presidencia del gobierno. Otra cosa es qué efectos legales podría tener para quienes hasta ahora se han beneficiado de ella".

La pieza contiene también declaraciones al efecto de los aliados externos: "Isaac Albert, el portavoz de Esquerra Republicana, admite que “si la legislatura catalana implosiona, también implosionará aquí”. Por el contrario, el portavoz de los Comuns, el otro aliado de la investidura, David Cid, piensa que este escenario podría desencadenar una reacción opuesta: “Se produciría un repliegue de las fuerzas catalanas”, vaticina, ante un eventual gobierno de PP, quizás con el apoyo tácito o explícito de Vox".

"No obstante ambos alertan que la debilidad del Gobierno de Pedro Sánchez está llevando a Illa a acercarse demasiado al PSOE. “El PSC –advierte Cid– es más PSOE que nunca”".

"Isaac Albert ve la situación de un modo similar e incluso cuestiona el nombramiento de Montserrat Mínguez, una diputada del PSC, como portavoz del partido socialista. “El PSC está demasiado supeditado”, advierte, y eso añade más riesgos ante un futuro adverso".

"Esquerra desearía ver a un PSC más alejado del PSOE porque, añade, “en los últimos meses vemos que las cosas no avanzan como deberían”".

"Los republicanos, que man­tie­nen negociaciones discretas sobre la nueva financiación con el Gobierno central, intuyen que algunos ministros “empiezan a pensar más en su propio futuro”. La invectiva va dirigida a la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, también líder de los socialistas andaluces. Andalucía será una de las primeras autonomías en abrir el nuevo ciclo electoral".

"Jordi Turull, el secretario general de Junts per Catalunya, también reprocha a Salvador Illa un excesivo acercamiento al PSOE. “Salvador Illa no hace nada que no le mande o que no convenga a Pedro Sánchez. Illa –recuerda Turull– negó la posibilidad de la amnistía hasta que Pedro Sánchez la pactó con nosotros”. “Ha convertido la Generalitat en una especie de diputación grande”".

Y: "Más allá de las críticas, los incumplimientos de algunos de los acuerdos alcanzados o la falta de concreción, lo cierto es que hoy por hoy Junts, Esquerra y los Comunes son plenamente conscientes de que la mayoría de los objetivos más ambiciosos de la legislatura en Catalunya difícilmente se lograrán con un abrupto cambio de Gobierno en Madrid".

La conclusión es evidente. En El Nacional también otean el panorama nacional y analizan sus eventuales efectos en la política catalana.

"Salvador Illa supera el primer año de mandato pendiente de Sánchez y entre reproches de españolización", señala el titular de apertura del referido medio.

El texto es de Vicenç Pagès: "Como jefe de la oposición, Illa se había proyectado como un hombre tranquilo, negociador y que priorizaba el pacto y la gestión por encima del conflicto y los elementos polarizadores".

"Un año después, la legislatura catalana y el president Illa están pendientes de la legislatura española, con un Sánchez asediado por los casos de corrupción que rodean el PSOE y su entorno y porque los acuerdos principales con Esquerra Republicana dependen exclusivamente de la voluntad del Gobierno, como la nueva financiación o el traspaso de Rodalies".

Un par de párrafos después la nota destaca que "la aplicación de la ley de amnistía ha sido una petición que el president Illa ha ido reiterando durante su primer año de mandato. Sin embargo, la intención del líder socialista ha sido proyectar una "normalización" institucional, que los partidos independentistas han definido de "desnacionalización" y "de españolización"".

"Tanto Junts, como ERC y la CUP consideran que las reuniones con el Rey Felipe VI después de años, su asistencia a la Conferencia de Presidentes, la presencia de la bandera española en actos, el uso del castellano en actos o la incorporación de Guardia Civil y Policía Nacional en el sistema de Emergencias de la Generalitat demuestran la "subordinación" del presidente socialista después de años de gobiernos independentistas".

Y: "El caso es que Salvador Illa se ha mostrado uno de los hombres más fieles hacia Pedro Sánchez, a pesar de los casos de corrupción de hombres de confianza del presidente español. De hecho, Illa es uno de los hombres en quienes más confía Sánchez, hasta el punto que se reunió en solitario con el president de la Generalitat el pasado 20 de junio en medio de una tormenta continúa de casos de corrupción contra los socialistas".

"Otro síntoma de esta confianza es que, este año, comparten vacaciones por segundo año consecutivo en Lanzarote. Todo ello le ha costado más de una crítica, tanto por parte del independentismo, como por parte de la derecha españolista".

El balance también recuerda algunos gestos de Illa sobre los que el independentismo crítico no ha dicho nada: "Eso sí, dentro de este impulso de "normalización institucional", el president Illa se reunió con el president Pujol en el Palau de la Generalitat. Fue la primera vez que Jordi Pujol volvía a Palau para ser recibido formalmente como expresidente en una reunión con el presidente desde que se hizo pública la existencia de la 'deixa' de su padre, en julio del 2014".

"Illa definió a Pujol como "una de las figuras más relevantes de la historia política de Catalunya". De hecho, durante su discurso de investidura y durante su toma de posesión hoy hace justo un año, elogió la obra de Pujol, asegurando que el despliegue de las instituciones de autogobierno impulsadas por el exlíder de Convergència supuso la primera gran transformación de Catalunya".

"Asimismo, Illa también se reunió con el resto de expresidentes en activo, exceptuando Carles Puigdemont, hecho que le ha comportado duras críticas por parte del independentismo".

Más sobre Illa. Ahora, en La Razón. "El segundo año de Illa al frente de Cataluña inicia como el primero: atado a ERC y los Comunes", asegura el diario de Planeta.

Portada de La Razón (España)

En el sumario se explica que "El PSC vuelve a depender de las exigencias de ERC y Comuns para sacar adelante los presupuestos mientras se acumulan los reproches por los supuestos incumplimientos de los acuerdos de investidura".

Escribe José Antonio Lavilla: "Un año después de su investidura, Salvador Illa sigue atrapado en la misma dinámica que marcó el inicio de su mandato: presionado por sus socios de investidura, ERC y los comunes, que ahora cuestionan abiertamente su compromiso con los acuerdos que permitieron al PSC alcanzar la Generalitat".

"El segundo año de legislatura arranca, pues, como terminó el primero: de momento sin presupuestos nuevos, con la amenaza de una nueva prórroga, y en medio de un clima de reproches, exigencias y tensiones políticas constantes".

"Durante su primer ejercicio al frente del Govern, Illa ha gobernado sin una mayoría parlamentaria sólida. Dependiente de ERC y los Comuns, sus dos socios coyunturales, el PSC logró su investidura a cambio de una hoja de ruta marcada por concesiones sensibles tanto en el plano territorial como en el social".

"A los republicanos se les concedieron cesiones de calado simbólico y competencial: el traspaso de Rodalies y, sobre todo, el compromiso de diseñar un modelo de financiación singular para Cataluña, que ha sido uno de los puntos más controvertidos del actual mandato".

"Por su parte, los Comuns arrancaron compromisos en materia impositiva y de vivienda: desde la eliminación de exenciones fiscales al macroproyecto del Hard Rock hasta medidas regulatorias como la futura regulación del alquiler de temporada o la creación de un régimen sancionador para grandes propietarios, con la figura de inspectores de vivienda incluida".

"Aun así, la relación nunca ha sido fácil. A principios de 2025, tanto ERC como los Comuns decidieron no apoyar los presupuestos del Govern, al considerar que el cumplimiento de los acuerdos de investidura era insuficiente. Esa decisión forzó una prórroga presupuestaria y obligó al Ejecutivo a recurrir a tres suplementos de crédito. Cada suplemento se convirtió en una nueva negociación cargada de tensión y exigencias".

"El arranque del segundo año de legislatura no ha cambiado el guion. Mientras el Govern insiste en la necesidad de tener presupuestos para consolidar el crecimiento económico de Cataluña, sus socios siguen presionando".

"Desde ERC, la portavoz en el Parlament, Ester Capella, advirtió a Illa que no puede «vivir subordinado al Gobierno ni al PSOE» y le reclamó que anteponga «los intereses de Cataluña ante otros intereses». Un mensaje que resume el malestar creciente del partido republicano, que ha convertido la financiación singular en su principal bandera negociadora. ERC ya utilizó esta carta para bloquear los presupuestos de 2025, y todo apunta a que volverá a hacerlo si no hay avances tangibles".

Y: "Por su parte, los Comuns han elevado el tono y endurecido sus exigencias. Su portavoz, David Cid, ha condicionado el apoyo a las cuentas de 2026 al cumplimiento estricto de los acuerdos de investidura y de los pactos alcanzados para aprobar los suplementos de crédito. «Hace falta convocar, antes de iniciar esta negociación para los presupuestos de 2026, a la comisión de seguimiento de los acuerdos y ver si realmente se están cumpliendo», advirtió Cid ayer".

E Illa otra vez. Ahora en El Món. Curioso titular. "Todos los obsequios que ha recibido Illa: del sombrero de Mosso de Sallent a un pin de SCC".

En el sumario se informa de que "Illa ha recibido 230 regalos por parte de representantes de otras instituciones como ayuntamientos, comunidades autónomas, consulados o empresarios".

La información es de Josep Maria Botanch: "Cuadros, esculturas, relojes, vino, champán, aceite, dulces, longanizas y libros son algunos de los pequeños regalos que representantes de otras instituciones como ayuntamientos, comunidades autónomas, consulados o empresarios, entre otros, han entregado al presidente de la Generalitat, Salvador Illa, durante el primer año de mandato".

"Las normas de buen gobierno pactadas en 2016 prohíben que el presidente se apropie de todo este material. Ni él ni ningún consejero ni alto cargo de la Generalitat. De hecho, el Código de conducta de los altos cargos y del personal directivo de la administración insta a “abstenerse de aceptar regalos y donaciones de particulares y de entidades públicas o privadas salvo las muestras o no venales de cortesía y objetos conmemorativos, oficiales o protocolarios que le puedan ser entregados por razón del cargo»".

"«En este último caso, las muestras no venales de cortesía y objetos conmemorativos, oficiales o protocolarios se depositarán en la consejería que establecerá el uso que se hará y se publicará en el portal de Transparencia de la Generalitat”, subraya".

Hechas las aclaraciones normativas, Botanch explica que "el primer regalo como presidente se lo hizo Eduard Sallent, que lo obsequió con un sombrero de copa del uniforme de gala de los Mossos d’Esquadra. Lo hizo el 14 de agosto, seis días después del regreso de Carles Puigdemont a Cataluña y el fallido intento de detenerlo y poco antes de ser apartado de la comandancia del cuerpo".

"Pero la lista es larga. Por ejemplo, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, lo obsequió con un bolígrafo grabado de la cámara baja cuando vino a Cataluña para asistir a los actos de la Diada, o la reproducción de un estandarte del ejército de tierra que le entregó el inspector del Ejército de Tierra español, Manuel Busquier. El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, le regaló una corbata «con detalle de pequeñas balanzas en color blanco»".

Hay más. Mucho aceite, sobre todo, a raíz de la polémica entre independentistas por la presencia de Illa en la Fiesta del Primer Aceite de Jaén celebrada en Sabadell.

En Vilaweb y por seguir en Política repasan el grado de conocimiento de los políticos catalanes y constatan que el dúo Puigdemont/Junqueras no tiene relevo. No hay cantera en el independentismo, por lo visto, salvo cierta señora de Ripoll.

El texto es de Alexandre Solano: "Puigdemont i Junqueras són els dirigents més coneguts, segons la darrera enquesta del CEO, amb un coneixement del 97% i el 93% dels catalans, respectivament. El següent és Salvador Illa, que, tot i ser l’actual president de la Generalitat i haver estat ministre espanyol, és una mica menys conegut, un 89% de la població".

"La resta ja és molt lluny: un 59% sap qui és Sílvia Orriols, és a dir, hi ha un 41% dels catalans que no ho sap; i als altres dirigents del parlament no els coneix ni la meitat de la població. A Jéssica Albiach, cap dels Comuns al parlament del setembre del 2018 ençà, tan sols la coneix el 47% de la població catalana".

"Al cap parlamentari de Vox, Ignacio Garriga, que també té projecció estatal perquè és secretari general d’aquest partit, el coneix el 43%; a Alejandro Fernández, president del PP a Catalunya d’ençà del novembre del 2018 –és a dir, ja fa set anys– i havent estat cap de llista tres vegades, el reconeix un 41% de catalans; i Laia Estrada, cap de llista de la CUP i fins fa poc presidenta del grup, la coneixia un 34% de catalans".

Y: "Per grups d’edat, el desconeixement és encara més gran entre els joves. Solament un 47% dels menors de vint-i-cinc anys sap qui és Orriols, un 28% coneix Albiach, un 30%, Garriga, un 21%, Fernández, i un 29%, Estrada. Tan sols Illa, amb un coneixement del 73%, Junqueras (83%) i Puigdemont (92%) són coneguts per més de la meitat dels joves".

Solano explica además que "un dels factors que ho expliquen és una desconnexió de la població envers la política. Si l’octubre del 2017 hi havia un 60,1% de la població molt o bastant interessada en la política, aquest percentatge actualment és del 42,9%. I per mostra un botó: els molt interessants en la política han passat de ser un 22% a un 11,6%".

O sea que más de la mitad de la población pasa de política pero Orriols, en un par de años, se ha comido a gente que lleva toda la vida haciendo política. Tiembla Puigdemont.

10 de agosto, santoral: Lorenzo, Asteria de Bérgamo y Blano de Dumblan.