La Esquerra Republicana copa los titulares. El partido republicano independentista ocupa la pista central de ese circo de tres pistas que es la Cataluña política. Sergi Sabrià se come el marrón de los carteles del Alzhéimer, pero con indisimulado orgullo, como si fuera el último héroe de la Unión Soviética, un estajanovista de las campañas de falsa bandera que en vez del cese se merece una medalla pensionada. El espectáculo consiste en que en ERC han perdido toda conexión con la realidad. Están en otro mundo. Sus batallitas. Una guerra civil dentro de una guerra civil, como en las muñecas rusas. Roviristas contra junqueristas. Les salva que tienen la llave de la gobernabilidad catalana.
El estado de las negociaciones entre republicanos y socialistas para alumbrar una investidura de Salvador Illa es una incógnita pendiente, además, de la gran incógnita, el voto de la militancia. En La Razón, Toni Bolaño apunta que "El PSC y ERC ponen rumbo al pacto de la financiación singular de Cataluña". Su texto arranca con un poco de historia: "Esquerra está inmersa en el remolino de una crisis de final impredecible. Los malos resultados electorales de las elecciones autonómicas han desatado una lucha fratricida que no se veía en el partido republicano desde el duro enfrentamiento entre Joan Puigcercós y Josep Lluís Carod Rovira que acabó con los dos noqueados y el partido descuartizado con escisiones y con solo 10 diputados en el Parlament en 2010. Sin líder y sin estrategia, además ERC afronta su ser o no ser al tener que tomar la decisión de investir al socialista Salvador Illa o provocar unas nuevas elecciones en Cataluña para el 13-O. Esta semana ha marcado un punto de inflexión. Desde las elecciones, la secretaria general Marta Rovira desde Suiza parecía tener los mandos del partido. Pere Aragonès dimitía de sus cargos orgánicos seguido de Oriol Junqueras. Rovira se afanó en controlar el grupo parlamentario, marcar la estrategia negociadora en esta convulsa etapa cerrando acuerdos con Junts para controlar la Mesa del Parlament y poner coto a cualquier intento de rebeldía como sucedió en Barcelona donde abortó el intento de la agrupación local de entrar en el gobierno municipal de Jaume Collboni. Una estrategia que parecía exitosa porque de paso arrinconaba a Junqueras".
Continúa el texto: "Sin embargo, el expresidente del partido se resistía a este «apartheid» recorriendo la geografía catalana en busca de apoyos para el congreso de noviembre, en un «remake» del Peugeot de Pedro Sánchez. El miércoles 26 de junio organizó una reunión en la ciudad donde fue alcalde, Sant Vicenç dels Horts, y desbordó todas las previsiones. Casi 500 militantes se congregaron provenientes de todos los rincones. El fin de semana pasado también movió pieza y se reunió con Carles Puigdemont en París. La reunión fue fría. No podía ser de otra manera tras años sin hablarse y de malas relaciones".
Y: "Las reuniones con el PSC avanzan razonablemente aunque se desconoce el estado de salud del enfermo. Lo único que se desliza es que la financiación singular va por el buen camino. No será un pacto fiscal, como reclama ERC, pero recuperará parte del espíritu de la Agencia Tributaria Catalana de 2008 -totalmente constitucional y recogida en el Estatut- que apunta a un consorcio tributario con Hacienda, y se apuntan acuerdos de carácter social. Rovira en esta tesitura convoca una asamblea el 15 de julio en Barcelona, como colofón a decenas de asambleas territoriales, para testar el estado de ánimo de unas bases todavía noqueadas por el fracaso electoral. Y, sobre todo, para calmarlas si las negociaciones con el PSC avanzan, porque al final el pacto debe ser refrendado en consulta interna. Un añadido en este proceso. El auto del Supremo rompe la estrategia de Rovira de obligar a Junqueras a presentarse para que asuma el más que previsible hundimiento de los republicanos si se repiten elecciones. Con el auto en la mano Junqueras no puede presentarse y Rovira no está en condiciones de convertirse en alternativa. Su sector, además, todavía no tiene un candidato alternativo a Junqueras".
En El País también reparan en el singular caso del partido cuyos dirigentes presumen de honradez, de ética y de orinar colonia. "ERC se enreda con su máquina del fango", señala el titular de una información que firma Bernat Coll: "Dijo la frase con una mezcla de justificación y de orgullo inconfesable. “Quizás las campañas contemporáneas no son tan bonitas como nos gustarían”. Sergi Sabrià, exviceconsejero de Estrategia y Comunicación de la Generalitat y hombre fuerte en la maquinaria estratégica de ERC, se liberó el jueves cuando anunció su renuncia al puesto. Y tal fue su descargo que admitió lo que nadie admite: la política también se ejerce con el rostro oculto. La última víctima de la crisis interna de ERC descubrió antes de irse la máquina del fango del partido. Los carteles difamatorios que sufrió Ernest Maragall y que salieron de su propio partido durante la campaña electoral de las municipales de 2023 se presentan como la punta de un iceberg extendido. “Esta partida la juega todo el mundo”, se justificó Sabrià, ideólogo en la sombra de algunas maniobras políticas que buscaban intervenir en la esfera mediática sin meter al partido en medio. “Campañas cercanas al activismo”, dijo. Campañas sin logo. Anónimas. “Las campañas de marca blanca han existido siempre”, analiza Verónica Fumanal, experta en comunicación política. “Hacer una campaña desde un punto de vista supuestamente no partidista siempre funciona”, añade. “En su día había personas organizadas que mandaban cartas al director de los periódicos para hablar bien o mal de algo”".
Sigue Coll: "Sabrià citó varios ejemplos de intervenciones realizadas en los últimos años bajo su dirección: desde los mariachis que se plantaron ante la sede de Junts cuando estos valoraban su continuidad dentro del Govern (“un mal día de un rival político”, concretó él); a la actuación de un grupo de personas disfrazadas de sardinas en los trenes de Rodalies días antes de las municipales de 2023 para denunciar la situación de la red ferroviaria catalana. También se atribuye a ERC un grafiti que representaba el alcalde Jaume Collboni (PSC) y el líder de Junts en el Ayuntamiento, Xavier Trias, besándose en plena campaña. Todas buscaron desestabilizar a los rivales políticos sin manchar el nombre del partido".
Y: "¿Quién hay detrás de este tipo de acciones? “Puede haber personas que actúen solas, pero si acabas rascando siempre encuentras algún responsable que las induce. Las cosas no pasan por casualidad”, analiza David Espinós, cofundador de Khimera, especialista en comunicación estratégica. Fumanal libera a los candidatos, pero señala que detrás del ejecutor “siempre” hay algún responsable político que “tiene la plena confianza del líder”. La consolidación de las redes sociales facilita actualmente el desgaste político. “La cantidad de campañas sin logo que se realizan son similares al de otras épocas. Lo que ocurre es que las redes han ampliado los efectos y han favorecido las barbaridades”, entiende Xavier Roig, consultor en comunicación estratégica y exdirector de campaña de Pasqual Maragall".
Más noticias. Noticias del rival de ERC, Junts. El molt honorable gafe Mas y el molt honorable de las herencias opacas se acercan a Junts. Maniobra de riesgo para el futuro del partido. "Jordi Pujol y Artur Mas anuncian en una cena informal que se afiliarán a Junts", titula concretamente La Vanguardia. Iñaki Pardo Torregrosa firma un texto que arranca así: "Los expresidentes de la Generalitat Jordi Pujol y Artur Mas se han acercado a Junts per Catalunya en estos últimos años progresivamente. Han ido dando pasos de forma paulatina y en la campaña de las elecciones al Parlament del pasado 12 de mayo ambos hicieron campaña de forma activa por la formación que encabeza Carles Puigdemont, pero no habían formalizado esa simpatía por la organización posconvergente con su militancia, algo a lo que ahora sí se han comprometido en público. Pujol y Mas lo anunciaron este jueves en una cena informal en un restaurante de Santa Susanna con militantes y cuadros de JxCat del Maresme organizada por el líder de la formación en esa zona, Carles Bosch y por el exconseller Miquel Buch, según ha avanzado el diario Ara y ha confirmado este medio de fuentes presentes en la cena. Con todo, sus palabras, fueron en un contexto informal y no se ha completado el trámite. “Era un entorno informal. Habrá que ver si rellenan la papeleta para ser militantes”, sostiene uno de los presentes en el encuentro. El entorno de Pujol, a su vez, matiza que no completará el trámite y que su partido es Convergència".
Sigue la pieza: "Además de los dos expresidentes convergentes, estaban presentes dirigentes del partido como el secretario general, Jordi Turull, varios exconsellers del Govern como Quico Homs, Lourdes Ciuró, Victòria Alsina o Violant Cervera y el presidente del Parlament, Josep Rull. Aunque no acudieron por distintos motivos, también estaban invitados David Madí, la expresidenta del Parlament Anna Erra o el portavoz de la formación, Josep Rius, así como el exconseller Jaume Giró. Tomaron la palabra los dos expresidentes, Rull y Turull, que fue quien les invitó a consumar su simpatía. (...) El entorno de Mas ha dado a entender varias veces que formalizaría ese trámite tarde o temprano y que esperaba al momento oportuno para hacerlo. El paso que han dicho que darán los dos dirigentes llega cuando el partido de Puigdemont ha consolidado el giro hacia posiciones pragmáticas y que se pueden asociar de forma clara a lo que había sido Convergència, incluso en el color elegido en las últimas campañas. Hay quien, no obstante, aún tiene ciertos recelos sobre ese giro. En una entrevista con este medio, Mas apuntó en diciembre que se siente “próximo” A JxCat, si bien añadió que “prefería una cierta distancia de los partidos en su conjunto”. “Cuando se produjo la ruptura interna en el mundo convergente fue una gran decepción”, concluyó".
En el plano práctico de esa trinchera independentista, "Puigdemont maniobra para convertir la ANC en una extensión de Junts", destaca Crónica Global. El texto es de Noelia Carceller: "La Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha iniciado una nueva etapa bajo el liderazgo de Lluís Llach. Pero no es el cantautor el que controla la entidad independentista, sino el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. El fugado es quien maneja los hilos desde Bruselas y maniobra para convertir la ANC en una extensión de Junts. De ahí que una de las primeras iniciativas que ha llevado a cabo el exdiputado de Junts pel Sí haya sido la de convocar una manifestación el 13 de julio para rebelarse contra el Gobierno y calentar a los independentistas con un supuesto retorno de Puigdemont que está lejos de producirse. Hoy por hoy, el Tribunal Supremo mantiene vigente la orden de detención y el fugado reconoce a su círculo de confianza que no se presentará en el Parlament para la investidura. Las fuentes consultadas por este medio aseguran que Llach es tan solo la “cara visible” de la nueva ANC tras la etapa de Dolors Feliu, plagada de polémicas y batallas internas. Entre las más sonadas, la lista cívica que planteó para las elecciones autonómicas y que fracasó entre sus propias bases".
Sigue Carceller: "Con Llach al frente de la organización que antaño funcionó como lobi, Puigdemont se garantiza también el control del mensaje que se debe trasladar a su electorado. Dicho mensaje está orientado a ejercer presión sobre una Esquerra Republicana que tiene en sus manos el futuro del Govern. Los de Marta Rovira y Oriol Junqueras serán los responsables de decidir entre dos opciones: la de un Govern en minoría de PSC, a cambio de la financiación singular; o la de un bloqueo que llevaría a una repetición electoral. Esta última supondría un tiro en el pie para una fuerza que ya se ha hundido en los 20 escaños, pero es la deseada por Puigdemont, que quiere protagonizar el "remate" final a sus exsocios. Por ello, utiliza a Llach de mensajero hasta el punto de decir que ERC es un partido “importante y muy necesario, siempre que sea obediente al independentismo”".
La guerra lingüística. Estacazo del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña al Govern. Suspendido cautelarmente un decreto en contra del castellano en la enseñanza que el Ejecutivo de Aragonès se sacó del magín y de la manga dos días después de las elecciones. Es decir, dos días después de haber perdido estrepitosamente los comicios. "El TSJC suspende el decreto lingüístico aprobado por el Govern en funciones: 'Sitúa en una posición marginal al castellano en la enseñanza'", destaca al respecto El Mundo. La nota viene con la firma de Víctor Mondelo, quien escribe que "El TSJC ha suspendido el decreto lingüístico aprobado por el Govern de ERC el pasado 14 de mayo, dos días después de perder las elecciones, cuando ya estaba en funciones, y que trataba de blindar la inmersión en las escuelas de Cataluña. El auto señala que la norma impugnada por la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB), "puede situar en una posición marginal a la lengua castellana en la enseñanza, puesto que únicamente se garantiza la posición prevalente y vehicular del catalán, intensificando el modelo único inmersivo" en las escuelas de Cataluña. Además, subraya el escrito del Alto Tribunal catalán que el decreto viene a "desarrollar" el decreto y la ley lingüística aprobadas por la Generalitat y el Parlament en 2022 para impedir la ejecución de la sentencia que obliga a impartir un 25% de castellano en todos los colegios de la región y que actualmente analiza el Tribunal Constitucional para determinar su legalidad. El decreto ahora suspendido permitía a la Generalitat mantener el catalán como única lengua vehicular garantizada haciendo caso omiso a diferentes sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, el Supremo y el Constitucional que exigen que el español tenga la misma consideración. El nuevo régimen aprobado por el Govern y ahora frenado por el TSJC también especificaba la vehicularidad del catalán en las actividades complementarias, extraescolares y comunicaciones internas y externas con los miembros de comunidad educativa".
6 de julio, santoral: María Goretti, Ciriaca de Nicomedia, Dominica de Tropea, Goar, Justo de Condat, Monena, Paladio de Escocia, Pedro Wang Zuolong, Rómulo de Fiésole y Sísoes de Egipto.