Auge y caída de Sergi Sabrià, el hombre que lo ha sido todo en ERC
Pocos perfiles han atesorado tanto poder en el partido en los años más complicados de la política catalana
5 julio, 2024 00:00Noticias relacionadas
Si se preguntase a los catalanes que votaron a ERC el pasado 12 de mayo quién es Sergi Sabrià, habrá quienes le recuerden como uno de los últimos viceconsellers nombrados por el president de la Generalitat --ahora en funciones--, Pere Aragonès. Otros recordarán su habilidad como parlamentario en los momentos álgidos del procés. E incluso habrá gerundenses que recuerden su etapa como alcalde de Palafrugell. Pero no muchos sabrán que ha sido uno de los políticos más influyentes en la galaxia de los republicanos.
"Hombre fuerte" de Esquerra, pocos perfiles han atesorado tanto poder en el partido en los años más complicados de la política catalana. Su etapa como alcalde no le ha convertido en un animal político, sino más bien el haber movido los hilos entre bambalinas, con buena parte de su vida profesional trabajando para la Generalitat, primero en la Dirección General de Difusión y, más tarde, como jefe de Relaciones Institucionales del Departamento de Educación.
Admirado y odiado dentro y fuera de ERC
Admirado y odiado dentro y fuera de su partido, su hoja de servicios comienza a acaparar todas las miradas tras ser ideólogo de la campaña Free Junqueras, con la que se pretendía denunciar la situación de los presos del procés y exigir el retorno de los “exiliados”. Para sus afines, una muestra de su influencia a la hora de construir algunos de los “marcos mentales” decisivos para el electorado independentista durante los últimos años.
También de su proximidad a la etapa dorada de Oriol Junqueras y, sobre todo, Marta Rovira, al frente de la formación; con la secretaria general siempre ha mantenido una relación “excelente”, forjada cuando él ejercía como portavoz mientras ella lideraba el grupo parlamentario.
Alejado de Junqueras
Esta es una de las razones por las que se ha convertido en el blanco de las críticas del sector junquerista, con quienes “hace tiempo” que se distanció en favor de la secretaria general y del president Aragonès. Víctima colateral de la guerra interna entre los afines a Rovira y los de Junqueras, el hombre que lo ha sido casi todo en ERC ha dimitido tras ser vinculado al caso de los carteles que instrumentalizaban la enfermedad del Alzheimer contra los hermanos Maragall. Eso sí, negando su culpabilidad ante “acusaciones falsas” y señalando de manera velada a Junqueras por “enfangar” y ser conocedor de los hechos.
El relato de Sabrià durante su caída ha venido a reforzar las tesis de Rovira y el sector Palau --entre los que se encuentran consejeros y altos cargos de la Generalitat--, acusando a Junqueras de querer “controlar una organización para hacerla a su medida”.
Hasta el president en funciones ha salido a la palestra pese a su discreción habitual para defender el “compromiso” y “dedicación” de Sabrià con una ERC “que está por encima de los nombres propios”, en una clara alusión al exvicepresidente. El mismo que ha dado dolores de cabeza a Aragonès durante su presidencia, provocando una bicefalia en el partido, según fuentes republicanas.
Guardia pretoriana de Aragonès
El apoyo de Aragonès será el gran y último galón de Sergi Sabrià, a quien conocedores de sus “métodos” describen como el Miguel Ángel Rodríguez (MAR) de la política catalana. El hombre que hizo demasiados enemigos dentro del partido durante los últimos años y que pasó de la retaguardia a aceptar un cargo de viceconsejero para ejercer de guardia pretoriana de Aragonès con un Govern en minoría a las puertas del final de mandato.
Pese a haber trabajado durante su etapa como viceconsejero para acelerar los motores de la Generalitat y que ERC pudiese hacer frente a los embates de PSC y Junts, el rechazo a los presupuestos de 2024 precipitó el inicio de la que sería su última campaña electoral, donde estuvo en el puente de mando junto a Oriol Duran. Esta vez, con una particularidad: dejó de estar entre bambalinas y alzó la voz contra sus rivales en un podcast de campaña, No mires el móvil, donde contaban los “secretos” de la campaña desde dentro.
Finalmente, han sido los secretos de campaña de ERC los que han provocado la caída de Sabrià y, con ella, el capítulo más tenso de la guerra interna entre Rovira y Junqueras.