Las pataletas de ERC y el adiós de Roures

Pase lo que pase con la investidura de Pedro Sánchez, hay un partido que va a salir muy tocado de este febril periodo de la política nacional. Y ese partido es ERC, representación perfecta de un pollo sin cabeza. Si hoy es viernes, la vicepresidenta del Govern, Laura Vilagrà, sostiene que las negociaciones están verdes. Raro, porque la misma Vilagrà apuntaba ayer que las negociaciones estaban maduras mientras Patrícia Plaja, la portavoz del Ejecutivo autonómico, se pasea por las radios dando su versión del asunto. Se ignoraba que la señora Plaja fuera un cargo habilitado por ERC para pastorear a los medios en una materia que ahora mismo concierne formalmente a los partidos, no a los gobiernos. 

Y en medio de ese caos, el señor Junqueras se va a Belfast para hacerse fotos con Gerry Adams y otros jefes del Sinn Féin, como queriendo dar a entender que el partido está por la vía de los Acuerdos de Viernes Santo. Qué hábil. Josep Maria Jové, por su parte, es el encargado de leerle la cartilla al ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, a su aire, va por ahí trasladando las conclusiones de su pinturero grupo de profesores de Ciencias Políticas (ojo al gremio y ojo a lo de ciencias) al Instituto de Estudios Autonómicos para que le diseñe un referéndum escocés.

O sea, ERC, cero en estrategia, cero en táctica, cero en claridad y cero patatero en la asignatura de negociaciones. Un desastre sin parangón, una muestra de titánica bisoñez política, un churro con forma de porra, un huevo frito en agua y un café con leche de avena.

Todo esto son los celos por el protagonismo Puigdemont, los nervios por los últimos resultados electorales y la constatación de que lo que queda de legislatura autonómica se le va a hacer muy cuesta arriba a Aragonès. Suerte tiene de que el foco esté en la investidura y no en la galipandria permanente de su gobiernillo.

En ese intento por asomar la gaita y que no parezca que quien maneja el cotarro es ese señor de Waterloo vía telemática, el moleskino Josep Maria Jové, presidente del grupo parlamentario en Cataluña y comisionado negociador, fue el encargado de reunirse ayer con Félix Bolaños para decirle lo muy descontentos que están en ERC con todo y con nada. La conclusión de tal encuentro es que "ERC exige al PSOE que la ley de amnistía no asuma que el 1-O fue delito", según La Vanguardia. El texto es de Àlex Tort: "El optimismo que Pedro Sánchez y Yolanda Díaz exhibieron el martes durante la firma del acuerdo PSOE-Sumar de investidura no lo comparten en las filas independentistas. No hay ninguna mención a Catalunya en todo el documento de 48 páginas, ni tan solo sobre la cuestión catalana. "La negociación está verde" es una expresión de alerta que la consellera de Presidència, Laura Vilagrà, lanzó la semana pasada con respecto al traspaso de Rodalies y el déficit fiscal. Pero la carpeta de la amnistía tampoco va bien: según ha podido saber La Vanguardia, los republicanos rechazan la propuesta del PSOE de incluir en la exposición de motivos de la ley de amnistía conceptos como "reconciliación" y "convivencia". Que no se hable en estos términos es importante para ERC, pero el partido considera aún más crucial que el texto no asuma que el referéndum del 1-O fue delito".

Sigue Tort: "Junts mantiene su aparte con el PSOE en la negociación por esta ley de olvido penal, con conceptos como el de "minoría nacional" al margen de la norma que se han puesto sobre la mesa y que Esquerra ha rechazado. Los republicanos zanjan el tema con una sola frase: "Catalunya es una nación". Los de Oriol Junqueras mantienen conversaciones en paralelo sobre la amnistía que de momento no les satisfacen. Para ERC, el 1-O no fue un delito, por lo que rechazan cualquier mención en este sentido en el preámbulo de una futura ley que es clave para la investidura de Sánchez. Es nuclear, para Esquerra. El PSOE tiene claro que una exculpación del referéndum de octubre del 2017 favorecería que el Tribunal Constitucional tumbara la norma. La negociación no va bien, pero continúa en pie pese a que Junqueras ha asegurado hoy en su reunión con el expresidente del Sinn Féin Gerry Adams en Belfast que Sánchez "no hace nada" para llegar a un acuerdo para la investidura".

En ERC también se quejan de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, les toma el pelo (dicen los republicanos), que el traspaso de Rodalies no carbura adecuadamente, que el tema económico está varado, que los plazos se acortan y que no hay nada cerrado. Es muy curioso todo esto, sobre todo cuando era ERC la que decía que lo de la amnistía ya estaba arreglado. "Pantalla superada", aducían. Y a todo esto, ¿dónde está el ínclito Rufián?

En la contraparte, "Bolaños evita mencionar la amnistía y avisa a ERC y Junts: 'Nada grande en política se hace rápido'", titula El Confidencial. El ministro de Presidencia es un maestro de las citas grandilocuentes, como muestra el sumario de ese titular: "El ministro en funciones, que intervino en un encuentro con empresarios, declara ante Aragonès y Turull que hará falta 'valentía, responsabilidad y sensatez'". Lo que hacemos en la vida resuena en la eternidad podría haber dicho también. La pieza que lleva esos pórticos es de Marcos Lamelas: "El ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños, evitó mencionar la palabra clave: amnistía. Pero defendió con convicción ante Pere Aragonès y Jordi Turull, en una cena de la patronal Cecot en Sant Cugat, las bondades de un futuro pacto de investidura que permita a Pedro Sánchez renovar su presidencia. "Hará falta valentía, hará falta responsabilidad, hará falta sensatez. Nada grande en política se hace rápido, pero les aseguro que va a merecer la pena. Porque estamos hablando de un acuerdo que garantice el mejor de los futuros para Cataluña", declaró el dirigente socialista".

Sigue la nota: "Bolaños no citó la amnistía, pero se apuntó a la idea del Cercle de "pasar página". "Cada vez que se ha sido valiente y se ha acordado con una mayoría social, se ha hecho una Cataluña más fuerte y más habitable", manifestó el ministro. Antes de la cena de la Noche de la Empresa, Bolaños aseguró que en la actualidad "tenemos una gran oportunidad para abrir una nueva etapa con la búsqueda de actores desde posiciones distintas para dejar atrás una etapa de tensión en la que perdimos todos". Más sobreentendidos que claridades, pero los empresarios presentes, cerca de 900, ya estaban predispuestos. También estaba el secretario general de JxCAT, Jordi Turull. Bolaños también ha coincidido en la cena con Pere Aragonès. Aunque ERC está asegurando que el preámbulo de la ley de amnistía es "inaceptable", la lectura que hace el empresariado es que cuando se verbaliza algo así de ese modo solo se está buscando la fórmula para que sus votantes lo asuman".