Dura resaca electoral del independentismo. Sólo el triunfo del doctor Trias en Barcelona consuela a las huestes del 1-O. Pero la victoria tiene letra pequeña, la ocultación de las siglas del partido de Puigdemont y una apelación al voto útil para desbancar a Colau que ha surtido efecto entre sectores del electorado que nada tienen de independentistas. Tanto en el PP como en Vox se quejaban de ese trasvase de votos hacia Trias, que es apreciado por muchos ciudadanos como un independentista de mentirijillas, el típico convergente de la Diagonal de toda la vida.
En ERC han convocado un comité para analizar la pérdida de votos. En la CUP, formación de origen municipalista, sopesan hacer un Ciudadanos y no presentarse a las generales. En Junts promueven una candidatura conjunta. Algo parecido al frente que reivindica Aragonès. La "plantofada" ha sido histórica. En el independentismo hay un cuarto partido, los de la abstención, hartos de las promesas incumplidas, del postureo, de las memeces procesistas y de que después de un fracaso sideral en octubre del 17 y años posteriores, los liderazgos del sector no hayan cambiado.
El foco ha pasado de las urnas a las jornadas del Círculo de Economía, donde confluyen las más relevantes personalidades del momento menos Sánchez, que se borró de la cita tras la fiesta de la democracia. En Crónica Global se abre edición con una mirada sobre el estado de ánimo de la clase empresarial. "La sobrevenida orfandad del empresariado catalán que apoya a Aragonès" es el titular de la pieza que firma la directora del medio, Cristina Farrés y que arranca así: "El gobierno monocolor de ERC en la Generalitat despertó simpatías entre el empresariado catalán próximo a los postulados nacionalistas. En concreto, en aquellos que vieron a Pere Aragonès como un presidente más pragmático y posibilista que sus predecesores en el cargo, capaz de recuperar la política del peix al cove que practicaba Jordi Pujol y de superar la situación de enfrentamiento permanente de los años del procés. Pero los resultados electorales de este domingo les han generado una profunda sensación de orfandad y no esconden su desazón por una apuesta táctica que les ha salido rana.
Los republicanos se dejaron más de 300.000 votos en unas municipales con menos participación. Muchos independentistas se quedaron en casa y este castigo les pasó factura de forma destacada, ya que sus votantes no son tan fieles. El conejo que Aragonès se ha sacado de la chistera para intentar pasar página ha sido el llamamiento a crear un “frente común” con Junts per Catalunya y la CUP para concurrir de la mano en las generales de julio, una propuesta que solo ha añadido más incertidumbre entre estos empresarios afines".
Sigue la nota: "El grupo incluye a las empresas de Femcat y a las que configuran una de las almas con más peso en Pimec, la patronal de pymes que siempre se ha mostrado cercana a la Generalitat. Incluso ha puesto en marcha una operación para desbancar de la Cámara de Comercio de Barcelona a los independentistas radicales de la ANC. Ultiman una candidatura encabezada por Josep Santacreu, ex hombre fuerte de DKV en Cataluña, para concurrir a las elecciones camerales de septiembre.
Si hasta ahora tenían claro que iban a desempeñar el papel de oficialistas, los acontecimientos de los últimos días han sacudido su estrategia. Se lanzaron a la aventura de los comicios camerales en gran medida porque contaban con el apoyo de una ERC cansada de ser el blanco de las críticas de las voces soberanistas más radicales que usan la Cámara de Barcelona como altavoz. Pero los republicanos priorizan ahora frenar la sangría electoral. Deben recuperar el terreno perdido en las locales tanto para las elecciones del próximo 23 de julio como para unas catalanas que aún no tienen fecha".
La precipitación guía los pasos de la dirección de ERC, como se pudo comprobar ayer en la comparecencia "institucional" de Aragonès para proponer un "frente democrático". Un par de horas después de que Marta Vilalta, la delegada de Marta Rovira, descartara la propuesta de Junts de concurrir juntos a las elecciones, salía el president ha proponer exactamente eso, un frente cuya única traducción es una lista conjunta. Desorganización y desconcierto. Los republicanos están noqueados. Y a mayor abundamiento va a Aragonès y da a Sánchez por amortizado. "Aragonès da por hecho un Gobierno de PP y Vox y pide un frente unitario en Catalunya para plantarle cara", resume en titular El Diario. Escribe Arturo Puente: "“El Gobierno de la derecha y extrema derecha que vendrá es un ataque frontal contra los consensos básicos y las instituciones catalanas. Hay que defender Catalunya, las escuelas y la sanidad, los derechos civiles y políticos de la ciudadanía, la igualdad de todas las personas, el bienestar y la economía, y las instituciones y el derecho a escoger nuestro futuro. Todos estos elementos están ahora bajo ataque”, ha asegurado. Ante este escenario, Aragonès ha considerado que las formaciones independentistas y soberanistas tienen tres urgencias: la primera, generar nuevas mayorías para apoyar al Govern y elegir una nueva presidencia del Parlament; la segunda, entenderse en la confección de nuevos ayuntamientos y, en tercer lugar, preparar una respuesta electoral para el próximo 23J".
A ERC no es al único partido que le ha ido fatal en estas municipales. Ahí está la CUP, cuyo único consuelo es haber obtenido un buen resultado en la ciudad de Girona. En el resto del territorio, un erial para los alegres muchachos y muchachas de la juventud catalana. "La CUP, el partit municipalista que no aixeca el cap", titula Vilaweb al respecto. El texto es de Arnau Lleonart: "La CUP s’ha definit sempre com una formació municipalista, de base. Va néixer a final dels anys vuitanta i no va ser fins el 2012 que va fer el salt al parlament. Sobre el paper, el terreny municipal és on més còmode se senten els seus representants, i fins el 2015 cada votació milloraven resultats. Però el 2019 va ser una galleda d’aigua freda: va perdre el 13% dels regidors que tenia, algunes de les batllies més importants i va desaparèixer de ciutats grans com ara Barcelona, l’Hospitalet de Llobregat, Terrassa, Santa Coloma de Gramenet i Lleida. Per a les eleccions d’enguany l’objectiu era recuperar la presència perduda, però no ha pogut ser. En ben pocs llocs han tornat als ajuntaments i, a més, han perdut el 6,57 % dels regidors".
Sigue la pieza: "Per a la CUP aquest resultat deixa un regust agredolç. Potser governen a Girona, però no han recuperat múscul municipal i encara s’han enfonsat més a l’àrea metropolitana de Barcelona, on el 2015 van arribar a desafiar l’hegemonia del PSC amb algunes candidatures locals d’esquerra rupturista. N’és un exemple Ripollet, on un partit local amb el suport de la CUP hi governava des de feia dos mandats, però que ara s’hi ha imposat el PSC. O Badalona, on la majoria absoluta de Xavier García Albiol ha escombrat l’ajuntament i la formació de Dolors Sabater ha quedat reduïda a un únic regidor. A Sant Cugat del Vallès, on la CUP formava part del govern amb ERC i el PSC, han mantingut els 3 regidors, però en aquest cas la caiguda dels seus socis els ha allunyat del govern. La plantofada electoral més sonora ha estat, evidentment, a Barcelona. La CUP havia estudiat de prop què havia passat el 2019 per corregir-ho ara, però el tren ha tornat a passar de llarg i ells han restat a l’andana".
Junts es el partido independentista menos escaldado en estos comicios, pero se avecinan curvas y emociones fuertes. Jaume Giró quiere ser el cabeza de cartel en las generales en detrimento de Miriam Nogueras, a quien el sector convergente del partido de Puigdemont ve muy flojita, a falta de un hervor y sin la experiencia y las tablas necesarias para recuperar el papel del nacionalismo catalán en Madrid. Está bien para pelearse con Rufián, apuntan, pero no para representar los intereses catalanistas en el Madrid de las alfombras gruesas. Total, que "Jaume Giró peleará en primarias por ser el candidato de Junts el 23-J", afirma un titular de El Confidencial. El texto es de Marcos Lamelas: "La actual portavoz de JxCAT en el Congreso, Míriam Nogueras, optará a repetir en el cargo como cabeza de lista, pero antes tendrá que ganar unas primarias al exconseller de Economía de la Generalitat Jaume Giró. Nogueras ha sido siempre la representante en Madrid del sector más extremo de JxCAT y se ha visto perjudicada por la ruptura del grupo parlamentario tras la escisión del PDeCAT. Giró, en cambio, está más en la actual línea del partido, en el torna Convergència y la victoria de Xavier Trias en la alcaldía de Barcelona. Este miércoles se celebra una ejecutiva del partido para aprobar el reglamento de las primarias, que se desarrollarán durante la próxima semana. El choque será otro pulso para que el secretario general, Jordi Turull, vuelva a hacer equilibrios, evitando que se rompa el partido".
Continúa Lamelas: "A priori, Nogueras cuenta con más apoyos, porque la presidenta del partido, Laura Borràs, controla cerca del 70% de las bases de la formación, las mismas que votaron a favor de romper el Gobierno de la Generalitat y dejar a ERC en minoría. Ahora, y sobre el papel, Borràs y sus bases apoyarán a Nogueras. Míriam Nogueras, además, exhibió un tuit de Carles Puigdemont de esta semana que podría entenderse como un apoyo a esta candidata. Jaume Giró también presume de buena relación con Puigdemont y se ha visto con él en Bruselas en varias ocasiones. Los apoyos de Giró para ser cabeza de lista en Madrid están básicamente en la ejecutiva del partido y entre los consellers y altos cargos que perdieron su trabajo cuando se rompió el Gobierno de coalición con ERC".
Barcelona. Crecen las opciones de que Trias pueda asumir la alcaldía, pero el PSC no tira la toalla y llega al punto de explorar un hipotético apoyo del PP para desbancar al doctor convergente. Es lo que cuenta en La Vanguardia Ramon Suñé: "Una operación similar a la que propició que Ada Colau arrebatara al ganador de las elecciones del 2019 la alcaldía de Barcelona, pero con los papeles de algunos de los protagonistas de aquella maniobra invertidos y nuevas apariciones estelares. El socialista Jaume Collboni como alcalde en lugar de Ada Colau; BComú como socio menor de la coalición de gobierno en vez del PSC; y un par de concejales del PP ejerciendo las funciones que hace cuatro años asumieron Manuel Valls y otros dos ediles de Barcelona pel Canvi. Y ahora, como en el 2019, con el mismo pretexto: evitar que la capital de Catalunya caiga en manos independentistas. El rocambolesco plan resumido en las líneas anteriores es el que han comenzado a urdir los socialistas tras constatar a las primeras de cambio la escasa, por no decir nula, predisposición de una malherida ERC a obsequiar la alcaldía de Barcelona al PSC, aunque la operación conllevara un canje en otras instituciones".
Y: "El plan B de Jaume Collboni, que los socialistas trasladaron ayer mismo a los populares –estos solo hicieron acuse de recibo– no está exento de dificultades. La más importante, la propia condición y las circunstancias del invitado a esta fiesta alternativa, el Partido Popular. (...) A diferencia de hace cuatro años, cuando Manuel Valls entró en acción, el proceso independentista no pasa por un momento de máxima efervescencia, aunque precisamente los resultados del 28-M y la súbita convocatoria de generales han sacudido conciencias e intereses en las filas soberanistas y propiciado un amago de acercamiento entre Junts y ERC que quizás no tenga mucho recorrido, pero que en el caso de Barcelona hace un poco menos viable si cabe la aportación de Maragall a la campaña alcalde Collboni".
A todas estas, el Rey estuvo ayer en Barcelona para entregar el Premio a la Construcción Europa 2023 que organiza el Círculo de Economía al alcalde de Varsovia, Rafal Trzaskowski. La noticia, además de las apelaciones a la colaboración y la lealtad entre instituciones es que ya ni la ANC protesta por la presencia del monarca. Felipe VI saludó a Trias, que puso cara de manzanas agrias pero guardó las formas. En Abc cuenta parte del evento Daniel Tercero: "El Rey ha elogiado este martes "la colaboración" y los "grandes valores compartidos" de las administraciones públicas en España y Europa para "entender que vivimos en un mundo cada vez más complejo, con más incertidumbre", pero con "muchas oportunidades de progreso". Felipe VI ha señalado, en este sentido, que "entender el presente" e "identificar carencias y fortalezas" permitirá a la sociedad "recorrer juntos el camino" para "ser una sociedad más próspera y también más justa". En sus palabras, Su Majestad, durante la entrega del Premio a la Construcción Europea 2023, organizado por el Círculo de Economía en Barcelona, a Rafal Trzaskowski, alcalde de Varsovia (Polonia), ha hecho referencia a la última nota de opinión del Círculo apuntando que vivimos "tiempos de transición, de crisis periódicas, solapadas, o con facetas" y, por ello, "es necesario levantar la mirada y tratar de tener una visión a largo plazo". El Rey ha recordado que es necesario "atender lo inmediato, lo urgente, pero no podemos olvidarnos de lo importante, del contexto, los valores, las ideas". Y en esta relevancia, "Barcelona, Cataluña, España… Europa, cuentan con grandísimos activos, con grandes valores compartidos para beneficiarse de esas oportunidades», ha dicho el Rey, para añadir que "solo desde la colaboración seremos capaces de aprovecharnos eficazmente, de aprovecharnos solidariamente y también sostenidamente"".
31 de mayo, santoral: Petronila de Roma, Félix de Nicosia, Hermias de Comana, Noé Mawaggali y Silvio de Toulouse.