Morir en las calles de Barcelona y los Mossos cambian de camisa
Seis personas sin hogar mueren al mes en la capital catalana. La consejería de Interior vende a bombo y platillo el cambio de uniforme de los Mossos. Junts estira el chicle del policía del amor
4 febrero, 2023 08:41Una de las primeras acciones de Ada Colau tras ganar las elecciones municipales de 2015 fue recorrer las calles de Barcelona para realizar un censo de las personas que dormían al raso. Se trataba de una iniciativa de la Fundación Arrels, cuyos voluntarios, unos 700 para la ocasión, contabilizaron un mínimo de 892 personas sin hogar. El compromiso de Colau era evidente. De hecho, había logrado la alcaldía con la promesa, entre otras, de facilitar el acceso a la vivienda, de acabar con los desahucios, de ofrecer una "solución habitacional" a los más pobres de entre los pobres y poner punto y final a la escasez de vivienda asequible para el común de los ciudadanos.
Ocho años después el balance no permite a la alcaldesa presumir de haber cumplido con sus objetivos. De hecho, todas las expectativas suscitadas por su acceso a la alcaldía se han visto frustradas. A día de hoy, cada vez hay más personas tiradas en la calle y las iniciativas de los comunes en materia de vivienda se han saldado con un notorio fracaso. Claro que para eso, las autoridades municipales han contado con la indispensable inacción de la Generalitat.
Este invierno está siendo muy duro para los "sintecho". "Seis muertos al mes: el dato más dramático del sinhogarismo en Barcelona". Ese es el titular de apertura de este diario, Crónica Global, que aporta en el sumario algún dato más: "El frío hace mella este enero y deja varias víctimas mortales, dos de ellas en un solo día; todos eran hombres y con una media de edad de 54 años". La información es de Noelia Carceller y Sara Cid, quienes escriben que "seis personas sin hogar mueren cada mes en Barcelona. Ese es el dato más dramático del sinhogarismo, un problema todavía invisible para una sociedad y unas instituciones que no proporcionan los recursos necesarios para dar una solución a las 5.142 personas --según los datos de la Fundación Arrels-- que no tienen hogar en la Ciudad Condal. La crudeza de este invierno tampoco ayuda, todo lo contrario. Este enero se ha saldado con seis víctimas mortales, dos de ellas en un solo día. Cuatro vivían a la intemperie y las otras dos residían en un piso proporcionado por esa entidad".
Párrafos después, Carceller y Cid apuntan que "si bien es cierto que el consistorio de Barcelona habilitó, en el marco de la Operación Frío, 262 plazas adicionales para que las personas sin hogar pudieran resguardarse de las gélidas temperaturas, hace tres días que las han cerrado, pese a que las temperaturas superan por poco los cero grados, lo que supone un riesgo vital para quienes duermen en la calle. Las plazas habilitadas no son suficientes para dar respuesta a las necesidades de la ciudad. Tras el cierre de las adicionales, el consistorio solo ofrece 75 plazas para la época invernal. 'Los refugios están colapsados, no hay suficientes recursos', denuncian desde Arrels. En este sentido expresan que el peso no debe recaer solo en el Ayuntamiento de Barcelona, también en otros consistorios de poblaciones cercanas y de la propia Generalitat, que no ha logrado paliar el problema pese a dar 'algún paso tímido'".
Las personas sin hogar no votan, pero no estaría de más que formaran parte de la agenda de los candidatos a la alcaldía de Barcelona.
Ajenos por completo a esta dramática situación, en la Generalitat se solazaron ayer a gusto con la presentación del nuevo uniforme de los Mossos d'Esquadra, otro gran logro de la política catalana. El consejero de Interior, el señor Joan Ignasi Elena, no cabía en sí de gozo. En El Nacional saludan la novedad con este impactante titular: "Los Mossos jubilan el uniforme de 1984 y se visten de futuro y policía moderna". ¿De futuro? Ya han empezado las críticas. De entrada, que el estilismo de los Mossos refleja una acusada inspiración en los uniformes del Cuerpo Nacional de Policía. Del texto del referido digital: "No es un cambio de unas prendas de ropa por otras. Así lo manifestó el comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent, en una carta enviada a todos los agentes de la policía de Catalunya, esta semana cuando anunció que sería este viernes, 3 de febrero, el día D, el día que los Mossos d'Esquadra dejarían atrás su uniforme que han llevado durante casi 40 años. La camisa 'azul Oxford' deja paso a una camisa más oscura, más operativa y mucho más moderna. La uniformidad que se ha llevado hasta hoy, obra del diseñador Antoni Miró, se guardará para actos institucionales y la nueva, que desde hoy (viernes) a las dos de la tarde, ya es el oficial y se puede ver por las calles de Cataluña, moderniza la imagen de los Mossos d'Esquadra, y, al mismo tiempo, mejora la seguridad, la movilidad y la confortabilidad de los agentes, con tejidos técnicos que tienen que mejorar el trabajo de los policías que están en la calle".
Sigue la nota: "Este mediodía, aprovechando el cambio de turno, los Mossos d'Esquadra, con el conseller Joan Ignasi Elena y la jefe del cuerpo, han hecho un acto oficial para presentar la nueva uniformidad. Se ha celebrado un briefing en el exterior de la comisaría de la capital del Bages y se ha mostrado el nuevo uniforme y también se ha aprovechado para enseñar los nuevos vehículos, de la renovación del parque móvil. El titular de Interior ha coincidido con el comisario Sallent de la importancia de este cambio y el paso histórico que representa, también para dotar a las Unidades de Seguridad Ciudadana (USC), las unidades de primera respuesta policial en todos los barrios, pueblos y ciudades del país, de las herramientas de trabajo más adecuadas para prestigiarlas".
Un paso histórico, dicen Sallent y Elena, henchidos de modestia, pero inflamados de orgullo. Según la misma nota, el cambio de vestuario ha costado 11 millones de euros, el chocolate del loro y más ahora, con los presupuestos autonómicos más expansivos de la historia universal. Esa módica cantidad ha servido para adquirir "84.240 camisas de manga corta, 60.148 camisas de manga larga, 79.621 pantalones elásticos, 27.064 forros interiores, 18.486 gorras operativas y 14.965 cazadoras técnicas con desmontable térmico", según el reporte del diario dirigido por Antich.
Más seguridad ciudadana. Informa El País de que "La Audiencia de Lleida absuelve a Pablo Hasél de desórdenes públicos tras la detención de Puigdemont". Punto para el rapero. En el sumario se abunda en que "El tribunal exculpa al colectivo de 11 acusados, incluidos los que habían pactado una pena con la Fiscalía, por falta de pruebas". El texto de Alfonso L. Congostrina y en el se da cuenta de la sorprendente manera en que los acusados, incluidos los que reconocieron los hechos, han salido de rositas: "La acusación pública sostuvo que el 25 de marzo de 2018, el rapero y el resto de acusados acorralaron a los agentes que custodiaban la subdelegación del gobierno de Lleida con patadas y empujones. Según la Fiscalía, los acusados taparon su rostro y 'sustrajeron' a algunos mossos las emisoras de radio, lanzaron objetos y realizaron pintadas en el edificio. El tribunal ha concluido en su sentencia que lo único que se ha acreditado es que los 11 acusados estaban en la protesta pero no hay ninguna prueba que acredite que fueron los que acabaron alterando la paz. Por ese motivo la Audiencia de Lleida no solo absuelve a Hasel y a los seis que declararon en la vista oral sino que también (en una decisión muy excepcional) absuelve a los cuatro que ya habían reconocido los hechos y habían pactado con la Fiscalía".
Los policías agredidos eran Mossos d'Esquadra con el viejo uniforme, que seguro que tuvo mucho que ver en el fiasco. Por su parte, el acusado Rivadulla Duró, alias Pablo Hasél, reconoció que estuvo en la protesta en contra de la detención de Puigdemont, pero que ese día estaba en tercera fila.
Mientras tanto, prosiguen las chanzas a cuenta del agente de la Policía Nacional que habría seducido a ocho mujeres de los movimientos antisistema para, supuestamente, recabar información de sus actividades. Al policía le han bautizado como "Rabocop" y se reclaman para él toda clase de medallas al mérito. La denuncia está siendo contraproducente para los intereses de los círculos okupas, pero eso no arredra a quienes pretenden explotar el caso, como el partido Junts de Puigdemont. Su portavoz en el Congreso, doña Pilar Calvo, ha registrado una batería de preguntas dirigida a la ministra de Igualdad, la señora Irene Montero, empeñada como es notorio en la defensa numantina de su ley del solo sí es sí. Así lo cuenta el Abc: "La portavoz de Junts en la Comisión de Igualdad del Congreso, Pilar Calvo, ha pedido al ministerio que dirige Irene Montero que aclare si considera que el policía infiltrado en un centro 'okupado' de Barcelona ejerció 'violencia sexual institucional' contra las mujeres que le han denunciado. La diputada de Junts apunta que casos como este suponen un 'ataque frontal' a las políticas de Igualdad del Gobierno, 'puesto que se traslada a las mujeres la idea de que pueden ser utilizadas sexualmente, cosificándolas, degradándolas o maltratándolas psicológicamente bajo el amparo y la tolerancia del Estado'. Al respecto, la diputada de Junts ha registrado una serie de preguntas en el Congreso para que el departamento de Irene Montero explique si considera que se trata de un caso de 'violencia sexual institucional', dado que el agente 'que tuvo relaciones con las cinco mujeres denunciantes actuaba como agente del Estado y debía informar a sus superiores de su actividad y, presuntamente, éstos la toleraron'".
De modo y efecto que Calvo proporciona más combustible a quienes se chotean del caso del agente seductor, el madero del poliamor.
En otro orden de cosas, pero sin salir de ese florido mundo del independentismo, el letrado Gonzalo Boye sigue su campaña de denuncia sobre la comprensión lectora de quienes consideran que la última sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) no favorece los intereses de sus patrocinados. El abogado considera que sólo él sabe leer. "Cuando acaben de leer la sentencia verán la goleada", declara a Vilaweb. Una cosa sí es cierta. A la defensa de Puigdemont le caben todavía decenas de recursos para impedir la extradición del expresidente de la Generalitat y que no es probable que los jueces belgas se enmienden la plana.
Más problemas para el futbolista Alves. "La jueza ofrece a una amiga de la víctima denunciar a Alves por otra agresión sexual", apunta un titular de El Periódico relativo a una información de J. G. Albalat y Guillem Sánchez: "La jueza que investiga la presunta agresión sexual del exjugador del FC Barcelona Dani Alves ha ofrecido este viernes a una de las amigas que acompañaba a la víctima la posibilidad de denunciar al futbolista, después de que ambas ratificaran que el astro brasileño les había realizado tocamientos. A la primera, según declaró ante los Mossos, el deportista le había puesto la mano en la entrepierna, mientras que a la segunda le rodeó la cintura con un brazo. La testigo, sin embargo, ha rechazado hoy denunciar a la estrella brasileña porque, ha precisado, lo relevante y grave era lo que le había ocurrido a su amiga en lavabo del reservado de la discoteca Sutton; es decir, la supuesta violación".
Y: "Estas dos testigos, que han comparecido en la Ciutat de la Justícia bajo la protección de los Mossos, aseguraron también ante la policía y confirmaron a la jueza que desconocían que en el reservado había un lavabo y que creían que la puerta conducía a otra sala del mismo local o a un lugar donde se podía fumar. Lo mismo pensaba la denunciante. En el baño no hay un cartel identificativo. Un dato que avala esa apreciación es que la amiga de la víctima fue al lavabo general de la discoteca y no a ese".
4 de febrero, santoral: Gilberto de Sempringham, Juana de Valois, Aventino de Chartres, Aventino de Troyes, Eutiquio de Roma, Fileas de Thmuis, Filoromo de Alejandría, Gémino confesor, Isidoro de Pelusio, José de Leonessa, Juan de Brito, Nicolás estudita, Rabano "Mauro" y Remberto obispo.