El factor chino y Sánchez promete rebajas fiscales
Rusia y Ucrania reanudan las conversaciones en medio de una ofensiva atroz de Putin contra la población civil. El presidente del Gobierno anuncia un plan económico para paliar los efectos bélicos
15 marzo, 2022 08:27La guerra se estanca. Las tropas de Putin topan con una resistencia y determinación feroces por parte de los ucranianos, que no son un debilitado pueblo de la Europa rica. El presidente Zelenski dirige las operaciones de contrapropaganda en Kiev, sometida a un tormento. Los cadáveres se pudren en las calles de la ciudad de Mariúpol, los proyectiles rusos llegan a las fronteras de la OTAN, los precios entran en barrena inversa y la diplomacia embarranca en conversaciones sin resultados. El ardor guerrero de los mandatarios occidentales ha bajado unos cuantos decibelios. En el minuto y resultado, Putin maneja las piezas blancas del ajedrez y tiene la iniciativa. Y ha sacado a calentar al primo del refresco, su amigo Xi Jinping.
La combinación de diplomacia y bombardeos es uno de los rasgos destacados de la invasión de Ucrania, el mantenimiento de conversaciones en términos civilizados con las matanzas de civiles. Ni siquiera se reporta una especial tensión entre las delegaciones contendientes. Hoy se reanudan. Ayer pasaron a un segundo plano por el encuentro chino-estadounidense en Roma. El mundo ha retrocedido a la convulsa Europa de los años treinta del siglo pasado. En la ONU se habla abiertamente de un conflicto nuclear y de la III Guerra Mundial.
"Rusia golpea a las ciudades en plena ofensiva diplomática", titula de entrada El País. Los encabezamientos comienzan a ser asépticos, sin víctimas mortales ni atrocidades en paritorios. Pero los muertos civiles se cuentan por miles. El plan de Putin contempla la destrucción total de Ucrania y no muestra signos de que las sanciones económicas hayan hecho mella en su capacidad militar. En el diario de Prisa firman L. de Vega, I. Seisdedos y M. V. Liy la crónica, los partes diplomático y militar: "Rusia endureció ayer sus ofensivas contra grandes ciudades de Ucrania mientras se intensificaban los esfuerzos diplomáticos, pero sin resultados tangibles. El ejército de Vladímir Putin bombardeó Kiev, de donde ya han salido casi la mitad de sus tres millones de habitantes. En el este, los separatistas prorrusos denunciaron un ataque en Donetsk del que culpan a Ucrania, que lo niega, y al que atribuyen 16 muertes. El acoso ruso persiste en Járkov y Mariupol. Delegaciones de Moscú y Kiev mantuvieron ayer conversaciones telemáticas que seguirán hoy. Y el consejero de seguridad nacional de EE UU, Jake Sullivan, se reunió con el consejero de Estado chino, Yang Jiechi. Washington informó a sus aliados de su temor a que China se involucre en la guerra prestando ayuda militar a Rusia, lo que niegan Pekín y Moscú".
Y: "Los ataques en diferentes regiones de Ucrania y el estruendo de las bombas siguen silenciando posibles avances en las conversaciones para llegar a un acuerdo que ponga fin a la guerra tras 19 días de invasión rusa. Un proyectil lanzado sobre un edificio residencial de ocho plantas en Obolon, un barrio al norte de Kiev, provocó ayer al menos un muerto. Otro ataque cerca de la fábrica aeronáutica Antonov causó otra víctima mortal. Es, de nuevo, una señal clara de que, aunque no haya conseguido todavía su objetivo de someter a la capital, ni siquiera acercar sus soldados al centro urbano, el presidente ruso, Vladímir Putin, no se olvida de la principal urbe del país, que cada vez está más rodeada".
En El Confidencial abren con la irrupción de China en la escena. "Washington y Moscú cortejan a una China clave para el desenlace de la guerra en Ucrania", dice el referido digital en su apertura. El texto es de A. F. Cruz, que escribe: "El lunes, el frente decisivo en la guerra de Ucrania se libró en Roma. Allí, a más de 1.600 kilómetros del epicentro de los combates, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, se reunió con el jefe de la diplomacia del Partido Comunista Chino, Yang Jiechi, en un vis-a-vis diplomático crucial para el desenlace del conflicto. Durante más de siete horas --a puerta cerrada y en un hotel blindado--, los altos funcionarios discutieron el ambiguo papel de China ante la ofensiva desatada en Europa por Vladímir Putin con la que ha hecho saltar por los aires el orden mundial. Estados Unidos teme que Xi Jinping otorgue soporte militar al Kremlin. Pekín niega haber recibido ninguna petición de apoyo. Y Ucrania sigue soportando el inclemente bombardeo ruso, de Kiev a Mariúpol, cuando se cumple el vigésimo día de la invasión".
Sigue el texto: "Horas antes, una desconocida editora del Canal Uno, identificada como Marina Ovsyannikova, dejaba la imagen del día al interrumpir el principal telediario estatal ruso al grito de "No a la guerra" y con un cartel que rezaba: "Paren la guerra. No crean la propaganda. Os están mintiendo". La mujer fue arrestada y podría enfrentar severos cargos bajo la nueva ley aprobada por Putin, que castiga hasta con 15 años de cárcel "la difusión de información falsa sobre las Fuerzas Armadas". El gesto ha marcado el debate en redes sociales, donde también se han compartido varios vídeos con detenciones arbitrarias de varios activistas rusos contra la guerra sosteniendo papeles en blanco".
En España, "Pedro Sánchez promete una rebaja fiscal y más gasto en Defensa sin precisar", se anuncia en El Mundo. Escribe Marisa Cruz: "Habrá una bajada de impuestos para hacer frente a las consecuencias económicas de la invasión de Ucrania, pero habrá que esperar. El presidente del Gobierno no quiso anticipar esta noche en la entrevista que concedió a La Sexta, ninguna medida concreta y remitió al Consejo de Ministros del próximo 29 de marzo que aprobará el Plan Nacional de choque para minimizar las repercusiones de la guerra en la economía española. También habrá, dijo, un aumento en el gasto de Defensa, pero también en este caso habrá que esperar. Al menos hasta que, después del verano, se elabore el próximo proyecto de Presupuestos. Según Sánchez el gasto de Defensa en España es ahora del 1,4% del PIB, sin embargo, los expertos apenas lo cifran en el 1,2".
Sánchez apuntó también, según escribe Cruz que "«hay que frenar la guerra y eso implica parar los pies a Putin», afirmó antes de hacer hincapié en la necesidad de suministrar «ayuda humanitaria y también material defensivo y ofensivo a Ucrania». «No sabemos qué país va a ser el siguiente», dijo. Pese a ello, no quiso anticipar qué haría España en caso de que Moscú atacara a un miembro de la Alianza Atlántica aunque sí aseguró que estamos obligados por el artículo 5 del Tratado Atlántico y por el 47 del Tratado de la UE de ser solidarios con cualquier país miembro que sea agredido. De momento, sí garantizó que España seguirá enviando armas a la resistencia ucraniana pero no tropas".
En La Razón se descuelgan con el siguiente titular: "Los partidos se preparan para un adelanto electoral". En el sumario se añade que "la versión oficial de Moncloa no convence ni a los socios ni a la oposición, que no descartan que incluso sean en otoño". La pieza es de Carmen Morodo y arranca así: "La guerra de Ucrania empieza también a tener sus efectos en la agenda de la maquinaria electoral de los partidos. Ni socios ni oposición se creen la negación de Moncloa de un adelanto de las elecciones generales, y los efectos de este conflicto en Europa están sirviendo para confirmar las sospechas sobre la posibilidad de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no se resista a la tentación de apretar el botón de las urnas antes de tiempo. El PNV lo viene advirtiendo desde hace meses, a pesar de que Sánchez comprometa su palabra solemnemente a que no vaya a ser así. Ahora, la excusa la puede encontrar en un escenario económico y político excepcional, de guerra, y que requiere de un Gobierno estable y fuerte".
Sigue la crónica: "En las filas socialistas mantienen que Sánchez «sólo se vería obligado a convocar elecciones si acumula derrotas parlamentarias». Pero el argumento no es infalible porque lo han utilizado otros Gobiernos y han acabado convocando comicios antes de tiempo. Y ante las necesidades que impone la política para la guerra, Moncloa sabe, igual que lo saben sus socios, que la ayuda puede que se la acabe dando antes el PP de Alberto Núñez Feijóo que los partidos de la mayoría de investidura".
De La Vanguardia destaca un apunte práctico sobre los efectos de la inflación. "Cuando la luz cuesta un riñón" se titula un texto de Antoni López Tovar: "La inmensa mayoría de las personas con enfermedades de riñón que han decidido dejar de acudir a los hospitales o los centros de diálisis para seguir el tratamiento en casa coinciden en que su calidad de vida ha experimentado una mejora sustancial. Médicos y asociaciones de pacientes coinciden en destacar las ventajas de esta alternativa, que, paradójicamente, no termina de despegar. Al contrario, está en riesgo de contracción, alertan la Sociedad Española de Nefrología y la Federación Nacional de Asociaciones para la lucha contra las Enfermedades de Riñón (Alcer). El motivo es la desmesurada escalada de los precios de la electricidad, que impacta de manera significativa en la factura de los enfermos por el uso de la maquinaria necesaria. “Si voy al hospital no tengo que pagar nada. En casa tendría que ser igual respecto al consumo de luz y agua, pero las ayudas son inexistentes o no están actualizadas en relación a los aumentos de precios”, denuncia Daniel Gallego, paciente en tratamiento domiciliario y presidente de Alcer".
En Cataluña, Ponsatí sigue diciendo barbaridades sobre los costes de la independencia para vender su libro, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha confirmado las acusaciones por corrupción contra Laura Borràs y los profesores hacen huelga contra el consejero Gonzàlez Cambray y su valedor Aragonès.
15 de marzo, santoral: Raimundo de Fitero, Clemente María Hofbauer, Leocricia, Luisa de Marillac, Menigno, Sisebuto, Vicenta de Coria y Zacarías papa.