Fiesta benemérita, desplome de Cs y el prior de Franco
La cúpula de los Mossos se siente ofendida por el discurso del general de la Guardia Civil Garrido. Vox "sorpasa" a Ciudadanos en el sondeo de 'El Mundo'. Desobediencia en el Valle de los Caídos
10 octubre, 2019 09:01Banderas de España, tricornios, fiscales, la secretaria judicial del 13 y medalla póstuma al juez Ramírez Sunyer, el magistrado que ordenó el registro judicial en la Consejería de Economía de 20 de septiembre de 2017. Fiestorro en la casa cuartel de Sant Andreu de la Barca por la patrona de la Benemérita, Nuestra Señora del Pilar. Y ese general de la Guardia Civil, Pedro Garrido, natural de Lleida, que a mayor abundamiento en prístino catalán va y dice que "ho tornarem a fer".
"Nos mantenemos firmes en nuestro compromiso con España de trabajar por la libertad y seguridad de todos los ciudadanos. Lo demostramos hace dos años, y lo hemos hecho de nuevo recientemente. Y cada vez que sea necesario lo volveremos a hacer, porque tenemos la convicción de que la sociedad que servimos entiende y cree que no hay libertad ni seguridad fuera del marco de la ley", manifestó el jefe del Instituto Armado en Cataluña mientras Brauli Duart, secretario general del departamento de Interior y Pere Ferrer, director general de los Mossos, no salían de su asombro.
Normal. No están acostumbrados a la benemérita parafernalia, esa marcialidad teñida de rojo y gualda, los tocados y las bandas cruzadas, el punto Ahumada. Y menos en Cataluña, donde es más usual el atavío policial de chistera y alpargata. Total que la cúpula de la policía de la Generalitat tocó el dos a su manera, sin que nadie se diera cuenta de si habían estado o se habían marchado, como en el 1-O. Luego más tarde fueron los digitales del independentismo quienes dieron la nota de que Duart, Ferrer y Eduard Sallent, el comisario jefe, se habían dado el piro ofendiditos por el tono de los discursos sobre la revolución de las sonrisas que se vuelven odio, el material inflamable de los CDR y todo eso.
Hay una cierta confusión sobre lo sucedido. La delegación del Gobierno minimiza el episodio que agudiza el Govern. En Crónica Global se da cuenta del asunto en un texto de Alejandro Tercero: "Duart, Ferrer y Sallent no acudieron a la comida piscolabis posterior pero sí estuvieron presentes hasta el final del acto protocolario. De hecho, tanto el secretario general de Interior como el director general de los Mossos se despidieron “cordialmente” de Cunillera, de Garrido y del director general de la Guardia Civil, Félix Azón".
Sigue la pieza: "Sin embargo, durante el refrigerio, Cunillera se enteró a través de la prensa digital del enfado de los dirigentes autonómicos con el discurso de Garrido, especialmente con las presuntas referencias al exmayor Josep Lluís Trapero y a la intendente Teresa Laplana, investigados por la Audiencia Nacional. Unas alusiones que fuentes de la Delegación del Gobierno aseguran que no se produjeron. Las informaciones filtradas por la Consejería de Interior aseguraban que los dirigentes policiales autonómicos habían abandonado el acto al sentirse ofendidos".
Total que Cunillera se fue al cuartel general de los Mossos para aclarar las cosas. De la misma nota de Crónica Global. "La reunión de Cunillera, Duart, Ferrer, Sallent --“un café”, según la han calificado fuentes conocedoras de la misma-- se ha desarrollado en la más absoluta cordialidad y ha resultado plenamente satisfactoria para ambas partes".
Sin embargo y según El Nacional, Cunillera pidió perdón: "Segons han informat fonts del Govern a El Nacional, Cunillera ha traslladat les seves disculpes i les del Ministeri de l'Interior al cos policial perquè ha considerat ofensives les paraules de la Guàrdia Civil. (...) De la seva banda, des de la Delegació del govern espanyol s'ha indicat que el que s'ha celebrat aquesta tarda ha estat una trobada amb caràcter informal, i no per rebaixar tensions perquè, segons han dit, no n'hi ha".
Por la tarde estuvo en Barcelona el presidente del Gobierno en funciones y candidato del PSOE Pedro Sánchez, que en los últimos días ha modificado su registro. Según la crónica de Pere Ríos en El País, el aspirante socialista ya no habla del 155: "En su segunda visita a Cataluña en menos de dos semanas —tras asistir el 29 de septiembre a la Fiesta de la Rosa— Sánchez afirmó que el independentismo representa un proyecto político “fracasado”. “Ahora se ve el dolor que han causado en sus filas, ahora se ven desnudos ante esa falacia y se ve lo que cuesta recoser la convivencia”, declaró. En vísperas de la sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes del procés y de la respuesta que ofrezca el independentismo, Pedro Sánchez orilló ayer en Barcelona cualquier advertencia sobre la aplicación del artículo 155 de la Constitución y apostó por defender en Cataluña “un proyecto político plural y una España que se reconozca en su diversidad”".
Las señales de humo de las encuestas se ceban contra Ciudadanos, paladín del 155. El último sondeo de El Mundo refiere el retroceso de la formación de Albert Rivera hasta la quinta plaza, por detrás de Vox, a quien estaría beneficiando el culebrón sobre la exhumación de Franco. Estos son los resultados: PSOE, 27,9%, 124 escaños; PP, 21,3%, 98; UP, 12,6%, 35; Vox, 10,2%, 28; Cs, 10%, 22; Más País, 4,3%, 6; ERC, 3,6%, 14; JxCat, 1,7%, 7; PNV, 1,6%, 6; Otros, 6,8%, 10.
Analiza los datos Marisa Cruz: "La formación naranja se perfila como la gran perjudicada por la nueva convocatoria electoral. La encuesta predice para Albert Rivera un auténtico desplome, más llamativo si cabe por el hecho de que hace apenas seis meses fue el partido que más engordó en las urnas. Los 57 escaños que logró el 28-A llevan camino de dividirse entre tres. Ahora, sólo conseguiría 22 lo que le relegaría al puesto de quinta fuerza en el Congreso".
Sigue Cruz: "El partido de derecha radical de Santiago Abascal estaría en condiciones de darle el sorpasso. El sondeo de Sigma Dos pronostica para Vox hasta 28 diputados. Todo parece indicar que la bolsa de votantes que consiguió en abril le mostrará fidelidad e incluso que logrará ensancharla con mensajes extremos. La inminente exhumación de Franco y la respuesta que se dé en Cataluña a la sentencia del procés pueden ser para ellos terrenos abonados para captar votos".
En cuanto a la izquierda, la nota apunta que "no bastaría una alianza PSOE, Unidas Podemos, Más País y PNV para alcanzar la mayoría absoluta. Sería necesario el respaldo del secesionismo, bien explícito bien mediante la abstención. Y esto, tras la sentencia del 1-O es muy improbable".
De la sentencia escribe José María Brunet en La Vanguardia que se dará a conocer el próximo lunes: "El Tribunal Supremo (TS) ha concluido ya los capítulos más difíciles de la sentencia del caso 1-O, singularmente el cuadro de penas. El presidente de la Sala Penal y ponente del fallo, Manuel Marchena, había querido dejar esta cuestión para el final, para evitar filtraciones. Fue el pasado lunes cuando quedó ultimado el acuerdo sobre las penas que se impondrán a los procesados que sean condenados. Sobre el tipo delictivo principal –rebelión, sedición o conspiración para la rebelión– existía ya un consenso desde mucho antes. Era necesario el acuerdo para dar coherencia a la sentencia en general y al relato de hechos probados en particular".
Respecto a Franco, el prior del Valle de los Caídos se resiste cual gato panza arriba a facilitar la exhumación. El religioso se ha puesto en modo desobediente y anuncia urbi et orbe que no piensa dejar entrar a nadie al recinto de su competencia. Igual que en las universidades la policía necesita la autorización del rector, en los monasterios mandan los abades y en su defecto, los priores. De la nota de Antonio Salvador en El Independiente: "Más vale morir por las leyes divinas que hacer traición de los derechos de la Iglesia rindiéndose a los despreciadores y violadores de esas divinas leyes, porque no resistirles no cabe duda que es renegar la fe de Cristo". Santiago Cantera Montenegro (Madrid, 1972), prior de la abadía del Valle de los Caídos desde hace cinco años, está decidido casi diez siglos después a seguir hasta las últimas consecuencias la proclama del Papa San Gregorio VII en el pleito que mantiene con el Gobierno de Pedro Sánchez a cuenta del proyecto de exhumación de los restos de Franco".
En El Diario Jesús Bastante apunta que "su cruzada (la del prior) contra la decisión del Gobierno se alimenta de razones políticas (su ideología), sentimentales (la promesa que hizo a los nietos del dictador) y religiosas (la exhumación supondría, en su opinión, vulnerar los Acuerdos Iglesia-Estado y profanar una tumba católica). Y con estos estandartes –de acuerdo con lo que ha comunicado al Gobierno– piensa librarla hasta el final".
Prosigue Bastante: "La posición del prior ha chocado con la propia Iglesia católica. Desde el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, al abad de Solesmes, Philippe Dupont, llegando al mismísimo Vaticano, todas las instancias eclesiásticas han conminado a Cantera a que acate las sentencias judiciales. Eso sí: en privado. En público no ha habido, por el momento, ninguna amonestación. Distintas fuentes eclesiásticas explican que esperaban, al menos hasta ahora, que finalmente no hiciera falta. El documento presentado ante el Supremo y la carta que ha enviado el prior al Gobierno en la que se niega a autorizar la exhumación indican justo lo contrario. Estrictamente, el único que puede obligar a Santiago Cantera a claudicar en esta batalla es el papa Francisco".
Al Papa precisamente es a quien se trabaja el Gobierno, según nota de Andrés Bartolomé y A. Rojo en La Razón: "La vicepresidenta del Ejecutivo, Carmen Calvo, viajaba a Roma para participar en el sexto Consistorio convocado por el Papa Francisco en el que creó trece nuevos cardenales, entre ellos, dos españoles: el comboniano Miguel Ángel Ayuso y el salesiano Cristóbal López. Y no lo hizo sola, le acompañaba la subsecretaria de Estado de Exteriores, Ángeles Moreno, al frente de la delegación institucional de mayor rango de cuantas celebraciones se han celebrado en Roma desde que Pedro Sánchez está en La Moncloa. (...) A su llegada a la basílica de San Pedro, Calvo pudo saludar al Papa al igual que el resto de delegaciones de los demás países. Sin embargo, el secretario de Estado vaticano Pietro Parolin tuvo la deferencia de acercarse hasta la silla donde estaba ubicada la vicepresidenta como gesto de cordialidad. Fue un encuentro que duró apenas dos minutos, pero en el que ambos conversaron con naturalidad sobre la relevancia de la ceremonia vaticana, pero en la que ni tan si quiera hizo falta hacer mención alguna al caso Franco porque ambos lo daban por cerrado".
10 de octubre, santoral: Cerbonio de Populonia, Claro de Nantes, Gereón y compañeros, Pinito de Cnosos, Tanca de Ramerude y Tomás de Villanueva.