Así es la técnica de guerrilla de los anarquistas y la ‘kale borroka’ para el 1-O
La presencia de radicales en Cataluña formados en la táctica 'black bloc' preocupa a los mandos policiales. 'Crónica Global' ha tenido acceso al manual que utilizan estos grupos
29 septiembre, 2017 00:00El objetivo de los responsables de la seguridad del 1 de octubre, fecha prevista para celebrar el referéndum de independencia, es evitar que haya episodios de violencia callejera. Los ánimos están muy caldeados y la presencia en Cataluña de anarquistas y radicales vascos, tal como avanzó este medio, preocupa a los cuerpos policiales encargados de impedir el acceso a los locales designados para votar. También los posibles altercados que puedan producirse en vísperas del 1-O.
Entre las fuerzas de seguridad del Estado circula un manual titulado “Black bloc. Porque la libertad no será parlamentada”, donde se pormenoriza esa táctica de guerrilla que los movimientos antisistema, así como los miembros de la kale borroka vasca, utilizan en sus movilizaciones callejeras, teniendo como referente las acciones llevadas a cabo con motivo de la reunión del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional en Seattle y Washington.
A lo largo de 70 páginas, este informe apócrifo y con muchas faltas de ortografía —posiblemente se haya traducido de otros idiomas— al que ha tenido acceso Crónica Global, describe muy concienzudamente cómo operan las Unidades de Intervención Policial y cómo responder ante los dispositivos antidisturbios.
Quema de un vehículo policial en la huelga general de 2012 en Barcelona
Fuentes del Ministerio del Interior han advertido de la presencia de anarquistas y de la kale borroka vasca en Cataluña, con estrechas relaciones con el movimiento okupa, con motivo del referéndum del 1 de octubre. Admiten preocupación ante posible altercados. Existen precedentes, como el de la huelga general de noviembre de 2012, cuando se quemaron vehículos policiales.
El cerco policial y judicial al 1-O ha caldeado el ambiente hasta el punto que tanto el Ministerio del Interior como la consejería catalana de Interior intentaron ayer rebajar la tensión. Pero los cuerpos policiales están en alerta ante la llegada de anarquistas y radicales vascos, entrenados en la guerrilla urbana.
Okupas de Gràcia se enfrentan a la policía en Barcelona
El manual explica cómo debe ser el vestuario de estos activistas de la “no violencia activa”: ropa negra (de ahí el nombre de black bloc, bloque negro), capucha indispensable, varias camisetas de diferentes color, pañuelo o pasamontañas “mojados con vinagre o coca-cola para evitar el ardor que provoca el gas lacrimógeno”.
Avisan del riesgo de llevar móvil con contenido que puede comprometer al propietario en caso de detención —“Manuales como éste no es necesario llevarlos ese mismo día en la memoria del móvil”, aconsejan—.
Siete métodos de enfrentamiento con la policía
Recomiendan, asimismo, llevar el DNI en el bolsillo, dejando la mochila para llevar otros objetos que, en un momento dado, tengan que tirarse. Calculan que la actuación en grupos debe ser de tres o cuatro manifestantes por policía. Y que es aconsejable repartir las responsabilidades por equipos: uno dedicado a abastecer de piedras o adoquines para ser lanzados; otro sanitario para hacer los tratamientos contra gases lacrimógenos, y otro “facilitador” que desbloquee un camino si un compañero queda atrapado.
Para aguantar ante los enfrentamientos policiales, plantean siete métodos: lanzamiento de objetos, botellas, cócteles molotov, bloqueo de calles, quema de vehículos, descentralizar la acción (crear “focos autónomos de resistencia”) y atacar las estructuras “capitalistas” (comercios, entidades bancarias, mobiliario urbano).
Inutilizar al policía
Este manual describe incluso las distintas técnicas que utiliza la policía para hacer sus lanzamientos de pelotas de goma (prohibidas en Cataluña después de que Esther Quintana perdiera un ojo debido al impacto de uno de estos proyectiles) y botes de humo.
Cómo “inutilizar al portador de la porra”, es decir, al policía, o “arrebatar el escudo al madero” forman parte de ese adoctrinamiento guerrillero, así como una serie de recomendaciones en el supuesto de detención.