Uno de los posibles sucesores de Puigdemont: el alcalde de Mollerussa, Marc Solsona (d) junto a Josep Rull (i) y la exconsejera de Gobernación, Meritxell Borràs / GENCAT

Uno de los posibles sucesores de Puigdemont: el alcalde de Mollerussa, Marc Solsona (d) junto a Josep Rull (i) y la exconsejera de Gobernación, Meritxell Borràs / GENCAT

Política

El PDeCAT da por amortizado a Puigdemont

La subida que las encuestas dan a Junts per Catalunya revoluciona el territorio, donde dirigentes municipales se suman a la carrera por la sucesión: ahora suena Marc Solsona, de Mollerussa

14 diciembre, 2017 00:00

El inesperado aumento de escaños que las encuestas de intención de voto otorgan a la lista de Junts per Catalunya ha dado el pistoletazo de salida a la carrera por la sucesión de Carles Puigdemont quien, a pesar de encabezar esa lista, tiene difícil presentarse a la investidura debido a sus problemas con la justicia. A esa carrera, en la que figuran nombres como Elsa Artadi, Josep Rull o Jordi Turull, se suman ahora alcaldes convergentes. En paralelo, hay codazos por el liderazgo orgánico de PDeCAT.

Tal como publicó Crónica Global, Puigdemont solo regresará a Cataluña si tiene posibilidades de ser investido. Hace valer su condición de “presidente legítimo” para pedir el apoyo de las fuerzas independentistas aunque JxCat no gane los comicios. Esa incertidumbre ha dado alas a quienes aspiran a la sucesión. Turull y Rull ya se postulan, lo que es visto con buenos ojos en la formación convergente. No así por Artur Mas y Francesc Homs, que apuestan por Elsa Artadi, la directora de campaña de Puigdemont y alma máter de ese invento llamado JxC que también se atribuyen ambos veteranos convergentes.

Mas y Homs, con Artadi

Los intentan, pero ni Mas ni Homs acaban de encontrar su sitio en un partido que quiere marcar distancias con el pasado. De ahí la resignación de algunos dirigentes de PDeCAT, dispuestos a afrontar el futuro desde la oposición, pero con Marta Pascal como jefa del grupo parlamentario que se forme tras el 21D.

A esa guerra por la sucesión de Puigdemont se suman ahora alcaldes convergentes que son conscientes de su poder en el territorio y de su protagonismo --judicial y político-- en el procés independentista. El aumento que las encuestas dan a Junts per Catalunya --hace unos meses se auguraba una debacle para los convergentes-- ha avivado esa pugna por el liderazgo, tanto a nivel electoral como orgánico.

Marc Solsona (alcalde de Mollerussa) es una de las últimas incorporaciones a esa quiniela por la investidura. Presidente del consejo de acción municipal de PDeCAT, Solsona es el único miembro de la ejecutiva convergente que va en la lista de JxC. Lo hace como número dos por Lleida. Por su parte, Lluís Font, responsable de estudios y programas y expresidente del Consejo Escolar de Cataluña, está llamado a ejercer un importante papel en la dirección convergente. Con permiso de Artadi, que se dio de baja del partido pero que podría regresar por la puerta grande como cuota impuesta por Puigdemont.

El dedazo

Las aguas andan revueltas en el ámbito municipal convergente desde que PDeCAT eligió a dedo al sucesor del hasta ahora presidente de la Associació Catalana de Municipis (ACM) y alcalde de Premià de Mar, Miquel Buch, que a principios de diciembre anunció que abandonaría esos cargos. El partido propuso a dedo a David Saldoni, alcalde de Sallent (Barcelona) y miembro de la ejecutiva del partido. Después rectificó y entraron en liza Anna Erra (Vic), David Font (Gironella) y Pere Regull (Vilafranca del Penedès).

Hay que leer estos pequeños pero constantes movimientos de líderes municipales en clave de futuro liderazgo del partido, donde recientemente se ha ampliado la ejecutiva para fortalecer su proyecto político, tanto a nivel municipal como programático. Se incorporan el alcalde de Tortosa y diputado Ferran Bel (Responsable de Acción Política y Estrategia Municipal), Maria Senserrich (Territorial), Montserrat Candini (Relaciones Institucionales y con la Sociedad Civil) y Lluís Font (Estudios y Programas).