Hispanofobia y polémicas de los diputados de Junts per Catalunya
La formación de Carles Puigdemont mantiene una amplia representación en el Parlament a pesar del discurso cada vez más radical, populista y excluyente de muchos de sus representantes
15 febrero, 2021 00:54Junts per Catalunya volverá a contar esta legislatura con una amplia representación en el Parlament. La formación del expresidente de la Generalitat fugado Carles Puigdemont continúa teniendo un fuerte tirón electoral a pesar de las numerosas salidas de tono, meteduras de pata y preocupantes tics hispanófobos de sus candidatos y ahora diputados. Algunos de los cuales repiten en el cargo, habiendo tenido algunos de ellos el mando de algunas conselleries. Empezando por su propia presidenciable, Laura Borràs.
De la "colonia" de Borràs...
La hasta ahora diputada de Junts en el Congreso, y con anterioridad consellera de Cultura durante el mandato de Quim Torra, ha tenido serios problemas para rebatir a lo largo de la campaña los reproches de sus oponentes por el evidente supremacismo de numerosos miembros de su lista, recordándole las afirmaciones de algunos de ellos por haber llamado “colonos” en el pasado a los inmigrantes y a quienes no son son independentistas. Un reproche que Borràs trató de matizar en el debate de La Sexta, apuntando que “el Estado español nos trata como a una colonia”.
A pesar de su intento por desmarcarse de tales actitudes, Borràs fue en su día una de las firmantes del manifiesto Koiné en contra del bilingüismo actual en Cataluña, y cuyos impulsores creen que el franquismo utilizó la inmigración "como instrumento involuntario de colonización" lingüística. La aspirante posconvergente a presidir la Generalitat considera el castellano una “lengua de imposición”, y su rechazo a emplearlo en Cataluña lo demuestran hechos como su negativa a usarlo cuando daba clases en la Universidad de Barcelona si algún alumno se lo pedía por no entender el catalán. “Esta actitud de sumisión y colonización nos la tenemos que sacar de encima", sostuvo en una conferencia hace apenas un año. Más recientemente, equiparó a España con el fascismo, aprovechando la noticia sobre un grupo de una decena de militares que hicieron el saludo fascista en un cuartel de Madrid durante la fiesta de la Inmaculada de 2019: “Esta es la España real”, sostuvo al hacerse eco del suceso.
... A los "colonos" de Canadell
El rechazo al castellano de Borràs también lo comparte su número dos, Joan Canadell, quien considera el bilingüismo “una herencia del franquismo”. Del ultranacionalismo del hasta ahora presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona dan cuenta también otras manifestaciones recientes, como cuando en plena pandemia afirmó que “España es paro y muerte; Cataluña, vida y futuro” y a llegó a mofarse incluso del elevado número de fallecimientos del Covid-19 en Madrid, aludiendo a esta región como “la España vaciada” en un tuit que acabó eliminando el pasado 19 de marzo.
Defensor del revisionismo histórico del Institut Nova Història de Catalunya, según el cual personajes ilustres como Leonado Da Vinci, Cervantes o Colón eran catalanes –en el caso de este último, incluso “familiar del 30º presidente de la Generalitat”--, Canadell llegó a afirmar en el pasado que existen “15 generaciones de catalanes que han sufrido a los españoles”. Y a referirse en su perfil de Twitter a los inmigrantes en Cataluña como “colonos” no capacitados para hacer trabajos cualificados. Una terminología a la que aún recurre en la actualidad, según se aprecia en algunos de sus retuits de este mismo fin de semana en Twitter en los cuales se considera "colonos" a quienes no comparten su concepción nacionalista de Cataluña.
“Los españoles no tienen solución. Al final harán buena la propuesta de que Cataluña sea un Estado libre asociado a EEUU”, dijo en otro de sus mensajes en esta red social, donde ha expresado incluso afinidad por el expresidente de los EEUU Donald Trump.
Las meteduras de pata de Budó
Más comedida, aunque no por ello menos polémica, otra exconsellera que ahora repetirá en el Parlament es Meritxell Budó. La hasta ahora portavoz del Govern también ha protagonizado meteduras de pata sonadas en los últimos años. Como, por ejemplo, cuando al principio de la pandemia manifestó en una entrevista que en una Cataluña independiente hubiera habido “menos muertos”. Una afirmación de la que luego se desdijo, de la misma forma que, en 2019, tuvo que dar marcha atrás en su negativa a responder en castellano en las ruedas de prensa del Govern. O cuando, tras las pasadas municipales, sostuvo que en Barcelona había “ganado el independentismo”, algo que no era cierto. Antes de eso, también se vio obligada a rectificar cuando, siendo alcaldesa de La Garriga, pagó con dinero del ayuntamiento un viaje a Bruselas semanas después de la DUI de 2017. A raíz del revuelo causado, al saberse el escándalo devolvió el dinero.
Artadi, del “España nos roba” a los daños del Tsunami
Entre las consignas habituales de mundo posconvergente y sus mandatarios figura el mantra nacionalista de que España empobrece a Cataluña. “Pensaba que estaba prohibido decir que España nos roba”, afirmaba aún en 2020 la ahora concejal barcelonesa Elsa Artadi, aludiendo así un tuit de un profesor de la UPF, según el cual “el déficit fiscal de Cataluña asciende a 16.000 millones anuales, según la Generalitat”. Un tópico que, en su día, también le sirvió a Artadi para relativizar los daños económicos causados por los manifestantes independentistas de Tsunami Democràtic, al “no ser comparables con el déficit fiscal”
Durante la pasada campaña electoral, Artadi protagonizó junto a otros dirigentes de Junts una fuerte controversia denunciando la retirada de varios carteles de su partido en una calle de Barcelona. Ocultando, sin embargo, el hecho de que éstos se habían puesto en mobiliario urbano y espacios no autorizados, según rebatió el consistorio.
Puigneró y "los mongoles" españoles
La hispanofobia de determinados mandatarios posconvergentes llega al punto, en el caso del conseller de Políticas Digitales Jordi Puigneró, de utilizar términos despectivos como "Ejpañistán" para referirse a España, o incluso a hacer chistes de mal gusto. “¿Sabéis cuál es la diferencia entre un español y un mongol? Una medalla”, se preguntaba Puigneró con motivo de los Juegos Olímpicos de 2012 en sus redes sociales.
El impulsor de la denominada NASA catalana --en la cual la Generalitat invertirá 18 millones de euros a pesar de la grave crisis del coronavirus-- tampoco estuvo nada afortunado en el pasado con sus comparaciones. Así, a los intelectuales españoles que defienden el federalismo los equiparó a “un marido alcohólico/maltratador gritando ‘cambiaré’”. Y, al igual que Borràs, en su timeline de Twitter tampoco faltan las apelaciones al “ADN” español. Con teorías como esta: “La colaboración público-privada forma parte del ADN catalán; en cambio, los que lo queréis todo sólo público es ADN jacobino español”.
Entre sus iniciativas más extravagantes como conseller han figurado algunas como su fallido intento de que los funcionarios de la Generalitat pudieran trabajar en las festividades de la Hispanidad y la Constitución, algo que chocó con el rotundo rechazo de los sindicatos.
La fobia al castellano de Gloria Freixa
Las tesis de asociaciones afines o subvencionadas por la Generalitat como Plataforma per la Llengua, dedicada a intentar erradicar el castellano de los espacios públicos en Cataluña, parecen tener fuerte predicamento en las filas posconvergentes. La diputada Gloria Freixa, por ejemplo, dio muestra de ello celebrando en sus redes sociales un chiste en el que se apelaba a “normalizar nuestra lengua” alentando la delación lingüística.
De la megafonía de Erra a la reunión con ultras de Costa
Puigneró será uno de los numerosos dirigentes posconvergentes que repetirá en el Parlament en esta nueva legislatura. Algo que también ocurre en el caso de Anna Erra, que siendo alcaldesa de Vic también ha protagonizado polémicas sonadas como la difusión a todo volumen, desde la megafonía de su ayuntamiento, de llamamientos a la ciudadanía para “no normalizar” la situación de los políticos presos y fugados del procés.
Otro ilustre alto cargo de Junts que revalidará como diputado es el hasta ahora vicepresidente del Parlament, Josep Costa, a pesar de la radicalidad e histrionismo de muchas de sus manifestaciones y de su reciente participación en una reunión telemática que contaba con partidos de la ultraderecha independentista. Su argumento de que no sabía de antemano quiénes participarían en la cita resultó suficiente para evitar, no sólo su destitución --solicitada incluso por ERC--, sino para tener opciones de repetir escaño en el caso de que Puigdemont y Lluís Puig --huidos de la justicia-- no ocupen el suyo.
Costa está considerado uno de los dirigentes más afines al fugado Puigdemont, al igual que uno de sus abogados, Jaume Alonso-Cuevillas, que tras haber sido diputado en el Congreso --donde ha informado de retribuciones superiores a los 830.000 euros anuales en su declaración de bienes y rentas--, ahora se estrenará en la Cámara catalana.
Vergés Tejero y la “vergüenza de llevar DNI español”
Otro debutante ilustre será Salvador Vergés Tejero. Si en su día Canadell se hizo famoso por fotografiarse conduciendo su coche junto a una careta de Puigdemont en el asiento del acompañante, en el caso de este activista gerundense de la ANC ocurrió algo parecido, pues hasta su elección en las primarias de Junts, en su perfil de Twitter se retrataba ataviado como un CDR, con la cara tapada y un fusil de juguete en la mano.
Del ardor patriótico de Vergés Tejero dan cuenta afirmaciones como las que hizo en un reciente discurso en Olot, ya en plena pandemia: “Nosotros somos diferentes, no tenemos nada que ver con esa gente. A muchos nos da vergüenza tener que seguir llevando el DNI español en nuestra cartera o bolso. Nosotros tenemos otra manera de hacer y de ser”. Además de eso, pidió el boicot a productos españoles y acusó al Estado de “robar 16.000 millones al año” en Cataluña y de tener "torturadores y represores".
Mònica Sales ‘echa’ a Convivencia Cívica de Cataluña
Entre los argumentos más radicales de algunos dirigentes posconvergentes figuran las invitaciones verbales a marcharse de Cataluña. Al igual que la expresidenta del Parlament Núria de Gispert, cuando animó a irse a la dirigente de Cs Inés Arrimadas, la diputada de Junts por Tarragona Mònica Sales hizo lo mismo en 2012 con la asociación constitucionalista y defensora del bilingüismo Convivencia Cívica Catalana. “Yo invitaría a la gente de Convivencia Cívica a abandonar Cataluña. En la España profunda se sentirían más a gusto y todos contentos”, llegó a afirmar en su perfil de Twitter.
Otro diputado convencido de que España “no es una democracia” es Eusebi Campdepadrós, según el cual “España nos roba, nos ha querido robar el pasado, nos roba el presente y el futuro”, según decía hace apenas un año.
El 'España nos mata' de Madaula y De Dalmases
Campdepadrós es uno de los numerosos diputados de Junts que repetirán en el cargo después de haber utilizado el coronavirus para defender la gestión de Quim Torra como presidente y la independencia de Cataluña. Algo que también hizo su correligionaria Aurora Madaula, con afirmaciones como esta del pasado 29 de marzo: “El nacionalismo español nos matará a todos. ¡Cuánta ignorancia e incompetencia en este Gobierno español!". Unas acusaciones muy en la línea de otros de los dirigentes más afines a Borràs, como Francesc de Dalmases, quien semanas después afirmaba que “el Estado español ha pasado de ser inútil a ser nocivo para la salud de los catalanes”.
Jordi Fàbrega: vacuna y concierto
Quien también ha echado mano de la pandemia y la hispanofobia para hacer propaganda secesionista es el diputado ilerdense Jordi Fàbrega. Más allá de su hispanofobia --entre sus exabruptos más llamativos figura decir que en España “llevan la violencia en sus genes”--, en las últimas semanas este alcalde de la localidad ilerdense de La Seu d’Urgell ha sido noticia por haberse vacunado ya del coronavirus, alegando su condición de pediatra. Y también por haber autorizado un concierto en el cual no se mantuvieron las distancias de seguridad.
Las 'fake news' de Ramon Tremosa
Dejando al margen la hispanofobia como tal, otro diputado de Junts que ha destacado por sus meteduras de pata en los últimos años es el hasta ahora conseller de Empresa, Ramon Tremosa, criticado durante su etapa como eurodiputado de CiU por su propensión a difundir bulos y fake news en su intento de difundir a la causa secesionista.
Así, en sus redes sociales, Tremosa ha intentado hacer pasar como una manifestación de apoyo al procés en Bilbao una celebración futbolística de hinchas del Athletic; otra de cargas policiales en Chile para criticar la actuación policial el 1-O; o a difundir una portada falsa de la revista Time. Entre sus denuncias como eurodiputado llegó a figurar una sobre un chiste de la serie de humor de Telecinco Aída ante la Comisión Europea.