La alcaldesa de Girona, Marta Madrenas, y su predecesor, Carles Puigdemont en Waterloo / JxCat

La alcaldesa de Girona, Marta Madrenas, y su predecesor, Carles Puigdemont en Waterloo / JxCat

Política

El feudo de Puigdemont resiste

A pesar de la caída en desgracia de Madrenas y su errática gestión, JxCat volvería a ganar las elecciones municipales en Girona, cuna de la CUP y granero de votos independentistas

18 agosto, 2022 00:00

Hace dos décadas que los convergentes gobiernan la ciudad de Girona. En 2011 y con las siglas de CiU, los nacionalistas lograron arrebatar la alcaldía a los socialistas al obtener 10 concejales. Los mismos que ganaron en 2015, ya con Carles Puigdemont como cabeza de lista, pues fue en esta ciudad donde el hoy fugado arrancó su carrera política. Por aquellas fechas, Puigdemont era un perfecto desconocido, de ahí la gran sorpresa que causó su designación como sucesor de Artur Mas al frente de la Generalitat. Al parecer, el líder el procés se encontraba de compras en el mercado cuando fue informado de que sería el futuro presidente de Cataluña.

En enero de 2016, la CUP pidió la cabeza de Mas a cambio de apoyar la investidura de un presidenciable convergente. Como demuestra el panel electoral publicado por Crónica Global, los antisistema no han perdido su capacidad de influencia. La formación cupaire, eminentemente municipalista, nació en Girona y, según el citado sondeo, si se celebraran elecciones municipales obtendría siete concejales, mientras que Junts per Catalunya (JxCat) lograría nueve ediles, los mismos que ahora tiene el grupo municipal liderado por Marta Madrenas.

Gemma Geis, consejera de Investigación y Universidades del Govern / GENCAT

Gemma Geis, consejera de Investigación y Universidades del Govern / GENCAT

Girona, cuna del independentismo

La renuncia de Puigdemont obligó a los convergentes, ya inmersos en su deriva independentista, a buscar un nuevo líder municipal. El elegido en primera instancia fue Albert Ballesta, quien de forma inesperada, renunció al cargo mes y medio después de tomar posesión. La ungida entonces fue Madrenas, muy próxima a Puigdemont, aunque, en realidad, su despegue tuvo lugar durante el mandato de Quim Torra. Hasta el punto de que sonó como sucesora de su padrino político cuando huyó a Bruselas tras el referéndum del 1-O.

No hay que olvidar que Torra quiso convertir Girona en el epicentro de Cataluña, ante la imposibilidad de que el independentismo penetrara en la ciudad de Barcelona. ERC estuvo a punto de impedir un segundo mandato de Ada Colau en esta ciudad en 2019, pero el apoyo del partido de Manuel Valls permitió a los comunes revalidar el gobierno de la ciudad.

Victoria de Madrenas

Por el contrario, Madrenas ganó ese año las elecciones locales con nueve ediles, mientras que Guanyem Girona --coalición formada por la CUP y los comunes-- logró seis, los mismos que PSC, mientras que ERC, con cuatro, repetía resultado. Los republicanos se habían quedado sin representación municipal en 2011. Desde entonces, sus intentos de superar a sus rivales independentistas han sido infructuosos. La alcaldesa, conocida por su contundente discurso independentista, mantiene una excelente relación con la CUP, lo que ha supuesto una pinza secesionista difícil de superar para ERC.

Madrenas, lo dice el sondeo de Electomania, resiste, a pesar de su errática gestión y de haber perdido el favor de Puigdemont. En diciembre de 2020, Gemma Geis --hoy consejera de Investigación y Universidades-- superó a Madrenas en las primarias de JxCat por Girona. Una elección inesperada que se produjo en plena guerra entre posconvergentes. Y es que el territorio comanche del independentismo no fue ajeno al cisma entre familias procedentes de CDC. Tres concejales de JxCat de Figueres y uno de Girona ficharon por PNC, el partido creado por Marta Pascal. Especialmente significativa fue la marcha de Carles Ribas, que había sido portavoz de Junts en el Ayuntamiento de Girona y llevaba nueve años en el gobierno municipal.