El candidato de la CUP a las elecciones del 21D, Carles Riera, en un acto de campaña / EFE

El candidato de la CUP a las elecciones del 21D, Carles Riera, en un acto de campaña / EFE

Política

La CUP sólo apoyará al nuevo Govern en las votaciones sobre la “república”

Los antisistema dificultan la mayoría soberanista en el Parlament, ya en peligro por los presos y los huidos a Bruselas

3 enero, 2018 09:08

La CUP dificulta todavía más un Govern independentista. El partido antisistema está trazando la estrategia que seguirá a partir de ahora. La opción que se impone, de momento, es que sus cuatro diputados sólo asistirán y participarán en las votaciones del Parlament que estén directamente relacionadas con la independencia, de forma que respeten su programa basado en la unilateralidad.

Según publica este miércoles El Confidencial, los independentistas podrían perder así la mayoría al tratar los demás asuntos frente a las fuerzas constitucionalistas –si se incluye en este bloque a los comunes–. Y es que a los 70 escaños que suman Junts per Catalunya, ERC y la CUP, tendrían que restarse los cuatro antisistemas, lo que situaría a los independentistas en 66.

Sin embargo, si los diputados electos huidos a Bruselas y encarcelados –Carles Puigdemont, Clara Ponsatí, Lluís Puig, Jordi Sànchez, Joaquim Forn, Oriol Junqueras, Meritxell Serret y Toni Comín– deciden no ceder su escaño, tampoco podrían participar en las votaciones y los independentistas se quedarían con 58 diputados, frente a los 65 que suman Ciudadanos, PSC, CEC-Podem y PP.

Constituir un Govern independentista no presentaría, en principio, ningún problema. Sería suficiente con la abstención de los diputados de la CUP en la segunda votación –cuando basta con una mayoría simple para investir al president–.

La llave de los ‘comuns’

Que los ausentes dimitiesen y cediesen sus escaños a los candidatos que les siguen que puedan asistir a los plenos es una posibilidad que los independentistas barajan en situaciones de causa mayor. La victoria de Puigdemont entre las formaciones independentistas dificulta que los comuns quieran apoyar al nuevo Govern, ya que su líder, Xavier Domènech, prometió que no defendería un gobierno de derechas.