Habla una víctima de Wakeful, la empresa de seguridad de La Mercè: "Trabajé jornadas de 14 horas y sigo sin cobrar"
- La contratista estrella de varios ayuntamientos catalanes en vigilancia privada acumula contratos públicos millonarios, pero también un historial de denuncias por incumplimientos, impagos y prácticas laborales que rozan la explotación
- Noticias relacionadas: Wakeful deja tirada la Cabalgata de Reyes de Barcelona a horas de su inicio
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La historia de Álex (nombre ficticio), un joven de 19 años, se suma a la larga lista de testimonios que dibujan un panorama preocupante sobre Wakeful, la contratista estrella de numerosos ayuntamientos catalanes en materia de seguridad privada; entre ellos, el de Barcelona.
Desde hace años, esta empresa ha acumulado contratos públicos millonarios, pero también un historial de denuncias por incumplimientos, impagos y prácticas que rozan la explotación laboral.
Álex, con la ilusión propia de quien comienza su vida laboral, asegura ser una de las tantas víctimas de esta controvertida compañía de Mataró.
Una 'chapuza' que empezó por Whatsapp
Álex supo de Wakeful a través de un amigo, quien le mencionó la existencia de un grupo de Whatsapp donde se ofrecían empleos como auxiliar y vigilante.
Este grupo, coordinado por un tal Cristian, funcionaba como un mercado improvisado para cubrir las necesidades de personal en eventos multitudinarios.
Uno de ellos, las fiestas de La Mercè de Barcelona, requería personal para controlar accesos y custodiar la zona del escenario en la playa del Bogatell.
El procedimiento era tan sencillo como, según denuncia, irregular. A los interesados se les pedían algunos datos personales, incluido el número de afiliación a la Seguridad Social, pero no se firmaba ningún contrato. Álex asumió que formalizaría su situación al terminar el servicio, pero estaba equivocado.
Jornadas extenuantes y promesas incumplidas
El joven asegura que comenzó a trabajar a las seis de la mañana del domingo 15 de septiembre de 2024. Una persona encapuchada le entregó un peto con el logotipo de Wakeful, y ahí terminó su único contacto físico con la empresa.
Su tarea era controlar el acceso de camiones y vehículos al escenario. Sin instrucciones claras, sin material adecuado y sin siquiera una botella de agua, Álex soportó jornadas de 14 horas bajo el sol durante ocho días consecutivos.
Como se puede ver en su cuadrante de trabajo, al que ha tenido acceso Crónica Global, el joven empezaba a las seis de la mañana y terminaba a las ocho de la tarde.
Asimismo, al revisar su situación en la Seguridad Social, descubrió que Wakeful sólo lo había dado de alta por una hora diaria, sumando apenas una jornada laboral en total. Peor aún, hoy, enero de 2025, no ha recibido un solo euro por su trabajo.
Aconsejado por un amigo, Álex guardó todas las conversaciones que mantuvo con Cristian a través de Whatsapp. En los mensajes queda en evidencia cómo, tras haber cumplido con su trabajo, el joven fue completamente ignorado por el coordinador de Wakeful.
Las capturas muestran sus repetidos intentos de obtener respuestas y cobrar lo que le corresponde, sin éxito alguno.
Mientras tanto, el controvertido grupo de Whatsapp sigue activo y continúa ofreciendo puestos precarios. Recientemente, se publicaron ofertas relacionadas con la cobertura de las cabalgatas de Reyes en Mataró y Barcelona, eventos donde Wakeful volvió a estar en el centro de la polémica.
Un patrón de abusos
El caso de Álex no es aislado. A finales de octubre, Crónica Global adelantó la denuncia de un hombre cuyo hijo de 17 años había trabajado como auxiliar en la fiesta mayor de Mataró. Tras dos meses de espera, el adolescente seguía sin cobrar su salario.
El modus operandi de Wakeful parece ser siempre el mismo: captar a jóvenes inexpertos, ilusionarlos con trabajos temporales y dejarlos en el limbo, sin contratos legales y sin pagarles.
Todo esto mientras acumula deudas millonarias con Hacienda —dos millones de euros, según la Agencia Tributaria— y permanece bajo investigación de la Oficina Antifraude de Cataluña.
La última polémica
Hace apenas unos días, la empresa volvió a acaparar titulares al dejar tirada la cabalgata de Reyes Magos en Barcelona.
Según denunció el sindicato ADN Servicios y Seguridad Cataluña, varios auxiliares de corte de calles huyeron al detectar una inspección sorpresa de la Seguridad Social. Al parecer, no estaban dados de alta, y Wakeful optó por retirarlos antes de afrontar sanciones.
Historial oscuro de la empresa
La polémica no es nueva para esta empresa. En el pasado, fue acusada de contratar a personas con antecedentes por homicidio para trabajos en Lloret de Mar, y su nombre figura recurrentemente en la lista de morosos de la Agencia Tributaria.
A pesar de este historial, Wakeful sigue ganando contratos públicos, en una aparente contradicción que deja en entredicho los mecanismos de control de las Administraciones.
Para Álex y otros jóvenes como él, la experiencia con Wakeful no sólo ha sido un golpe económico, sino también una lección amarga sobre las prácticas laborales que aún persisten en el sector.
La respuesta de Wakeful
Mientras tanto, la empresa continúa operando, acumulando contratos y dejando tras de sí un rastro de denuncias, deudas y trabajadores desamparados.
Su director, Alberto Torrejón, enmarca todas estas informaciones en una campaña para "desprestigiar a una pequeña empresa con 12 años de experiencia en el sector". Según Torrejón, si le contratan las Administraciones es porque lo cumple todo al dedillo.