El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, que Junts per Catalunya espera investir antes de regresar a Cataluña / EFE

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, que Junts per Catalunya espera investir antes de regresar a Cataluña / EFE

Política

La prioridad de JxCAT: el regreso de Puigdemont investido como presidente

El partido considera que su fuerza para negociar su entrada en la cárcel sería mayor, aunque no se evitaría la detención

2 enero, 2018 08:51

La estrategia de Junts per Catalunya desde que el independentismo consiguió la mayoría en las elecciones del 21D es investir presidente de la Generalitat a su candidato, Carles Puigdemont. Su victoria ante el presidenciable de ERC, Oriol Junqueras --que el jueves sabrá si el juez decide liberarlo o no--, avala su investidura, consideran en el partido.

Ahora, la prioridad de JxCAT no ha cambiado: quieren investir a Puigdemont y que regrese. Según publica este martes El Confidencial, los exconvergentes creen que, de conseguir la investidura, tendrían más fuerza para negociar que no fuera detenido. No sería lo mismo detener a un candidato que a un presidente electo e investido por el Parlament.

No evitaría la cárcel

Investido o no, desde su formación consideran que Puigdemont no evitaría la prisión, aunque su encarcelamiento sería un “escándalo internacional” y sería más probable que consiguiera la libertad provisional. De momento, sin embargo, no está claro si se puede investir a alguien que no esté presente en el Parlament a la hora de votarlo.

Una reforma exprés del reglamento de la Cámara catalana permitiría la investidura telemática, aunque está en duda si llegaría a tiempo. La sesión constitutiva del Parlament ha quedado fijada para el 17 de enero, como anunció el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el viernes pasado tras el último Consejo de Ministros del año. Los miembros de JxCAT también barajan otras opciones, como hacerlo llegar a Cataluña de incógnito.

Otra de las posibilidades que no se descarta es que se invista a un Govern de perfil político discreto y que sea el de Puigdemont desde Bruselas el que sirva de referencia. De esta forma, el establecido en Cataluña se encargaría de mantener el autogobierno, mientras que el que esté en Bélgica, según las pretensiones independentistas, trabajaría para “implantar la república”.