La batalla de Laura Borràs contra Mossos
El apoyo de la expresidenta del Parlament a un mosso que acusa a la policía autonómica de prevaricación va más allá del puro altruismo y se enmarca en su ajuste de cuentas con JxCat y ERC
28 agosto, 2022 00:00Laura Borràs se dedica a estos días previos a la confirmación de su cese como presidenta del Parlament a ajustar cuentas con partidos e instituciones que, a su juicio, han traicionado al proyecto independentista, en general, y a ella en particular. La lista de agravios de la líder de Junts per Catalunya (JxCat) incluye a su propio partido y, por supuesto, a ERC, rival eterno del secesionismo más recalcitrante. Y no solo por haber renunciado, sostiene Borràs, al mandato del referéndum del 1-O, sino por su gestión al frente de los Mossos d’Esquadra.
La política encabeza ahora una campaña de recogida de fondos destinada a sufragar los gastos judiciales de Albert Donaire, referente de los Mossos independentistas, conocido por sus insultos en las redes sociales contra todo aquel que rechaza el secesionismo, al que la Consejería de Interior, dirigida sucesivamente por Junts y ERC, le ha abierto expedientes. Precisamente por sus declaraciones radicales que el agente justifica defendiendo su libertad de expresión.
El activista acusa al director general de la Policía Autonómica, Pere Ferrer, de una "persecución ideológica por parte de la división de asuntos internos" que se ha saldado en "expedientes fuera de lugar". Según Donaire, "esto tiene un nombre: prevaricación".
La investigación de los Mossos
El gesto de Borràs va más allá del puro altruismo, de la ayuda a un compañero de filas --Donaire formó parte de la candidatura de JxCat en las elecciones autonómicas de 2021--, pues no olvida la expresidenta de la Cámara catalana que fue la policía autonómica, bajo el mandato de Miquel Buch, la que comenzó a investigar el fraccionamiento de contratos públicos en beneficio de un amigo por el que será juzgada en un futuro próximo. Borràs deberá responder por los supuestos delitos de prevaricación y falsedad.
La presidenta de JxCat siempre ha sostenido que es víctima de una persecución policial y judicial por ser independentista. En un primer momento aseguró que el caso dio un giro cuando la juez retiró del caso a los Mossos y lo pasó a la Guardia Civil. Pero el verdadero motivo fue el incumplimiento del secreto de sumario por parte del exconsejero Miquel Buch, al que Borràs pidió explicaciones por un registro de los Mossos en el Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CTTI). Los investigadores interceptaron un email enviado por Borràs al CTTI sobre un contrato a dedo y fraccionado. Y fue la propia Borràs la que desveló esa conversación, añadiendo que, según Buch, los Mossos no la estaban investigando. Después matizó y dijo que la policía catalana sí investigaban, pero en calidad de policía judicial. Ante esta notoria indiscreción, la juez decidió entonces encargar las diligencias a la Guardia Civil.
Así arrancaron las pesquisas
De hecho, las pesquisas contra Borràs comenzaron por pura causalidad. Un error de servicio de Correos destapó la existencia de un paquete de billetes falsos y una trama en la que estaba implicado el informático Isaias Herrero, quien habían estado implicado en casos de tráfico de estupefacientes. En un registro domiciliario, los Mossos encontraron carpetas con el nombre de Borràs relacionados con los contratos otorgados cuando ésta era directora de la Institución de las Letras Catalanas. Herrero y Borràs mantenían una estrecha amistad.
A pesar de toda esta secuencia, la líder de JxCat aseguró que no había tenido “un proceso con las debidas garantías” porque las investigaciones se habían hecho “de forma prospectiva”.
Esta semana, el comisario jefe de los Mossos, Josep Maria Estela, respondía a la dirigente secesionista negando “absolutamente” ese carácter prospectivo. La lucha contra la corrupción, dijo Estela, forma parte del ADN del cuerpo. “Lucharemos contra cualquier tipo de delincuencia, y la corrupción es la primera. No nos moveremos de esta línea. Así se lo hemos hecho saber tanto a los dirigentes políticos como al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y al fiscal jefe de Cataluña”, aseguró.
Sobre la transferencia del caso Borràs a la Guardia Civil, el mano policial admite que “no dice nada a nuestro favor que el juez piense que ha podido haber una filtración en nuestra investigación. No sé si se han producido, pero trabajaremos para que no pase”.