Jordi Viñas, alcalde de Salt, y Cristina Alarcón, regidora de Gent Gran del Ayuntamiento de Salt
Jordi Viñas deja la alcaldía de Salt en manos de la republicana Cristina Alarcón
El diputado se aparta después de una década y tras evidenciar síntomas de desgaste en el gobierno compartido con Junts
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El alcalde de Salt, Jordi Viñas (ERC), anunciará este viernes su renuncia al cargo, en el que le sucederá Cristina Alarcón, ha podido saber este medio. La regidora, número dos en la candidatura republicana, se pondrá al frente del gobierno municipal compartido con Junts, después de que Viñas haya dirigido la ciudad desde 2015.
Está previsto que el alcalde, también diputado en el Parlament, explique su decisión ante los medios a las 10:30 para convocar un pleno extraordinario que haga oficial su renuncia el miércoles 10 de diciembre; la futura alcaldesa sería investida el viernes 12, según el calendario contemplado.
Voler debatre sobre immigració amb l'extrema dreta és com voler debatre la forma del planeta entre científics i terraplanistes... però tot i així, ens hi trobaran de cara👇 pic.twitter.com/mhgjOn6vRl
— Jordi Viñas i Xifra (@vinasxifra) November 6, 2025
Quinielas
Alarcón es regidora de Serveis Generals y de Atenció a la Gent Gran, así como administrativa del Institut Català de la Salut. Se ha disputado las quinielas para la sucesión con Toni Vidal, bien posicionado como tercer teniente de alcalde, con plaza de técnico en el Ayuntamiento de La Jonquera y exconseller comarcal del Gironès.
De esta manera, Viñas se aparta para ocuparse de su escaño en la Cámara catalana y, principalmente, dar impulso a un perfil secundario. Una estrategia que ERC ya ha acometido en otros municipios --como en Palamós el pasado mes de agosto-- y que ahora repite en Salt, tras dar síntomas de desgaste.
Desgaste
Precisamente antes de verano, la CUP rompió el bloque independentista que sostenía al gobierno municipal al anunciar su retirada como socio de legislatura desde la oposición; esto ha forzado a republicanos y neoconvergentes a apoyarse en el PSC.
Los socialistas se abstuvieron el pasado lunes para facilitar la aprobación inicial de un presupuesto récord de 43,5 millones de euros, a cambio de mejoras en seguridad y limpieza, y cohesión social en el barrio de la Massana.