Gonzalo de Oro

Gonzalo de Oro GALA ESPÍN

Política

Gonzalo de Oro (Vox): "Barcelona es el laboratorio europeo de las políticas de izquierdas"

El líder de Vox en el ayuntamiento de la capital catalana valora positivamente los primeros dos años del partido en el consistorio y asegura que la ciudad "está peor con Collboni que con Colau", convencido de que la inmigración ilegal es el principal problema y de que los ultraderechistas "son la solución para resolver los problemas de los vecinos"

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Gonzalo de Oro lidera Vox en el Ayuntamiento de Barcelona desde que entraron por primera vez en la ciudad en las elecciones municipales de 2023 con dos concejales. Una cifra que los ultraderechistas esperan mejorar en los próximos comicios locales, convencidos de que "sentido común" es sinónimo de votar al partido de Santiago Abascal, que sigue creciendo en las encuestas y estaría cada vez más cerca de llegar a la Moncloa junto al PP de Alberto Núñez Feijóo.

Atiende a Crónica Global en su despacho en el consistorio, que decora un dibujo de Carles Puigdemont entre rejas obra del propio concejal, y repasa la actualidad política de la ciudad, de Cataluña y del conjunto de España. Le acompañan una serie de folios con los que pretende "desmontar" la "verdad oficial" respecto a la relación entre delincuencia e inmigración, la principal obsesión del partido también en Barcelona. 

Pregunta: Es la primera legislatura de Vox en el Ayuntamiento de Barcelona. ¿Qué valoración hace de estos primeros años en el consistorio?
Respuesta: Tanto mi compañero como yo no venimos de la política, y lo que más nos sorprendió es la distancia entre lo que sucede en el ayuntamiento y lo que pasa en la ciudad. La mayoría de concejales llevan toda la vida en política, y eso te aleja de los problemas reales de los vecinos. En un municipio, la ideología no es tan importante. Nuestra obligación es resolver problemas.
P: ¿Están satisfechos con el papel de Vox en estos dos primeros años?
R: Estamos satisfechos y estamos orgullosos. Se están poniendo sobre la mesa problemas de los que no se quería hablar, porque en la mayoría de temas existe un gran consenso. Nosotros atacamos la raíz de los problemas. Por ejemplo, en el caso de la inmigración ilegal, un tema que aquí se ignora por completo: el 90% de los hurtos, el 83.5% de los robos con violencia y tres de cada cuatro violaciones las cometen extranjeros. No son datos anecdóticos. Lo que se ha hecho toda la vida en este ayuntamiento es esconder estos datos, y nosotros lo queremos visibilizar. También en muchos otros temas, como el modelo de movilidad de Ada Colau, que poco a poco han ido comprando el resto de partidos, y que nosotros no estamos por la labor.
Gonzalo de Oro, en el Saló de Cent del ayuntamiento de Barcelona

Gonzalo de Oro, en el Saló de Cent del ayuntamiento de Barcelona GALA ESPÍN

P: ¿Qué tal con el resto de grupos? ¿En privado también hay cordón sanitario?
R: Depende un poco de la persona. Yo no he venido aquí a hacer amigos. Ya tengo muchos y muy buenos. Nos hemos encontrado con concejales que no quieren subir en el ascensor con nosotros, lo que me parece un comportamiento infantil. Nosotros somos educados con todo el mundo, pero no nos vamos a tomar café con nadie ni nos vamos a comer. Hemos venido aquí a defender unas ideas.
P: ¿Barcelona es una ciudad de izquierdas, como muchos dicen?
R: Barcelona es una ciudad muy de izquierdas. Es el laboratorio europeo de las políticas de izquierdas. Al contrario de lo que ha pasado en la mayoría de las grandes ciudades europeas, aquí ha gobernado siempre la izquierda, salvo el mandato de Xavier Trias, que fueron cuatro años de separatismo. Todas las entidades que reciben subvenciones del ayuntamiento son simpatizantes de la izquierda. La izquierda tiene copados todos los sectores de poder de la ciudad.

¿Barcelona es de izquierdas?

P: Vox dice a menudo que Barcelona es una de las ciudades más inseguras de Europa. Según los datos y los ránkings, ustedes exageran.
R: Nosotros los datos los sacamos de Eurostat y el Ministerio del Interior, y los tengo encima de la mesa. Ahora mismo, Barcelona es la segunda ciudad más peligrosa de Europa, antes por detrás de Bruselas y ahora por detrás de París. El propio Gobierno dice que Barcelona es la ciudad más insegura de España. Los datos no son de Vox, son oficiales. Hemos tenido que ir al notario para que dé fe de que los datos que presentamos nos los pasan las propias instituciones, incluido el propio Josep Lluís Trapero, actual director de los Mossos d’Esquadra, que no es precisamente un afiliado de Vox. Si fuera por nosotros, de hecho, estaría en la cárcel. El caso es que nos niegan la realidad de forma sistemática y esconden la cabeza.
P: El propio Trapero explicaba hace unas semanas que el porcentaje de migrantes que han delinquido alguna vez en Cataluña es del 0,3%. ¿Es justo criminalizar a todo un colectivo por lo que apenas hace uno de cada 200?
R: Es tremendamente injusto. Por eso hay que centrarse en los culpables, que son los inmigrantes ilegales. Aquí tenemos un montón de inmigrantes legales que han venido a adaptarse y a trabajar, que son un ejemplo a seguir. Hay otros que vagan por las calles y hacen de la delincuencia su modo de vida. La prueba de que tenemos que centrarnos en una inmigración que viene a hacer daño es que los delitos cometidos por marroquíes y argelinos son los mismos que los que cometen los inmigrantes del conjunto del continente americano. Hace unos años venían familias huyendo de países en crisis a buscar un futuro. Ahora sólo vienen hombres en edad militar del norte de África. Todos no caben en Europa y tenemos que exigir que llamen a la puerta antes de entrar.
Gonzalo de Oro, en su despacho

Gonzalo de Oro, en su despacho GALA ESPÍN

P: ¿Falta policía en Barcelona?
R: Falta policía, pero sobre todo falta que la policía tenga poder, que lo perdieron durante los ocho años de Ada Colau, que es una persona que no cree en la ley. La policía ha perdido galones, ha perdido peso, y esto se ha mantenido igual con Jaume Collboni. Esto lleva al desánimo de los agentes, un montón de bajas por depresión en el cuerpo, falta de medios… Hoy, un policía está obligado a llevar una cámara para poder grabar sus actos porque se le trata como presunto delincuente. Nosotros hemos defendido que puedan llevar táser, como el resto de policías locales o los Mossos d’Esquadra, y nos han llamado animales cuando precisamente esta es la garantía de que un agente pueda utilizar un arma que no es letal. La policía lo que necesita es que le dejen trabajar.
P: ¿Sobran turistas?
R: Sobran turistas malos. Durante años se ha promovido el turismo de mochila y porro y nosotros no creemos en ese modelo. Queremos turistas que vengan en familia, que gasten dinero, que visiten museos, vayan a restaurantes, cojan taxis, vayan a buenos hoteles, compren en nuestras tiendas, disfruten nuestra cultura y se vayan hablando bien de Barcelona. También es verdad que no podemos exigir el turista perfecto cuando la ciudad está como está. En algunos hoteles ya recomiendan a los turistas que se pongan una brida de plástico en su reloj para que no se lo roben. Creemos que tiene que haber un equilibrio entre el turismo, que por desgracia es una fuente principal de ingresos para la ciudad, y los vecinos. No puede ser que el turismo perturbe la paz de los barceloneses y esto pasa por un modelo turístico de calidad.

Inmigración

P: ¿La ciudad está mejor con Collboni que con Ada Colau?
R: Me atrevería a decir que en muchas cosas está peor. Collboni no ha cambiado ni una sola de las políticas de Colau. Yo le llamo Colauboni. Es Colau con una sonrisa y con corbata. Es la cara simpática de la misma moneda. En movilidad, por ejemplo, que es una carpeta muy importante, su modelo es el mismo. También a nivel de impuestos, tasas, normativas… No veo diferencias, y la prueba es que ERC y los Comuns son los socios que le aprueban los presupuestos. Y el PP, que le hizo alcalde, tiene esa parte de responsabilidad.
P: Hablaba de urbanismo, que Colau cambió en sus dos mandatos a través de impulsar el tranvía, más carriles bici, la llamada pacificación de algunas calles importantes como Consell de Cent o las famosas Superilles. ¿Cuál es su modelo de ciudad en este sentido?
R: Mi modelo de ciudad se basa en la libertad. Hay que promocionar el transporte público, pero no se puede hacer penalizando al privado. Lo que no podemos tener es Rodalies en el estado que está, o líneas de metro con más de 30 años de retraso. Nosotros creemos que el tranvía es un medio de transporte del siglo pasado. Hay autobuses eléctricos que no contaminan y son mucho más baratos y mucho menos peligrosos. Y tampoco hace falta poner carriles bici en todas las calles. Yo les llamo carriles Glovo, porque en muchos de ellos solo se ven riders. Es ilógico que un ayuntamiento que no cree en la empresa privada diseñe el urbanismo para facilitarles el trabajo. La Zona de Bajas Emisiones, por ejemplo, me parece una medida completamente elitista. Lo que defiende Vox es la libertad, que es precisamente lo contrario que hizo una alcaldesa maleducada, antiinstitucional e impresentable como Colau y lo que hace hoy Collboni, que es el gran cáncer que tiene ahora mismo la ciudad y cabe recordar que gobernó muchos años con los Comuns.
P: El Ayuntamiento ha cambiado el logo recientemente y el independentismo lo enmarca en una presunta "estrategia desnacionalizadora" del PSC. ¿Qué le parece?
R: Es un corta y pega del logo del partido socialista. Se han gastado 50.000 euros de todos en hacer algo que un chavalín puede hacer con el Paint en diez minutos. El alcalde utiliza el Ayuntamiento de Barcelona como si fuera suyo. Lo hemos visto con las pancartas de la Flotilla, por ejemplo, en la fachada de un edificio que debería mantener neutralidad institucional. Y lo hemos visto cuando el perfil oficial se fue de X, pero sin embargo el del PSC no.
P: El concejal de ERC Jordi Coronas estuvo embarcado en la Flotilla que mencionaba, cobrando los 35 días que no estuvo trabajando. Ustedes se han manifestado en contra de esto. ¿Han hecho algo o hay margen de maniobra para que puedan impedirlo?
R: Tenemos muy claro que los problemas que suceden a 4.000 kilómetros de aquí no pueden ser la primera bandera del ayuntamiento. El conflicto se ha utilizado como cortina de humo. Esto no es ni la Unión Europea, ni la ONU, ni el Congreso de los Diputados. Aquí se tiene que hablar de calles, plazas, transporte y seguridad local. Que un señor se suba en un barquito y se esté cuatro semanas de vacaciones me parece lamentable. Es un viaje que se puede hacer en seis o siete días, han tardado 35, con paraditas en Ibiza, Menorca o las islas griegas, y Jordi Coronas pretende cobrar su sueldo entero. Nosotros hemos pedido por escrito que no pueda hacerlo, pero la normativa dice que los concejales no estamos obligados a asistir a los plenos, y estoy convencido de que el ayuntamiento de Barcelona no le va a querer sancionar.

Colau y Collboni

P: ¿Cuánto margen de crecimiento tiene Vox en la ciudad? 
R: El margen es ilimitado. Los movimientos patriotas y de sentido común no paran de crecer en todo el mundo, y las encuestas auguran este mismo crecimiento a Vox. En las últimas elecciones nos presentamos con un candidato que no conocía nadie, completamente novato y sin poder estar ni en los medios de comunicación ni en los debates, y aún así entramos y estuvimos muy cerca de obtener el tercer concejal. Estamos convencidos de que vamos a crecer mucho.
P: La estrategia de Vox a nivel autonómico pasa por arrancar votos al partido socialista en el llamado cinturón rojo de la ciudad. Localidades del área metropolitana con mayoría castellanohablante y de rentas bajas. ¿Cual es el nicho del partido en la ciudad? ¿A qué perfiles se dirige?
R: Cualquier barcelonés que quiera orden, sentido común, respeto a nuestras tradiciones y la unidad de España es un potencial votante de Vox. Nosotros no somos de derechas ni de izquierdas. Queremos una ciudad donde no haya gente viviendo en tiendas de campaña, donde haya impuestos bajos para que la economía funcione, y volver a ser el motor económico de España. También es verdad que quien más sufre las cosas que nosotros denunciamos suele vivir en los barrios más humildes. Entonces es natural que estas personas, que viven en lugares degradados y conflictivos y han sido votantes socialistas, se acerquen a nuestro proyecto. 
P: ¿Repetir los dos concejales sería un fracaso?
R: Creemos que tenemos que crecer y estamos convencidos de que lo vamos a hacer. No te puedo decir un número. Las cosas cambian mucho en política y pueden hacerlo a mejor o a peor. Pero esta es nuestra mentalidad.

Crecimiento de Vox en Barcelona

P: Las encuestas apuntan que Aliança Catalana podría entrar en el ayuntamiento incluso sin un candidato todavía definido. ¿Es un partido con el que se podría pactar?
R: Podemos apoyar medidas de sentido común de cualquier partido. No creemos en los cordones antidemocráticos. Hace un par de semana votamos dos mociones de ERC, que eran positivas para resolver problemas. No vamos a privar a los barceloneses de soluciones por jugar a fastidiar a otros partidos. Dicho esto, con Aliança Catalana estamos en las antípodas en muchas cosas.
P: ¿Cuánto le queda a Pedro Sánchez? ¿Qué debe hacer Vox para evitar que siga en la Moncloa un mandato más?
R: El PP se enfada con nosotros porque defendemos nuestras propias ideas. Vox no es una sucursal o una marca blanca. Evidentemente, el día que tengamos que unirnos para echar a Pedro Sánchez, lo haremos. Que nadie lo dude. Pero eso no significa que tengamos que rendir pleitesía a un partido que, cabe recordar, pacta con los socialistas en Europa. Nuestro objetivo es que Sánchez se vaya y no vamos a normalizar la situación como hace el PP. Es un aprendiz de dictador y vamos a luchar a muerte para sacarlo de Moncloa. Cuando pudimos, presentamos varias mociones de censura y ahora no podemos; y el PP, que puede, no lo hace. Yo les pediría seriedad, sentido de Estado y que no nos digan lo que tenemos que hacer.