Fotomontaje de Oriol Junqueras, Pedro Sánchez y el palacio de la Moncloa de fondo

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Política

ERC negocia con el Gobierno un segundo indulto para Junqueras

Los republicanos tienen prisa por sacar rédito de su apoyo a Pedro Sánchez tras la ruptura de Junts y presionan para que se 'perdone' la inhabilitación a su líder y que pueda presentarse a las próximas elecciones catalanas

La medida de gracia, independiente de una amnistía sobre la que mañana se pronunciará el TJUE, alcanzaría también a los 'exconsellers' Raül Romeva, Dolors Bassa y Jordi Turull, que se ha manifestado en contra

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ERC está decidida a sacar rédito político de la ruptura de Junts con el Gobierno, una maniobra que en público ridiculizan y condenan –su diputado Gabriel Rufián ha subido el tono contra Míriam Nogueras en el Congreso y en su cuenta de X–, pero que pretenden aprovechar en los despachos, conscientes de que la legislatura queda bloqueada y de que la eventual llegada de PP y Vox a la Moncloa les desplazaría de cualquier influencia posible.

La relación entre los republicanos y el PSOE, más allá de las tensiones por una financiación singular que sigue sin concretarse y amenaza con dejar a Cataluña sin presupuestos un año más, es fluida. Y una de las carpetas que están sobre la mesa del negociador socialista Félix Bolaños es la de un segundo indulto para Oriol Junqueras, que quiere asegurarse ser candidato a la Generalitat en las próximas elecciones antes del cambio de Gobierno.

Inhabilitado hasta 2031

El exvicepresidente del Govern, beneficiado en 2021 de un indulto parcial con el que pudo salir de la cárcel, sigue inhabilitado hasta 2031 por el delito de malversación agravada, que a la sazón los tribunales desaconsejaron introducir en la medida de gracia. En la misma situación están los exconsellers Raül RomevaDolors Bassa, hoy lejos de la primera línea, y Jordi Turull, secretario general de Junts, que ya ha rechazado este segundo perdón. 

Con la amnistía pendiente del dictamen del Tribunal de Justicia de la UE, que podría tumbarla este jueves de forma definitiva o darle la razón al Tribunal Constitucional y que vuelva a depender de los jueces españoles, en ERC temen que la llegada de la derecha al Gobierno entorpezca "todavía más" la ley aprobada en las Cortes. Y, en su caso, el indulto resolvería el problema, dejando de paso a Carles Puigdemont desconectado y aún más aislado. 

"Voluntad política"

Pese a que el Tribunal Supremo volvió a posicionarse en mayo en contra de indultar la malversación por la que siguen condenados Junqueras, Turull y compañía, el informe del tribunal sancionador es un trámite preceptivo y no vinculante en esta materia, que depende en exclusiva de que el Consejo de Ministros, a propuesta del ministro de Justicia, eleve la cuestión al Rey para que la sancione. "Voluntad política", en palabras de un líder republicano. 

Para que suceda, eso sí, debe solicitarse; aunque en la práctica puede hacerlo el propio condenado, cualquier representante o familiar suyo e incluso la propia fiscalía, que depende del Gobierno y que, si bien en 2021 optó por el indulto parcial, la demora de la amnistía que desde el propio PSOE califican de lawfare les ha hecho cambiar de opinión. Es cuestión de que se pongan de acuerdo en el cuándo, el cómo y la partida que se cobrarán a cambio.

Los presupuestos de Illa, en juego

Más allá del desenlace jurídico de la amnistía, que no parece inmediato pero tampoco será eterno, republicanos y socialistas dialogan constantemente tanto en Cataluña como en Madrid. ERC sigue dispuesta a apoyar leyes del Gobierno que considera beneficiosas, mientras la financiación singular sigue siendo la piedra angular de los pactos del partido de Junqueras con el Govern. Una cuestión que las partes aseguran que poco a poco "va avanzando".

Esta misma semana, Rufián ha pospuesto la votación sobre el traspaso del IRPF a la Generalitat con el objetivo de "facilitar" un acuerdo –previsto, a priori, para fin de año– que desbloquee los primeros presupuestos de Salvador Illa al frente del ejecutivo autonómico. Podrían no llegar hasta primavera, pero para entonces ya no estará María Jesús Montero al frente de Hacienda, quien para ERC sigue siendo un obstáculo a la hora de negociar el nuevo modelo. 

Un gesto con Junts

A través del segundo indulto, finalmente, Pedro Sánchez también podría tratar de mover a Junts de su berrinche actual. Pese a que desde la formación posconvergente aseguran que el gesto implica "normalizar que los jueces no hacen bien su trabajo", la regulación no contempla que los beneficiados de la hipotética medida de gracia deban aceptarla como requisito para que entre en vigor. Es decir, Jordi Turull podría ser indultado aunque no quisiese.