La diputada de la CUP, Laia Estrada (c), interviene durante la sesión de control al gobierno catalán en el pleno del Parlament, en plena polémica sobre la actuación de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia de la Generalitat (DGAIA)

La diputada de la CUP, Laia Estrada (c), interviene durante la sesión de control al gobierno catalán en el pleno del Parlament, en plena polémica sobre la actuación de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia de la Generalitat (DGAIA) EFE/Quique García

Política

La CUP Girona rescata a Laia Estrada por la Diada y tensa sus costuras

La exdiputada, que encarna el ala más radical, comparte escenario con Lluc Salellas, objeto de críticas por posiciones impopulares en el partido

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El fichaje de Laia Estrada para el acto de la Diada organizado por la CUP en Girona tensa las costuras de la formación, en la que se cuece un malestar cada vez más acusado por los tintes que la misma está tomando a orillas del río Onyar.

La exdiputada ha abandonado el Parlament por discrepancias sobre la orientación del partido, al que ve cada vez más cercano a ERC y Comuns y, por ende, al PSC. Este jueves, 11 de septiembre, comparte cartel con Lluc Salellas, Guillem Sarroca, alcalde de Cervià de Ter, y Laura Manaut, creadora de Ràdio Arrels.

La plaça dels Jurats será escenario a partir de la una del mediodía de las habituales proclamas antisistema en favor de la ruptura constitucional, en el momento más bajo del independentismo, cuyos líderes políticos han perdido gran parte del apoyo del que venía disfrutando del electorado.

La candidata de la CUP a las elecciones catalanas, Laia Estrada, junto con la número dos del partido a los comicios, Laure Vega, en la conferencia política de inicio de la campaña electoral, en Barcelona

La candidata de la CUP a las elecciones catalanas, Laia Estrada, junto con la número dos del partido a los comicios, Laure Vega, en la conferencia política de inicio de la campaña electoral, en Barcelona DAVID ZORRAKINO EUROPA PRESS

Cara a cara

La dirección nacional anticapitalista encajó en julio la dimisión inamovible de Estrada, quien encarna el ala más radical del partido. Ahora, se subirá al escenario junto al primer edil del consistorio gerundense, quien ha despertado la ira de una facción no desdeñable de la formación por darle la espalda a sus esencias. 

El desalojo de una familia okupa le ha costado la enemistad de plataformas integradas o vinculadas a la CUP como Arran, con protestas a pie de calle. La negativa de Salellas en conversaciones con el Govern de Salvador Illa a albergar un nuevo centro de atención a personas sintecho también choca con la sensibilidad del sector más convencido con las causas sociales del partido.

Posiciones impopulares

Fuentes de la formación anticapitalista reconocen a este medio una gran inquietud por el destino de la CUP en Girona.

Afean a la formación que abandone posiciones que deberían serle naturales y se deje llevar por el fenómeno de la inseguridad y la inmigración, como si fuera sensible a los postulados defendidos por la siempre incómoda Sílvia Orriols, líder de Aliança Catalana. 

La cuestión arrastra tanto a perfiles políticos como a votantes, partidarios de poner barreras a la llegada de extranjeros; amparándose en la falta de infraestructuras para acoger a más de ocho millones de habitantes.

Una posición ciertamente impopular en el universo de la CUP, que hace merecedoras a las facciones gerundenses de la etiqueta de "racistas", señalan las mismas voces.