Ignacio Garriga: "Nadie puede negar que Cataluña es más insegura que hace 15 años"

Ignacio Garriga ha ido escalando en Vox hasta convertirse en la mano derecha de Santiago Abascal, pero no se ha movido del Parlament desde que los ultraderechistas decidieron presentarse a las elecciones catalanas, donde su grupo entró con los 11 diputados que aún hoy mantiene.

Odontólogo de profesión y natural de Sant Cugat, es la cara visible del partido en Cataluña. Su absoluto rechazo al procés y también al Govern de Salvador Illa, que considera una continuidad de las políticas nacionalistas, le han situado como uno de los políticos más conocidos en la región. Especialmente entre quienes creen, como él, que inmigración e inseguridad van de la mano. 

En su casa de veraneo y bajo amenaza de una lluvia que no llegó a cuajar, con los bosques del Vallès de fondo, el líder de los ultraderechistas recibe a Crónica Global despreciando todas las etiquetas que se les atribuye y convencido de que sus propuestas son más necesarias que nunca.

Ignacio Garriga Òscar Gil Coy Vilanova del Vallès

Empieza un nuevo curso político tras un verano que empezó muy intenso y ha terminado siendo relativamente tranquilo. ¿Qué prepara Vox para esta temporada?

Principalmente reforzarnos en el liderazgo de la oposición a un Govern que se presentó como alternativa y presuntamente como buen gestor y que ha demostrado ser lo contrario. La semana que viene presentaremos tres propuestas de debates monográficos: uno para abordar el gran problema de inseguridad, otro para afrontar que tenemos la peor atención sanitaria de toda España; y un tercero  sobre la creciente islamización de Cataluña. 

El Govern avanza en la financiación singular para contentar a ERC y poder aprobar unos presupuestos de cara al próximo ejercicio. Por partes: ¿Cree que Salvador Illa agotará el mandato?

Creo que no debería, entre otras cosas porque estamos viendo que Cataluña está peor que con Aragonès o con Puigdemont. El año pasado llegaron a morir más de 9.000 personas esperando las ayudas a la dependencia y más de 2.000 esperando día y hora para ser atendidos en un hospital público. Un presidente de la Generalitat que sea incapaz de garantizar el estado de bienestar de los catalanes, la seguridad o incluso el acceso a la vivienda debería dimitir y dejar que los ciudadanos elijan de nuevo. Estoy convencido de que Vox obtendría un respaldo mucho mayor.

¿Pero ve posibilidades de que esto suceda?

La pregunta es qué harán ERC y los Comuns. Estoy convencido de que no pueden aguantar mucho tiempo a un Illa tocado de muerte. Tiene que hacer funambulismo político en cada votación en el Parlament, y es insostenible.

Vox está radicalmente en contra de la financiación singular pactada entre la Generalitat y el Gobierno, pero parece haber cierto consenso, incluso en el PP, sobre la necesidad de un modelo más justo. ¿La única propuesta de Vox sigue siendo suprimir el autogobierno?

La financiación singular rompe el principio de igualdad entre los españoles. Es una gran mentira que Cataluña esté infrafinanciada, lo que está es mal gestionada. Si se redujeran los más de 360 millones de euros asignados a la CCMA, se dejaran de enviar 32 millones de euros a países terceros o se dejara de subvencionar a medios de comunicación, patronales o sindicatos habría dinero de sobra para gestionar la educación, la sanidad y los servicios públicos. El problema es el despilfarro, y nosotros lo señalamos constantemente.

Hoy apenas se habla sobre la independencia en Cataluña. ¿Qué ha hecho bien el Govern de Salvador Illa para acabar con el procés?

Ha hecho lo que mejor sabe hacer, que es estafar. Ha anestesiado a la sociedad catalana, pero está llevando a cabo las mismas políticas que los independentistas pero de manera camuflada. En materia lingüística nunca había habido un Govern tan radical. Illa ha sabido gestionar los delirios separatistas y ha jugado con su amistad con Pedro Sánchez para conseguir las cesiones que ERC y Junts no pudieron.

 

Usted aseguró hace un año que el referéndum de autodeterminación sería el siguiente paso de los acuerdos entre socialistas e independentistas aquí y en Madrid.

Sigo manteniendo que el presidente del Gobierno está dispuesto a todo para seguir en Moncloa. Ha sido capaz de modificar el código penal al gusto de los separatistas y también de conceder una amnistía infame, aunque esto también gracias a la cobardía del PP a la hora de pactar el Tribunal Constitucional. Estoy convencido que lo peor de Sánchez está por llegar, y si se ve obligado a convocar un referéndum no tendrá ningún reparo moral en hacerlo. 

¿Qué le dirá a Puigdemont cuando ocupe su escaño en el Parlament?

Que vaya al TSJC, se entregue y pague por los delitos que ha cometido. Creo que Cataluña ha pasado página y no quiere saber nada de esos fatídicos liderazgos que condujeron a la peor etapa de confrontación social y ruina económica de nuestra historia reciente y a ser mal vista por el resto de los españoles, algo que es lógico y pero no deja de ser injusto para la mayoría de catalanes, que estamos orgullosos de ser españoles.

Ustedes han insistido en los últimos meses en vincular a Salvador Illa con los escándalos de corrupción de Santos Cerdán, Koldo y compañía. ¿Cree que pueden acabar salpicándole?

Nosotros en ningún caso hemos señalado a Illa como responsable de la corrupción, pero sí cómplice y colaborador necesario en tanto que miembro del PSOE. Compartió consejo de ministros con algunos de los imputados, y nosotros le hemos exigido explicaciones. Aún no ha contestado quién es el Chili y por qué sale en los informes de la UCO, y tampoco ha querido explicar qué hacía él cuando sus compañeros se llevaban el dinero de los españoles.

Los datos oficiales dicen que los delitos han bajado, pero Vox asegura que Cataluña está peor que nunca en materia de seguridad. ¿Mienten los Mossos? ¿Miente la Generalitat?

Los Mossos no mienten. En su último balance de criminalidad contradicen los datos de la Generalitat. Es un informe público. Dicen que las violaciones se han triplicado en los últimos cinco años, y nos dan la razón cuando decimos que la mitad de los presos son extranjeros, elevándose al 80% en las cárceles de jóvenes. Los datos de los Mossos nos dan la razón: la inmigración masiva y descontrolada está íntimamente relacionada con la inseguridad, que cada día es mayor diga lo que diga el Govern, que hace trilerismo político con las estadísticas.Nadie puede negar que Cataluña es más insegura que hace 15 años. Nos hemos convertido en el centro del crimen europeo y en la cuna del yihadismo. Y el Govern calla.

El Govern dirige las políticas de la Generalitat a la Cataluña de los diez millones. Entiendo que a Vox le sobran unos cuantos. ¿Hay margen para frenar este crecimiento demográfico?

El grave problema es cómo vamos a llegar a esos diez millones y cómo hemos llegado a los ocho. Hay que promover un plan de natalidad nacional, como hemos impulsado en el Congreso de los Diputados. Estamos hartos de ver a ciertas élites decir que necesitamos millones de migrantes para que la economía funcione. Nosotros negamos la mayor, es mentira. Queremos que los españoles puedan tener hijos. Y queremos que se vayan los inmigrantes ilegales, los que hacen del delito su forma de vida y los que no quieren integrarse y vivir como nosotros, por ejemplo respetando la igualdad entre hombre y mujer. El burkini, por ejemplo, no nos parece tolerable. 

¿Qué mecanismos tiene un gobierno autonómico para no aceptar el reparto de migrantes del Gobierno central sin incumplir la ley?

El Gobierno de España es quien se salta la ley repartiendo inmigrantes que han entrado iegalmente. Deberían ser deportados, y hay mecanismos para hacerlo. Baleares y Canarias han hecho propuestas. Creo que la inmigración masiva y descontrolada es el gran reto de nuestra sociedad, y el buenismo del bipartidismo nos condena a una grave crisis de identidad y de seguridad. El mensaje claro que debemos lanzar al mundo es que quien entre de manera irregular será deportado de forma inmediata. 

Sílvia Orriols asegura que es islamófoba. ¿Usted también?

Yo no soy ni islamófobo, ni racista, ni xenófobo, ni todas esas mamarrachadas que algunos dicen desde las tribunas de los parlamentos o desde las tertulias de algunos medios de comunicación. Nosotros defendemos nuestra tradición, nuestra cultura y nuestra forma de vida. Agradecemos el legado de nuestros padres y nuestros abuelos y entendemos que nuestro deber es dejar una herencia mejor a nuestros hijos. Nos dan igual las etiquetas que nos pongan. 

¿Aliança Catalana es más de derechas que Vox?

No lo sé. ¿Vox es de derechas?

Dígamelo usted.

Nosotros estamos alejados de las etiquetas, como comentaba. Si defender que la clase trabajadora tenga acceso a viviendas dignas, que haya empleos estables y salarios dignos y que las familias puedan llevar a cabo sus proyectos es ser de izquierdas, pues soy de izquierdas. Si bajar impuestos, garantizar la ley y el orden en las calles y expulsar a los inmigrantes ilegales es ser de derechas, pues soy de derechas. Yo lo que quiero es seguridad, prosperidad y libertad para los españoles. Sentido común, al fin y al cabo. 

Ignacio Garriga Òscar Gil Coy Vilanova del Vallès

¿A qué se debe el silencio de Vox en relación con el conflicto entre Israel y Palestina?

Nosotros hemos sido clarísimos. Los hechos empiezan el 7 de octubre. Nunca habíamos visto un terrorismo tan diabólico como el de Hamás. Frente a eso ha habido un líder que ha defendido a su pueblo y que está haciendo de muro occidental ante la barbarie islamista. Contra el terrorismo vale absolutamente todo. Me genera asco la complicidad del Gobierno de España con los terroristas de Hamás. Solo debería haber un bando: la libertad y la civilización. 

Usted defiende un sistema educativo, literalmente, con "menos proyectos y más codos". ¿El modelo funcionaba mejor hace cincuenta años?

Los datos así nos lo dicen. Cataluña es la región con peores datos de matemáticas o de comprensión lectora. La educación ya no es el ascensor social que fue hace unos años. Nos hemos olvidado de explicar historias y matemáticas, y se ha priorizado el adoctrinamiento y el activismo. Todos sabemos la importancia de la memorización y del esfuerzo. Es uno de los graves problemas que nos ha traido la izquierda, y nosotros pedimos que se garantice la libertad educativa. 

¿A qué se refiere con libertad educativa?

No podemos tolerar los programas de sexualización de menores que promueve la Generalitat, por ejemplo. Mi hijo tiene que tener autorización para ver cuatro monos al zoo pero para que vengan cuatro activistas trans a hablar de la ideología de género no me piden permiso. Es un sinsentido. 

Entiendo que para Vox el 25% de castellano en las aulas es insuficiente. ¿Un 50% en cada lengua sería razonable para ustedes?

Nosotros esquivamos los porcentajes en materia lingüística. Nuestro baremo fundamental es la libertad. No nos basta con que haya un 50% en castellano mientras haya una familia de Madrid que venga a vivir a Cataluña y no pueda escolarizar a su hijo al 100% en español, más allá de la asignatura de catalán. No puede haber ningún español que quiera venir aquí a vivir, a trabajar o a estudiar y que encuentre en la lengua un impedimento. El caso de los médicos, con la grave situación que hay, es una estupidez. No puede ser que se les exija un nivel C.

¿Por qué no funciona el sistema de trenes de Rodalies?

Porque hay unos gestores nefastos, que cada día lo hacen peor que el anterior. Hay que poner a los técnicos al mando de este grave problema que sufrimos en Cataluña desde hace muchísimas décadas. El problema es de los dos gobiernos. Lo que es falso es que vayan a ir mejor los trenes si las competencias pasan a ser de la Generalitat. Lo vemos en muchos ejemplos. 

¿Ha notado los efectos del cambio climático en estos meses calurosos?

(Se ríe) Es la gran mentira de los burócratas europeos, una gran estafa que ha condenado al sector primario y ha facilitado los incendios que hemos visto este verano en muchos puntos de España. La responsabilidad es de los políticos, que no destinan las partidas necesarias a extinción de incendios pero sí a los delirios del cambio climático. Tanto PP como PSOE tienen responsabilidad en este asunto.

Una de las exigencias de los Comuns para apoyar los presupuestos del Govern será impulsar un Pacte Nacional para la prevención de incendios que duplique el presupuesto para esta partida. ¿Estará Vox ahí?

No estaremos en ningún pacto nacional. Son grandes lemas que luego están vacíos de contenido y no sirven para nada. Con los Comuns y ocn el PSC no iríamos ni a la vuelta de la esquina. Dicho esto, es evidente que hay que mejorar la financiación para conservar los bosques y para prevenir incendios. Aunque lo más importante es que los ganaderos y agricultores puedan recuperar su libertad para cuidar los montes como se ha hecho toda la vida. 

¿Cuanto le queda a Alberto Núñez Feijóo para llegar a la Moncloa?

No lo sabemos. Eso dependerá de los españoles. Si Vox tiene la última palabra, dependerá de su compromiso para derogar todas las leyes que ha impulsado el PSOE. No vamos a regalar ni un voto al PP si no es para cambiar todas las políticas que se han impulsado en los últimos cuarenta años desde la Moncloa. Si el Sr. Feijóo está dispuesto a hacerlo, pues nos sentaremos a hablar. 

¿Está preparado para ser ministro?

En absoluto. Estoy feliz de ser el líder en el Parlament y el secretario general del partido, y estoy convencido de que Santiago Abascal encontrará a las mejores personas para los cargos que toquen si es que Vox acaba entrando en el Gobierno, algo en lo que ahora mismo no estamos pensando. A nosotros no nos preocupan los sillones y los cargos, nos preocupa la batalla en defensa de la libertad y el amor a la patria. Yo estaré donde mi partido lo decida en cualquier momento. He venido a la política a servir.