
El expresidente de la Generalitat Artur Mas, en el acto 'De vocación, político', moderado por el 'exconseller' Santi Vila
Artur Mas saca pecho de su labor como presidente de la Generalitat
El exmandatario convergente recuerda la "marcha ascendente" del 'procés' y su coalición Junts pel Sí, dos elementos que, a su juicio, tenían "un sentido de trascendencia", así como el "objetivo común" del independentismo catalán
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Artur Mas continúa reivindicando su labor como presidente de la Generalitat desde 2010 hasta 2016, dos legislaturas convulsas marcadas por los profundos recortes en gasto social aplicados por su Govern, y por el posterior impulso del proceso secesionista de Cataluña, entre otras cuestiones.
El exmandatario de Convergència (CiU) ha reconocido este martes que, para él, fue "difícil de narices" tener que dejar su cargo, en alusión al "paso al lado" que se vio obligado a dar en enero de 2016 al no conseguir el apoyo de la CUP para sacar adelante la legislatura del referéndum ilegal y unilateral de secesión celebrado el 1 de octubre del año siguiente.
Ante esta circunstancia, Mas ha reconocido que tenía dos opciones: "Enrocarse, decir que es injusto y no aceptar el veto", lo que habría puesto "en riesgo" la coalición electoral de Junts pel Sí -integrada por CiU y ERC-; o "dar una oportunidad" a su relevo. Algo que, a su juicio, "no tocaba", en parte porque le había costado mucho llegar a la presidencia del Govern y llegó en unas circunstancias de crisis económica.
"Sentido de trascendencia"
Así lo ha explicado Mas en el acto "De vocación, político", celebrado junto al exlehendakari vasco Iñigo Urkullu , moderado por el exconseller Santi Vila, y organizado por la Facultad de Filosofía de La Salle-URL y Círculo de Infraestructuras.
En la misma, Mas ha aludido a la "marcha ascendente" que tuvo el procés y a la coalición Junts pel Sí, dos elementos que, en su opinión, tenían "un sentido de trascendencia", así como el "objetivo común" del secesionismo catalán.
El exmandatario convergente que llegó a la política "por casualidad", al haber participado en una lista en las elecciones municipales de 1987 que le llevó a ser concejal en barcelona por CiU.
Según Mas, en aquellas fechas ni se planteaba llegar a ser presidente de la Generalitat, con un Jordi Pujol "que parecía que era para siempre" y en un momento en el que "nadie se planteaba algo que fuese distinto".
Su opinión del liderazgo
Preguntado sobre las claves de un buen liderazgo, Mas ha opinado que, para lograrlo, se debe tener un proyecto o idea clara, se debe saber escuchar, saber decidir y asumir las consecuencias de las decisiones que se toman: "Y no todo el mundo sabe hacer esto", ha puntualizado.
Asimismo, ha sostenido que en política hay que saber rodearse de gente buena, y ha aconsejado "no tener miedo" de las capacidades de la gente cercana, tras lo que ha recomendado a los jóvenes que se forman en política leer, instruirse y comparar entre diferentes modelos.
"Te arrepientes más de lo que no haces que de lo que haces"
Mas también les ha animado a dedicarse a la política si tienen vocación: "Te arrepientes más de no haber hecho una cosa que querías hacer y no hacerla, que de hacerla y que no te salga del todo bien", ha argumentado.
Sobre el uso de las redes sociales, ha sostenido que no son negativas por definición, aunque que hay "un problema de educación general" en su uso. Y ha apostado por utilizarlas desde un criterio formado y la mente abierta.
así, ha dicho que, cuando llegó a la presidencia de la Generalitat, le dijeron que se tenía que abrir una cuenta de Twitter ya hasta el Papa tenía una, pero lo rechazó: "Me negué en redondo a hacer política a través de 140 caracteres".
Entre el público asistente al acto de los nacionalistas Mas y Urkullu figuraban varios exdirigentes afines a su causa, como los exconsellers del Govern de CiU Felip Puig o Pere Macias; de ERC, como Carles Campuzano y Ester Capella; o el exalcalde de Barcelona, Xavier Trias.