Mas enmienda a Puigdemont y su estrategia en el décimo aniversario del 9N
- El 'expresident' que organizó la primera consulta independentista ha confesado que no apoyaba la decisión de Puigdemont de fugarse antes de entrar al Parlament para la sesión de investidura de Salvador Illa
- Más información: La fiscalía de Cataluña pide amnistiar a Artur Mas, Ortega y Rigau por la votación secesionista del 9-N
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El expresident catalán Artur Mas ha defendido que Junts debe "llegar a acuerdos" con el Govern de Salvador Illa que beneficien a Cataluña y "liderar" las negociaciones para lograr la financiación singular que PSC y ERC pactaron para la investidura. Diez años después de capitanear el primer gran hito del procesismo, con la organización de la consulta independentista del 9-N en 2014, el discípulo de Jordi Pujol ha pedido a los sucesores del extinto CiU que acerque posturas con el constitucionalismo que gobierna en la comunidad autónoma.
"Yo celebro y aplaudo que Junts tenga una fuerte implicación en la política española", ha dicho el expresident, en una entrevista en El Periódico, antes de matizar que eso "no quiere decir arrodillarse ante nadie". En todo caso, ha considerado que el partido que lidera Carles Puigdemont debe encontrar "aquel punto de equilibrio que es hacer oposición y, a la vez, llegar a acuerdos con el Govern de Illa en beneficio del país". En otras palabras, Mas, quien anunció su intención de militar en Junts, pero de momento no lo ha formalizado, ha pedido a los líderes del partido que prioricen el bien de los catalanes por delante de seguir tratando de revivir al independentismo.
En este sentido, ha asegurado, en otra entrevista a Público, que si, durante su mandato, Mariano Rajoy "hubiera abierto la puerta a un pacto fiscal en la línea de un concierto económico, probablemente no se habría vivido todo lo que ocurrió después porque se habría llegado a una buena solución para Cataluña"
"Como no tendremos la independencia ni un referéndum a corto plazo, mejor que seamos lo menos dependientes posible del Estado español", ha advertido a Junts sobre su posición, a su parecer, "absolutamente determinante" en las negociaciones sobre la financiación. Sobre esta misma cuestión se ha dirigido a Esquerra y el PSC, a quienes ha querido recordar que "salir del saco común de la financiación autonómica y tener un sistema estrictamente bilateral entre Cataluña y el Estado no se logra de un día para otro ni de forma fácil".
Fin del independentismo
Justo una década después de preguntar a todos los ciudadanos de Cataluña mayores de 16 años sobre si la región debía convertirse en un estado independiente, ha insistido a Junts que asuma "un papel destacado" en las negociaciones sobre la financiación singular, un asunto que califica de "muy transversal dentro de la sociedad catalana" ahora que el referéndum "ya prácticamente nadie lo pone sobre la mesa".
El resultado de las elecciones autonómicas celebradas el 12 de mayo de este 2024, y la consecuente entrada al Palau de la Generalitat de la ejecutiva socialista encabezada por Salvador Illa, ha marcado el fin de diez años de procés y ha puesto en primer plano la evidente fragmentación del independentismo, que trata de reivindicar su relevancia en el escenario político catalán con distintas estrategias.
ERC, inmersa en un proceso de regeneración que culminará el próximo 30 de noviembre en un congreso nacional en el que se elegirá a la nueva directiva, ha apostado por tender su mano al PSC invistiendo a Illa a cambio de algunas cesiones en materia de derechos sociales e identidad nacional.
Por otro lado, Junts pretende posicionarse como "alternativa" a un Govern que considera "españolista" devolviendo el cargo de presidente del partido a Puigdemont, quien ha rechazado asumir sus funciones como jefe de la oposición y sigue residiendo a más de mil kilómetros del Parlament en el que es diputado. A los neoconvergentes, a demás, les ha estallado también su Consell de la República, un órgano cuya misión ha sido la de justificar el exilio del expresident: Puigdemont ha dimitido como máximo dirigente tras el escándalo de los gastos "no justificados" de Toni Comín, hasta ahora, vicepresidente de la entidad, quien pagó viajes e hizo retiradas en efectivo de las cuentas de la asociación por valor de más de 15.000 euros.
Mas no apoyó la segunda fuga de Puigdemont
Respecto al fugaz regreso de Puigdemont a Cataluña el 8 de agosto de este año, día de la investidura de Illa, el president ha declinado juzgar su decisión de no entrar en el Parlament, pero ha confesado que no la compartía y que así se lo hizo saber "en su momento".
Sin embargo, decidió formar parte de la comitiva de cargos y líderes políticos que le acompañaron en su acto en Arc de Triomf, momento que el expresident aprovechó para burlar a los Mossos d'Esquadra escabulléndose entre la multitud, "como acto de solidaridad" con él.