Arran, la escisión de la CUP llamada OJS y los ultras de Aliança Catalana (AC), el partido de Sílvia Orriols, alcaldesa de Ripoll (Girona), se enzarzaron ayer noche en una pelea en el Fossar de les Moreres, el mausoleo del independentismo en Barcelona. La Brigada Móvil de los Mossos d'Esquadra intervino para separar a los dos grupos, y no se tuvieron que lamentar males mayores.

Ocurrió cuando un grupo de una treintena de nacionalistas radicales de Aliança depositaba un ramo de flores en el pebetero del Fossar. En aquel momento, medio centenar de jóvenes de Arran y OJS irrumpieron en la plazoleta al grito de Fuera fascistas de nuestros barrios. Asimismo, desplegaron una gran pancarta contra el fascismo desde un edificio del lugar y prendieron bengalas marinas. 

La Brimo y el Área de Recursos Operativos de los Mossos, acompañados de efectivos de paisano, separaron a los dos grupos. 

Discurso subido de tono

Frente a frente ante el boicot, la líder de Aliança, Orriols, hiló un discurso agresivo que alertó de que, según ella, "se está librando una guerra sin sangre contra Cataluña", en referencia a la inmigración.

Como en anteriores ocasiones, la alcaldesa de Ripoll culpó a los recién llegados de, bajo su punto de vista, operar contra la "nación catalana". Y tras el intento de asalto de Arran y OJS a su ofrenda, la primera edil también prometió desde su cuenta de X "derrotar" al "islamismoizquierdismo" en las urnas. 

Polémica

El encontronazo llegó después de que la Assemblea Nacional Catalana (ANC), una de las organizadoras de las marchas independentistas de hoy, recibiera un alud de críticas por invitar a los militantes de Aliança a la movilización. 

El propio presidente de la ANC, Lluís Llach, lo verbalizó en los micrófonos de RAC1, pero horas después se vio obligado a rectificar y dar marcha atrás ante la censura recibida. 

División

En cualquier caso, los dos incidentes con AC afloran las profundas divisiones en el seno del independentismo catalán tras el colapso del procés en Cataluña. 

En un carril paralelo, el mismo espectro político ha acusado esta semana la batalla interna sin cuartel en ERC, que afronta un congreso nacional el próximo 30 de noviembre con las candidaturas de su expresidente, Oriol Junqueras, y su secretaria general, Marta Rovira, enmarañados en una disputa, a menudo pública.

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