El nuevo director general de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, ha asegurado que le ha costado "dejar el uniforme policial" para asumir de nuevo el mando de la policía catalana.
"Sé que entendéis perfectamente que no ha sido fácil tomar esta decisión, por lo que implica dejar el uniforme policial y el ejercicio de una profesión que, como a todos vosotros, me apasiona y que sólo se entiende desde la vocación de servicio", ha dicho Trapero en una carta dirigida a los agentes del cuerpo,
El nuevo jefe de los Mossos tomó posesión de su nuevo cargo este miércoles, iniciando una etapa que afronta con "energía renovada y muchas ganas". Y ha compartido las razones por las que ha decidido dar este paso.
"La razón no es otra que la convicción de que es el lugar en el que hoy puedo ser más útil a la organización policial y también al conjunto de la ciudadanía", explica, además de afirmar que el objetivo principal es ayudar a definir e implementar las políticas de seguridad de la conselleria de Interior de la Generalitat.
"Se han logrado metas importantes, pero no es suficiente"
Trapero, asimismo, ha sostenido que, en los últimos años, se han conseguido "metas importantes, pero no es suficiente". Y ha asegurado que los Mossos tienen mucho "margen de mejora".
Además, ha recordado que se ha dotado del material necesario de última generación a algunas disciplinas policiales, y ha instado a seguir haciendo crecer la seguridad ciudadana y las oficinas de denuncias o los policías de proximidad, entre otros.
"Vivimos momentos que no son fáciles"
El director general de los Mossos ha pedido a los agentes que, al realizar su trabajo, piensen siempre en tener "un impacto positivo para el ciudadano", y que el sentido de sus acciones sea mejorar la vida de las personas, hacerla más fácil o resolver las dificultades que puedan encontrar.
Además, ha animado a los agentes a no perder su esencia: "Vivimos momentos que no son fáciles, ni para el cuerpo, ni para esta sociedad cambiante y llena de incertidumbres. Y cuando esto ocurre, cuando todo es etéreo, cuando pasamos del elogio, tal vez tan infundado, a la crítica feroz, sólo hay un lugar donde las personas nos podemos sentir seguras: en nuestra esencia, en lo que nos reconocemos".