Los Mossos d'Esquadra tenían un canal de comunicación urgente para alertar de la fuga del expresident huido Carles Puigdemont que no utilizaron. La policía catalana podía haber usado el botón rojo que detiene todas las comunicaciones para enviar una alerta urgente, como el día 8 de agosto era que el fugado volvía a huir de Barcelona, pero no lo hicieron. 

Lo detallan miembros del cuerpo en conversación con este medio, advirtiendo de que el agente de la Comisaría General de Información (CGINF) que seguía a Puigdemont pudo haber activado la opción de overrule en las comunicaciones, que anula todo mensaje y deja vía libre para un mensaje extremadamente urgente. 

Pero no pasó, y el fugado consiguió eludir a su perseguidor y al resto de 600 funcionarios desplegados antes del pleno de investidura del 8 de agosto. 

Respuesta al informe

Con ello, estos policías dan respuesta al informe enviado por la policía catalana al Tribunal Supremo, dictamen en el que el cuerpo de seguridad admite errores en el dispositivo de interceptación de Puigdemont. 

Según estos agentes, si un solo agente quedó siguiendo al expresident cuando éste bajó del escenario de Arc de Triomf donde acababa de dar un mitin, pudo solicitar apoyo por medio del canal urgente activado desde su dispositivo de comunicaciones. 

El 'expresident' Carles Puigdemont, en Barcelona EFE

Dispositivo

Cabe recordar que, como explicó El Español, la fuerza pública autonómica cometió una cadena de fallos que permitieron al exeurodiputado esquivar a los funcionarios y darse a la fuga, de nuevo. 

Entre otras cuestiones, los Mossos reconocen al juez instructor de la causa especial contra el procés, Pablo Llarena, que el dron que tenían desplegado enfocó hacia otro lado, y que la mayoría de agentes se concentraron en el entorno del parque de la Ciutadella, donde pensaban que se dirigiría Puigdemont para entregarse. 

Un solo agente de la CGINF siguió al expresident, pero lo perdió al ponerse un semáforo en verde. Antes, el fugado había subido a un coche Honda blanco que pertenece a otro mosso investigado por presunta cooperación en la fuga del político independentista. 

Un coche y lo GEI

Eso sí, la cúpula de Mossos, con el comisario jefe Eduard Sallent al mando, defienden ante Llarena que tenían un coche sin logotipar y a dos células del Grupo Especial de Intervención (GEI) preparados para trasladar al arrestado al Tribunal Supremo en Madrid. Asimismo, habían pedido permiso para desplazar agentes armados de Cataluña a la capital. E incluso habían reservado noches de hotel para estos efectivos. 

Fuentes internas críticas con la dirección de los Mossos consideran que "no había voluntad real de detenerlo", como "dejó claro la cúpula de la antigua Consejería de Interior --con Pere Ferrer como director general de la policía y Joan Ignasi Elena como consejero-- en rueda de prensa al recordar que la orden de detención de Puigdemont no era ajustada a ley porque el magistrado no había aplicado la ley de amnistía" al fugado. 

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