El sector sanitario más cercano a Junts se ha refugiado en los colegios de médicos y enfermeros de Cataluña, algo que provocará disonancia con el nuevo Govern de Salvador Illa (PSC), que apoyan en el Parlament ERC y Comuns Sumar. Pese a que los independentistas han sido barridos de las administraciones, permanecen al frente de los muy influyentes COMB y COIB, con cerca de 100.000 afiliados entre los dos.
Lo detallan fuentes del sector sanitario, que alertan de que la candidatura Infermeres pel Canvi ganó en julio las elecciones colegiales. Al frente de la misma figura Borja Manzanares, un enfermero del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, conocido como Can Ruti, que está "estrechamente vinculado" al sindicato nacionalista Infermeres de Catalunya.
Infermeres, muy atado a los neoconvergentes, fue la plataforma con la que "se hizo oposición al Departamento de Salud cuando lo comandaba ERC" por medio de una huelga. La protesta terminó con un acuerdo sin mejoras tangibles.
'Recomendaron' votar a Junts
Cabe recordar que el sindicato afín a Manzanares recomendó votar al expresident prófugo Carles Puigdemont en las últimas elecciones autonómicas. Lo hizo por medio de este análisis de los programas electorales, en el cual Junts cumplía sus condiciones.
Antes, se acusó a Infermeres de cercanía a los neoconvergentes por su insistencia en armar una protesta laboral pese a que carecen de representación en los órganos de los trabajadores, tanto en el ICS como en el Siscat, la red concertada.
Una exalcaldesa del PDECat
Asimismo, cabe recordar que fue parte de Infermeres y sostiene ahora el Col·legi Sílvia Fuster, enfermera de un ambulatorio de Cerdanyola del Vallès (Barcelona) y exalcaldesa de Barberà del Vallès por una candidatura vinculada al PDECat.
Ahora es concejal en el municipio, y está vinculada a la institución colegial por medio de la nueva junta, formada por una lista que venció a la continuista, que encabezaba Glòria Jòdar, y la del "cambio tranquilo", que lideraba Montserrat Montaña.
Polémica por la gestión anterior
Eso sí, fuentes cercanas al COIB alertan de la "controvertida gestión" de la junta anterior de Paola Galbany, un perfil técnico que permitió cierta contaminación política al integrar a Octavi Rodríguez, secretario de organización de Infermeres de Catalunya y ex jefe técnico del COIB.
"Hubo muchas críticas por los proyectos técnicos que se llevaron a cabo entonces", han detallado fuentes cercanas. Este malestar se vinculó a la salida de Enric Mateo, extesorero de la institución.
El COMB se acerca a elecciones con Padrós
Así, la nueva cúpula del COIB, que no ha querido explicar su proyecto a este medio, ha comenzado su gestión cuando Cataluña vive un cambio político. En el sector sanitario, habrá otra zozobra menor cuando el Colegio de Médicos de Barcelona vaya a elecciones en 2025.
Como ya explicó este medio, Jaume Padrós, actual presidente, expolítico de CiU y también médico de los presos del procés independentista cuando entraron en huelga de hambre, ya tiene sustituta: la vicepresidenta Elvira Bisbe. Salvo sorpresa, Bisbe, continuista, se llevará el gato al agua, ya que a menos de un año de los comicios no se ha presentado candidatura alternativa.
"Secuestrado" por Junts
Los críticos con Padrós afean que su junta se "haya perpetuado" durante 40 años al frente de la institución. Y que la haya decantado hacia el nacionalismo, como se demostró durante las fases más virulentas del desafío independentista en Cataluña.
Como cuando el COMB firmó el manifiesto de apoyo al referéndum ilegal del 1-O -lo anuló el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña-, o cuando se purgó al doctor Álex Ramos, jefe de Formación del COMB, por ser también vicepresidente de Sociedad Civil Catalana (SCC). El despido, fulminante e improcedente, costó más de 500.000 euros.
'Contrapoder' del Tripartit
Este es el escenario en los dos Colegios más influyentes de la sanidad catalana. Pero es que los veteranos del sector sanitario recuerdan que "ni PSC durante los dos Governs tripartitos, ni más recientemente ERC, han podido domar la Consejería de Sanidad". Es así por la fuerte presencia de Junts en la capa gerencial de la sanidad.
Esa influencia comprende al COMB y, desde hace dos mandatos, al COIB. Por ello, hay voces que recomiendan "permanecer alerta" al nuevo Ejecutivo de Illa, pues podría hallar oposición política -"aunque no se plantee como tal"- en el ámbito sanitario.
Es, agregan, "algo que le ha pasado al último conseller de Salud, Manel Balcells".