Turull se juega la vuelta a la cárcel por la fuga de Puigdemont

Lo detallan numerosas fuentes jurídicas en conversación con este medio, alertando de que el político se acercó peligrosamente a los delitos de encubrimiento (451.3 del Código Penal) y obstrucción a la justicia (463 y 464) por haber contactado con Puigdemont dos días antes de que éste llegara a Barcelona, haberle escoltado antes del mitin, y haber huido con él justo después. 

Lo ve así Álvaro Machado, letrado penalista de Vosseler Abogados de Barcelona, que recuerda, sin embargo, que "corresponderá a los Mossos d'Esquadra evaluar su comportamiento y, si lo ven probado, atribuirle un delito". En este segundo caso, avanza Machado, parece que la policía catalana podría estar investigando un posible delito de obstrucción. 

"Es difícil de encajar por la jurisprudencia"

Concuerda Pablo de Palacio, de Palacio Lassaletta Abogados, que enfatiza dos aspectos. "Uno, cabe recordar que es un político indultado, y el perdón estaba condicionado a no cometer un delito en los próximos seis años. Si ahora se enfrenta a otro delito, se mete en un problema gordo". 

"El segundo -continúa de Palacio- es que el delito de encubrimiento, el que podría encajar, presenta una jurisprudencia muy cambiante, y en este caso sería encubrir a una persona sobre la que pende una orden de detención, tendrían que encajarlo". El letrado ve "complejidad jurisprudencial" para que, llegado el caso, se le enjuicie. No obstante, si pasa, "será juzgado en Barcelona, no en Madrid". 

"Dependerá de si hubo continuidad"

Por su parte, el bregado Esteban Gómez Rovira, letrado en distintas causas contra el independentismo, enfatiza que el delito de encubrimiento "precisa de diversas acciones orientadas al mismo sentido: ¿sabía Turull que venía? ¿Lo alojó en su casa? ¿Huyó con él?". Policía y acusación pública deberían poder demostrar la continuidad" de su colaboración ilegal para imputarle por el tipo penal. 

Jordi Turull, en la 'escolta' de Puigdemont en Barcelona el jueves EFE

Esa ocultación colaborativa, sin embargo, debería demostrar si las acciones estaban "preordenadas". Y toparía con el hecho de que Turull se está presentando públicamente como miembro del equipo legal de Puigdemont. Es, en efecto, colegiado en el Colegio de Abogados de Granollers con número 993, aunque está registrado como no ejerciente. 

La amnistía no le vale

Si finalmente Turull fuera enjuiciado y condenado, ¿le valdría acogerse a la amnistía? Dos jueces catalanes en condición de anonimato recuerdan que la ley de gracia abarca entre el 1 de noviembre de 2011 y el 13 de noviembre de 2023, por lo que la fuga de Carles Puigdemont queda "fuera". El secretario general de Junts, si hubiera cometido delito, no se podría amparar en la nueva norma. 

Cabe recordar que el también exportavoz del Govern ha pedido ser amnistiado, aunque aún no se ha oficializado esa inclusión en la ley de perdón nacional. Eso sí, antes, fue indultado por la condena por los dos delitos que cometió durante el procés, como quedó probado en el Tribunal Supremo en 2019. 

El indulto sí contaría

En este sentido, el veterano político independentista, que llegó a utilizar un sombrero de paja junto a Puigdemont para confundir a los Mossos d'Esquadra, sí podría mantener el indulto durante un eventual proceso judicial contra él. Lo recuerda otro magistrado, que señala que el encubrimiento "no es un delito tan grave como para provocar la reversión de ese perdón". Haría falta que Turull cometiera un delito penado con más de cinco años de cárcel. 

El encubrimiento, de iniciarse un proceso contra él por este delito que terminara en condena, no llega a esta horquilla. Por ello, "carecería de antecedentes y la acusación pública o particular no podría argumentar reiteración delictiva". 

Por ello, letrados como Gómez Rovira estima que una condena, y superior a dos años, terminaría, como máximo, con unos meses de cárcel. Pero prisión, al fin y al cabo. 

Dos días con Puigdemont

La interpretación jurídica llega después de que el histórico dirigente de Junts, antes en CiU, fuera el primer rostro político con el que se vio aparecer a Carles Puigdemont en el pasaje Sant Benet de Barcelona tras siete años de fuga de España. 

Turull acompañó al huido a la masa que le esperaba en la calle Trafalgar -donde se sumó a la comitiva la plana mayor del partido-; y flanqueó al huido cuando bajó del escenario en Arc de Triomf tras dar un corto mitin y se cambió de ropa. También se le acusa de subir al coche de fuga -un Honda blanco- con el prófugo, algo que se deberá demostrar. 

Eso sí, antes de ser citado ante el juez para dar explicaciones, Turull ya pasó una noche fuera de España -la del jueves al viernes-, tal como admitió en RAC1.