El pleno de investidura de Salvador Illa se antoja accidentado a todas luces. Hoy por hoy, la suspensión del mismo es el escenario más probable, forzado por Carles Puigdemont. Junts ya ha confirmado que así se lo pedirá al presidente del Parlament (del mismo partido), mientras Esquerra Republicana (ERC) y Comuns se alinean con esta tesis, aunque con matices.
Por el momento, el dirigente de la Cámara catalana, Josep Rull, ha fijado para el jueves a las 10 horas la celebración del pleno tras reunirse con los grupos parlamentarios durante la ronda de contactos de este martes.
Asumen la detención
El secretario general neoconvergente, Jordi Turull, ha dado a entender en declaraciones a TV3 que el expresident volverá a Cataluña en los próximos días de incógnito, sin especificar "hora y lugar" de su regreso, porque "sería de una ingenuidad salvaje dar detalles" de sus planes y "ponerlo fácil para que lo puedan detener".
En Junts asumen que el arresto se producirá, ya que el Tribunal Supremo se resiste a aplicarle la Ley de Amnistía; también lo reconoció el propio Puigdemont en la misma carta en la que responsabilizó a la militancia de ERC de que esto suceda. Así, entienden que el pleno no se podrá celebrar "en condiciones de normalidad", al no poder participar su líder como diputado.
Es en este escenario que el dirigente de la Cámara, Josep Rull, se acogería al reglamento --el mismo que se ha estirado como un chicle durante los años del procés-- para cancelar la sesión. Por el momento, este martes celebra la ronda de contactos con los grupos parlamentarios antes de anunciar la fecha del pleno de investidura, previsiblemente para finales de semana.
Los Comuns, los primeros en hablar
Los primeros en hablar en estos términos fueron los Comuns. Su líder, Jéssica Albiach, ya apostó el pasado viernes por aplazar la investidura.
Pese a opinar que se trataría de un "escenario que no tiene que pasar", la diputada defendió en una entrevista en Catalunya Ràdio que en el caso de que se produjera la detención del expresident, se debería convocar "una reunión de los diferentes grupos parlamentarios, valorar la situación" y poner sobre la mesa el aplazamiento del pleno.
ERC entraría en el juego
Por su parte, ERC --que se ha enzarzado en reproches con Puigdemont por discrepancias sobre su regreso-- se alinea con esta posibilidad.
A pesar de que Junts sugiera que los republicanos "han cambiado de bloque" y abandonado el bando independentista por apoyar la investidura de Illa, estos entrarían en el juego de Puigdemont: entenderían la detención como un escándalo y se alinearían con los neoconvergentes y los Comuns para pedir su suspensión.
¿Suspendido hasta cuándo?
¿Y cuánto tiempo permanecería suspendido el pleno? Precisamente Turull también ha opinado sobre ello. Junts no quiere poner un "plazo" a la suspensión del pleno de investidura ni señalar cuándo podría retomarse, porque primero hay que ver "hasta dónde quiere llevar" el juez Pablo Llarena "su venganza y escarnio" hacia Puigdemont y porque, en todo caso, esa es una decisión de la Mesa de la Diputación del Parlament.
Por su parte, el portavoz parlamentario de la formación neoconvergente Albert Batet ha evitado "anticipar escenarios" y se ha limitado a avanzar el "apoyo" de su partido "a las decisiones que tomen las instituciones del país", y a exigir "que se condene" el arresto.
Para los Comuns, "no viene de un día, ni de dos, ni de una semana, siempre que se haga antes del 26 de agosto", dijo Albiach en referencia a la fecha en la que expira el plazo antes de la convocatoria automática de elecciones. Así las cosas, ERC --que mantiene un perfil bajo en todo este debate-- tampoco caería en el bloqueo, que no le beneficiaría en ningún caso al suponer la vuelta a las urnas en su momento más bajo.
Illa será investido
A pesar del show que se cierne sobre la Cámara catalana con la complicidad de los socios de investidura, estos han avanzado que mantendrán el sentido de su voto a favor de la presidencia de Salvador Illa.
Los Comuns aseveran que "la detención de Puigdemont no cambiará el resultado" de la votación, mientras que ERC ha reivindicado en varias ocasiones la necesidad de "sacar adelante el país". Los republicanos tampoco caerían en la contradicción de dinamitar la investidura después del sobreesfuerzo que ha supuesto para la formación pactar la presidencia del socialista y convencer al 53% de la militancia.