El denominado Consell de la República Catalana (CdRep), entidad creada y presidida por el candidato de Junts a la presidencia de la Generalitat Carles Puigdemont, ha advertido a ERC de que apoyar la investidura de Salvador Illa (PSC) es "incompatible con un compromiso genuino con los objetivos del independentismo y del catalanismo".
La entidad fundada por el prófugo considera que el acuerdo entre republicanos y socialistas, a pesar de contemplar demandas nacionalistas como un concierto económico para Cataluña o ampliar la imposición del catalán en todos los ámbitos de la sociedad, "dificulta y ralentiza de manera preocupante el camino que tiene que permitir culminar el proceso de independencia".
El CdRep recuerda ahora que, tras el golpe secesionista al Estado de octubre de 2017, Illa "en el momento más crítico para las instituciones catalanas, se mostró partidario de su supresión exigiendo abiertamente" la aplicación del artículo 155 de la Constitución para suspender temporalmente la actividad del gobierno autonómico catalán en rebeldía.
Ve "imprescindible" que la ciudadanía le apoye
Para la entidad presida por Puigdemont, el regreso de éste a España sería un momento de fuerte simbolismo histórico, lo cual requiere, a su juicio, que las instituciones catalanas, las fuerzas políticas que considera democráticas y catalanistas, lo que llama la sociedad civil independentista y la ciudadanía en general le den un "imprescindible acompañamiento".
Sobre la posible detención de Puigdemont en caso de regresar a España -al estar prófugo de la justicia desde el golpe que dio siendo presidente de la Generalitat en 2017-, el Consell cree que "hay que denunciar con la máxima contundencia la inaplicación" de la Ley de Amnistía, aprobada por el Gobierno a cambio del apoyo parlamentario de sus socios ultranacionalistas.
"Deconstrucción nacional"
El CdRep también cree que la nueva mayoría que apoyaría al Govern del PSC -una fuerza secesionista como ERC y otra nacionalista como los Comuns- no impedirá que las políticas avancen "por el camino de la desconstrucción nacional".
La entidad presidida por Puigdemont, asimismo, insiste en dar por válido el referéndum ilegal y unilateral de secesión del 1 de octubre de 2017, pues pese a su total carencia de garantías democráticas, de validez y de credibilidad, "todavía es completamente válido y legítimo". Y advierte de que el procés no ha terminado.