La manifestación por la amnistía de Carles Puigdemont, promovida por Assemblea Nacional Catalana (ANC), tan solo ha movilizado a 1.500 personas la tarde de este sábado, según el recuento de la Guardia Urbana de Barcelona. La entidad presidida por el cantautor Lluís Llach pincha así después de llamar a una gran movilización por lo que han tachado de "golpe de Estado" del Tribunal Supremo.
El juez instructor Pablo Llarena mantiene la orden de detención sobre el expresidente de la Generalitat por la malversación del procés, mientras que el magistrado Joaquin Aguirre también se resiste a perdonarle el delito de alta traición y ha elevado la conocida como trama rusa del procés precisamente al Alto Tribunal.
"Golpe judicial"
La marcha ha comenzado a las 17 horas en la céntrica plaza de Urquinaona. Allí, la vicepresidenta de la entidad, Nohemí Zafra, ha atacado a los jueces y los ha acusado de "prevaricar constantemente". Los asistentes, con carteles bajo el lema "desobedecemos a los jueces españoles: independencia", han recorrido la Vía Laietana hasta alcanzar la plaza de Jaume I, donde han culminado la protesta frente al Palau de la Generalitat.
En esta, el presidente de la ANC, el cantautor Lluís Llach, se ha dirigido a los manifestantes: "Sin independencia, Cataluña no tiene proyecto de futur posible". También se ha referido al "robo fiscal" que sufre la comunidad y ha aprovechado para aumentar la presión sobre Esquerra Republicana (ERC) en sus negociaciones con el PSC para investir al nuevo president. "Illa no", han coreado el millar y medio de independentistas reunidos.
Intento infructuoso
Así las cosas, la primera pretendida gran convocatoria de Llach se ha quedado en el intento. Este, la baza de Puigdemont para influir en el independentismo más allá de Junts, tampoco consigue recuperar la fuerza popular que el movimiento tenía durante el momento álgido del procés.
Y mientras el expresident organizador del 1-O sigue en el extranjero, la manifestación precisamente ha coincidido con la vuelta de los fugados por la causa de Tsunami Democràtic, recientemente archivada.
Es el caso de la secretaria general de ERC, Marta Rovira, quien huyó a Suiza hace más de seis años para eludir a la justicia. La dirigente republicana pretende aprovechar su vuelta para agilizar las negociaciones con los socialistas para investir a Illa y ha emplazado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a reunirse para desatascar la financiación singular.