Siguen las negociaciones para la investidura de Salvador Illa con la idea de crear un consorcio tributario entre el Estado y la Generalitat, que se encargaría de recaudar el 100% de los impuestos en Cataluña. Una propuesta que "chirría" a los republicanos, tal y como ha expresado el presidente del grupo parlamentario, Josep Maria Jové. No obstante, ha reconocido que ve margen para seguir negociando sobre financiación.
Jové no ve clara la propuesta del consorcio fiscal porque "ya existe la Agencia Tributaria de Cataluña", a la que ha pedido dotar de recursos y competencias. Lo ha dicho en un debate en la Universidad Progressista d'Estiu de Cataluña (UPEC), en el que también han participado la diputada del PSC, Esther Niubó; la diputada de Sumar en el Congreso, Candela López; y la diputada de la CUP en Parlament, Laure Vega.
Un modelo de financiación singular
A la espera de ver los detalles de la propuesta, Jové ha recordado que el Estatut de 2005 ya recogía la posibilidad de crear este consorcio: "No queremos volver a 2005, pero nuestra propuesta no es extraña". En este sentido, ha insistido en un modelo de financiación singular, "en el que la Generalitat tenga la capacidad de gestión y recaudación íntegra de los impuestos".
"A partir de aquí, que se pague la cuota por los servicios que el Estado presta a Cataluña y una cuota de solidaridad. Es un modelo que no solo defendía ERC, estaba incluido en el Estatut de 2005, que tuvo el consenso del 90% de los diputados", ha explicado.
Reforzar el desarrollo de Estatut
Por su parte, Niubó ha apostado por reforzar el desarrollo del Estatut y las herramientas del autogobierno catalán. Ha llamado a seguir explorando durante las próximas semanas las diferentes vías que se abren para "hacer posible esta mejora de la financiación dentro de las herramientas jurídicas y normativas que hay".
Desde la CUP, Vega ha asegurado que es bueno que Cataluña pudiera tener "soberanía fiscal", aunque ve necesario profundizar qué se haría con ello. Para López, el contexto actual es diferente al del Estatut de 2005, por lo que ha pedido redefinir los objetivos para dar "respuestas a los problemas de hoy y para fortalecer el autogobierno".
Reproches por los pactos con Junts
Junts no ha estado in situ en el debate, pero sí ha estado en boca de todos. Jové y Niubó se han reprochado sus pactos con los neoconvergentes a lo largo de la legislatura en plenas negociaciones por la investidura de Illa.
Tras constatar que aritméticamente es posible un gobierno de izquierdas con PSC, ERC y Comuns, Jové ha acusado a los socialistas de haber "atacado" las políticas del presidente de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès, y de haberse puesto de acuerdo con los de Carles Puigdemont en muchas votaciones. Y ha dejado claro que no prestarán su apoyo a quien quiera retractarse de lo que han impulsado en los últimos tres años.
"No caeremos en chantajes"
Ante el riesgo de una repetición electoral, Jové ha recalcado que no la quieren, pero ha avisado de que no puede ser una pistola en el pecho para aceptar cualquier cosa: "No caeremos en ultimátums ni chantajes", ha sentenciado el republicano, que ha advertido de que la responsabilidad de evitar nuevos comicios el 13 de octubre es de la persona que "quiere ser presidente de la Generalitat".
Según Niubó, la derecha y la extrema derecha serían las ganadoras de una repetición electoral que generaría más desafección. Por ello, ha pedido aprovechar la "oportunidad" para vertebrar un tripartito de izquierdas.