Enésimo intento de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) de marcar la agenda política catalana. La entidad, presidida por Lluís Llach, ha instado a Junts, Esquerra y la CUP a "no dar ningún apoyo activo o pasivo a la investidura de Salvador Illa", argumentando que los partidos independentistas "no pueden votar un candidato que dio apoyo a la aplicación del artículo 155".
Además, ha amenazado en un comunicado con responder a la investidura del socialista "intensificando el plano de movilizaciones", pese a que el independentismo se encuentra en el momento más débil de la última década. En las elecciones autonómicas perdieron la mayoría absoluta que tenían desde hacía años y no suman para hacerse con el poder en la Generalitat.
"Puigdemont merece el reconocimiento"
En otro orden de cuestiones, la entidad ha añadido que "Carles Puigdemont merece el reconocimiento del pueblo catalán por sus años de exilio y por la tarea de proyección internacional del conflicto".
Sobre este tema, han indicado que tal aprecio se traducirá en la "defensa popular de su integridad", en caso de que al regresar al territorio español sufriera una detención, en una insinuación de provocar un nuevo Tsunami Democràtic.
Hoy por hoy, el regreso de Puigdemont a España está lejos de producirse, ya que el Tribunal Supremo mantiene la orden de detención pese a la ley de amnistía.
Presión a ERC
Con este mensaje, la Assemblea se propone presionar a Esquerra Republicana, que en estos momentos se debate si apoyar la investidura de Illa o forzar una repetición electoral que supondría un tiro en el pie para un partido que ya ha sido apeado de la hegemonía independentista y hundido en los 20 escaños. En este sentido, la ANC ha reprochado a los dirigentes republicanos que hayan "renunciado a hacer efectiva la independencia".
Sobre la estrategia de Junts y ERC --que han acabado pactando con el gobierno de Pedro Sánchez--, la entidad ha criticado que "han malgastado los sucesivos mandatos populares y han desactivado el conflicto situándolo en la vía muerta del diálogo", como ya hizo en un primer enunciado tras conocerse los resultados de las elecciones catalanas del pasado 12 de mayo.