Siguen las negociaciones entre PSC y ERC para la investidura de Salvador Illa con una principal exigencia encima de la mesa: la financiación singular. En este contexto, el primer secretario de los socialistas catalanes ha asegurado que su partido no negociará en nombre del Gobierno, pero sí ha reivindicado su "capacidad de influencia".
"Hay cosas que no dependen solo de nosotros y, por lo tanto, también habrá que tener en cuenta la opinión del Gobierno de España", ha expresado.
En una entrevista en Els Matins de TV3, Illa ha defendido también el papel del presidente Pedro Sánchez para "ayudar a que las cosas vayan bien en Cataluña", por ejemplo, con los indultos y la amnistía a los líderes del procés; y "en buscar una financiación justa".
"Escuchando planteamientos" de Comunes y ERC
En ese sentido, el líder del PSC se ha mostrado partidario de que la nueva financiación "responda a las singularidades de Cataluña", pero no ha detallado su apuesta. Y ha afirmado que está "escuchando los planteamientos" de los partidos con los que negocia la investidura. Es decir, Comunes y ERC.
Sobre la recaudación de impuestos, ha recordado que el consorcio tributario previsto en el Estatut permitiría recaudarlos todos, pero ha señalado: "Recaudar está bien, pero yo pongo más el acento en cómo gestionamos esto, para qué lo usamos. Y quiero hacerlo atendiendo a la singularidad de Cataluña y con criterios de justicia, sin buscar ningún privilegio, pero sí buscando una financiación justa".
Insiste en la mayoría progresista
Por otro lado, ha apelado de nuevo a una mayoría progresista formada por PSC, ERC y Comunes. Es "la única opción viable" para que la legislatura prospere, por mucho que el candidato de Junts, Carles Puigdemont, insista en decir que tiene posibilidades de ser investido president de la Generalitat. Al fugado no le dan los números: necesita la abstención de los socialistas.
Sobre las negociaciones, Illa ha apelado a la "tranquilidad y la serenidad" ante la cuenta atrás de dos meses para lograr la investidura que se activará el próximo miércoles, 26 de junio. Los partidos tendrán hasta el 26 de agosto para investir un president o Cataluña volverá a votar el 13 de octubre.
"Haríamos bien de hacer las cosas lo antes posible, pero no quiero meter prisas a nadie, tenemos dos meses. Priorizo hacer un buen acuerdo, que genere un marco de estabilidad para la legislatura, a hacerlo en una semana", ha destacado. Y es que cabe recordar que los republicanos están inmersos en una batalla interna sobre la estrategia a seguir tras hundirse el pasado 12 de mayo en los 20 escaños.