El presidente del parlament, Josep Rull, activará la cuenta atrás de dos meses el próximo miércoles, 26 de junio. Lo hará a través de un acto equivalente, mecanismo similar a una investidura fallida, al constatar que ningún candidato tiene voluntad de someterse a votación en esta primera sesión.
Así lo ha anunciado después de mantener reuniones con los grupos parlamentarios en el marco de la ronda de consultas que ha definido como "intensa", pero "extraordinariamente positiva por el tono y la cordialidad".
Puigdemont, sin posibilidades
El líder del PSC, Salvador Illa, y el de Junts, Carles Puigdemont, manifestaron durante la campaña electoral del 12 de mayo su intención de presentarse a la investidura. Sin embargo, ninguno de los dos tiene los apoyos, por lo que han pedido más tiempo.
Es relevante destacar que el fugado no tiene ni tendrá opciones de ser elegido president de la Generalitat, ya que todas las fórmulas pasan por una abstención del PSC en segunda votación, cuando se requiere mayoría simple --más síes que noes--. "No me abstendré para dar apoyo a ningún otro candidato", ha expresado Illa de forma tajante este miércoles en una rueda de prensa.
Una investidura fallida
Sin embargo, Rull --a quienes algunos definen como un "soldado" de Puigdemont--, ha obviado este apunte y ha asegurado que tanto Junts como PSC han expresado su voluntad de "explorar la posibilidad de proponer a una persona a la investidura" en las próximas semanas.
Hoy por hoy, la única certeza es que, el 26 de junio, los diputados asistirán a un pleno que servirá para activar la cuenta atrás de dos meses para que los candidatos traten de reunir los apoyos necesarios con fecha límite el 26 de agosto. Si nadie lo consigue, se convocarán elecciones de forma automática y los catalanes volverán a votar el 13 de octubre.
Cinco minutos de intervención
El del próximo miércoles no será un pleno habitual. El presidente de la Cámara llevará a cabo un acto equivalente, un mecanismo similar a una investidura fallida. Esto permitirá que ningún candidato tenga que pronunciar su primer discurso a sabiendas que no tiene los apoyos para hacerse con la presidencia. Un panel de votación en rojo no es un escenario deseado, a estas alturas, para nadie.
No obstante, las formaciones tendrán la palabra durante cinco minutos en una sesión que arrancará a las 11 horas.
Paralelamente, los equipos negociadores de PSC, Comunes y ERC mantienen sus conversaciones para intentar la investidura de Illa, quien tiene más posibilidades de ser president. Dependerá de los republicanos que se consiga una "mayoría progresista" que permita la formación de un nuevo Govern o que Cataluña vuelva a las urnas en otoño.