Junts insiste en lo imposible. El presidente del grupo parlamentario, Albert Batet, ha asegurado que el candidato de su partido, Carles Puigdemont, tiene opciones de ser investido president de la Generalitat en el contexto de una mayoría simple. Es decir, cuando se requieren más síes que noes. "Tenemos opciones, pero eso todavía pide tiempo", ha sentenciado tras reunirse con el presidente de la Cámara autonómica, Josep Rull, en el marco de la ronda de contactos.
Pero son solo palabras. En la práctica, el fugado no tiene ninguna opción de ser elegido, ya que todas las fórmulas pasan por la abstención del PSC. Los de Salvador Illa han insistido por activa y por pasiva que no facilitarán su investidura.
Pide un acuerdo similar al de la Mesa
En una rueda de prensa en el Parlament, Batet se ha mostrado optimista porque cree que Puigdemont tiene posibilidades. Con ese objetivo, ha dicho estar llevando a cabo reuniones con el resto de formaciones, aunque con "discreción, efectividad y humildad".
Asimismo, ha pedido tomar como ejemplo el acuerdo que se alcanzó para la constitución de la Mesa de la Cámara. Sin embargo, cabe recordar que los socialistas no participaron en esa ecuación. El órgano se constituyó gracias a un pacto in extremis entre Junts, la CUP y ERC, que entregó la presidencia de la segunda institución más relevante de Cataluña a sus exsocios neoconvergentes. Los mismos que han luchado durante años para apearles de la hegemonía independentista, hasta hundirles en los 20 escaños en las elecciones del pasado 12 de mayo.
El regreso de Puigdemont
Por otro lado, el presidente del grupo parlamentario ha vuelto a vender la moto sobre el futuro de Carles Puigdemont, con quien mantiene una buena relación. De hecho, hay quienes le definen como el hombre protegido del fugado. Ejerció como jefe de campaña en las últimas elecciones y ha sido clave en la fontanería del partido para mantener cierta paz interna.
De ahí que insista en mantener el relato de Puigdemont, que lleva meses prometiendo a su electorado que volvería y que dejaría la política si no lograba ser investido. "Tenemos intención de ir a la investidura, pero no ahora. Estamos buscando los apoyos, negociando para tener una mayoría. En el momento en que la tengamos la comunicaremos al president Rull y le pediremos que se convoque el pleno del Parlament", ha asegurado un Batet que no ha concretado si el fugado volvería aunque no fuese para su investidura y sí la de Salvador Illa.
Más presión a ERC
Tal y como ha explicado Crónica Global este miércoles, fuentes de Junts aseguran que Puigdemont cumplirá su promesa de volver “cuando haya una investidura real”. Es decir, cuando se produzca un debate en el pleno en el que el candidato a la presidencia tenga armada una mayoría parlamentaria que dé luz verde a su gobierno. En el actual contexto político catalán, sólo el PSC está en disposición de hacer lo propio con una mayoría de 68 diputados para investir a Salvador Illa tras alcanzar un acuerdo con ERC y Comunes.
Así pues, habrá que ver si Puigdemont en ese caso cumple su promesa de regresar pese a que la Ley de Amnistía no le da todavía las garantías de no ser detenido; o si, por el contrario, vuelve a ser una cortina de humo para presionar a ERC, que estos días mantiene reuniones con los socialistas.