“La inseguridad es la primera preocupación de los barceloneses desde que Colau llegó a la alcaldía”. Así de tajante se ha pronunciado Jordi Martí, regidor de Presidencia y Territorio y del distrito de Sants-Montjuïc que, además, preside una comisión no permanente de estudio contra la multirreincidencia del Ayuntamiento de Barcelona. Lo ha hecho en el marco de un encuentro en el Círculo Ecuestre impulsado por el grupo Eulalia este miércoles para analizar el fenómeno de la multirreincidencia, uno de los mayores retos a los que se enfrenta la ciudad. De hecho, la Guardia Urbana tiene identificados a 526 delincuentes multirreincidentes, 487 de los cuales estuvieron activos durante 2023 y que acumulan más de 6.000 antecedentes por robos o hurtos.
El representante del consistorio ha reconocido que el escenario es “poco positivo” y que desde el Ayuntamiento de Barcelona se encuentran atados de pies y manos, pues apenas tienen competencias para aplicar medidas que ayuden a frenar este fenómeno. En el año 2015, cuando Ada Colau llegó a la alcaldía, la inseguridad pasó de ocupar el séptimo puesto en la lista de preocupaciones de los barceloneses a situarse a la cabeza, muy por encima de la segunda, el acceso a la vivienda: “Las cosas no pasan porque sí, no se debe solamente a que seamos un atractivo turístico, no es una casualidad que sea la mayor preocupación hace nueve años y se mantenga hasta la actualidad”.
Un mensaje de "no impunidad"
En el mismo sentido, el abogado penalista Emilio Zegrí Boada ha recordado que el gobierno de los comunes llegó a facilitar un manual de okupación. “Se confunde la progresía con el cumplimiento de la ley y la okupación es una sinergia con el hurto multirreincidente”, ha expresado. En este sentido, el letrado ha recordado que las organizaciones criminales ubican a sus miembros según la respuesta penal que reciban los delitos cometidos, en este caso los hurtos o robos: “Lo valoran en términos de riesgo y de rentabilidad”.
Así, a Barcelona llegan remesas de relojeros, delincuentes especializados en el robo de relojes de lujo, procedentes principalmente de Italia, aunque también de Rumanía y Argelia. Por eso, el penalista considera fundamental que se traslade el mensaje de que, en caso de instalarse a Cataluña, no habrá impunidad ni una respuesta leve como una multa o la salida en libertad provisional.
En este sentido, el juez del Juzgado de Instrucción número 11 de Barcelona, José María Asencio, ha puesto sobre la mesa que, según el censo penitenciario, el 50% de los presos internos en las prisiones catalanes son extranjeros. Aunque en Cataluña sólo hay un 13% de población extranjera, el magistrado ha expresado que cometen la mitad de los delitos. “¿Quiere esto decir que por el mero hecho de ser extranjeros son delincuentes, como defienden algunos partidos políticos? No. Eso es una falacia. Lo que hay que ver es qué tipo de extranjeros vienen a Cataluña”, ha matizado.
Eliminar el límite de 400 euros
¿Cómo se podría combatir este fenómeno? En primer lugar, el magistrado ha propuesto eliminar el valor del artículo sustraído y que delimita si se trata de un delito leve o un delito menos grave. En caso de que lo hurtado no supere los 400 euros, se castiga con una multa de entre uno y tres meses con una cuantía de 5 euros diarios. Si lo supera, se castiga con entre seis y 18 meses de cárcel. “¿Tiene sentido mantener este límite de 400 euros? Creo que no”, ha reflexionado Asencio, que ha insistido en que el desvalor de la conducta es el mismo: la sustracción de una cosa ajena.
La solución pasaría por establecer un rango penológico en función de los antecedentes y de los hechos y no sólo del valor del objeto. Pero también por aumentar los efectivos de Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana, sobre todo para la Copa América, en la que habrá que cubrir toda la línea de costa.
Además de sumar efectivos policiales, el juez ha reclamado que los ayuntamientos puedan presentarse como acusación popular en los juicios contra los multirreincidentes y que la Administración pública destine los recursos necesarios para crear nuevos juzgados, que deben ser dotados de medios suficientes como para que los juicios rápidos se celebren en un plazo máximo de 15 días, como prevé la ley, y no a un año vista. Con esto, ha puntualizado, no sería necesario reformar el Código Penal.
"Barcelona es más insegura que nunca"
Además, Jordi Martí ha añadido que habría que abordar el problema de la droga en la ciudad de Barcelona, ligado a los narcopisos y a las plantaciones de marihuana. También se ha referido a los clubes cannábicos, establecimientos alegales que atraen a un perfil determinado de turismo. Atajar el problema de la droga ayudaría a rebajar también los delitos interrelacionados, como los robos.
“Barcelona es insegura, cada vez más insegura”, ha concluido el magistrado Asencio, que ha precisado que hay barrios a los que “ya no se puede ni ir”. La Ciudad Condal se ha convertido en la segunda ciudad de Europa, sólo por detrás de Bruselas, en número de robos. Un fenómeno que se expande desde la Ciutat Vella, el epicentro, hasta la zona alta. Aun así, ha precisado el juez, los delitos que más le preocupan son los sexuales. “Sin seguridad, no hay libertad”, ha zanjado.