La víctima colateral del descalabro de ERC: a Sallent se le dificulta ser ‘major’ de Mossos
Los sindicatos SAP-FEPOL y USPAC presentarán un nuevo recurso en cuanto el actual comisario jefe termine el curso de adecuación en el ISPC y se haga efectivo su nombramiento como máximo rango del cuerpo policial catalán
14 mayo, 2024 00:00Noticias relacionadas
El descalabro de ERC en las urnas complica el camino del actual comisario jefe de los Mossos d’Equadra, Eduard Sallent, para convertirse en major, al mismo nivel que el máximo rango del cuerpo policial catalán, Josep Lluís Trapero.
Los sindicatos policiales ya avanzan que en caso de que Sallent supere con éxito el curso de adecuación en el Instituto Catalán de Seguridad Pública (ISPC), que comenzará dentro de una semana, el martes 21 de mayo, presentarán nuevos recursos contra su nombramiento por la dudosa trasparencia del proceso por el que ha sido elegido.
USPAC pedirá el informe de la DGP
En el caso del sindicato USPAC, los servicios jurídicos ya estudian la viabilidad de un nuevo recurso, bien mediante la ampliación de la demanda que ya interpusieron en los tribunales contra las bases del concurso como por una nueva vía. También SAP-FEPOL presentará un nuevo recurso en cuanto finalice su formación.
Además, desde USPAC avanzan que solicitarán el informe elaborado por la Dirección General de la Policía (DGP) en el que se justifica la elección de Sallent. “Lo que alegarán es que él ha sido comisario jefe del cuerpo y ella no”, indican desde la organización sindical en relación a la única rival de Sallent en este proceso, la comisaria Alicia Moriana, “porque objetivamente es el único hecho diferencial entre ambas candidaturas”. De hecho, las fuentes policiales consultadas señalaban que, teniendo en cuenta la titulación y antigüedad de ambos, la plaza debería haber sido para ella.
La polémica entrevista del viernes
La elección de Sallent como candidato a ocupar el segundo puesto de major el viernes, tan sólo un día antes de la jornada de reflexión y el mismo día en el que el director general de Mossos, Pere Ferrer, entrevistó a los dos postulantes, levantó ampollas no sólo entre las bases, sino también en la escala intermedia, según ha podido conocer este medio.
La decisión del director general de la policía fue comunicada a los medios de comunicación a las ocho de la tarde, pocas horas después de la realización de las entrevistas: a las once de la mañana tuvo lugar la de Moriana y a la una del mediodía la de Sallent.
[La estrategia de Trapero para recuperar el poder en Mossos]
A la Consejería de Interior que encabeza todavía Joan Ignasi Elena le bastó una sola tarde para deliberar y elaborar un informe cuyo contenido, por ahora, se desconoce. Así lo hizo pese a que la comisaria Moriana, actual jefa de la Región Central, había solicitado esa misma mañana, antes de someterse a la entrevista, que se impugnaran las bases del procedimiento presentando un recurso por la vía contenciosa en un juzgado de Barcelona.
Un hecho “inaudito y éticamente reprobable”, pues ERC ya preveía en ese momento que perdería la consejería, como así mostraban las encuestas, que auguraban la debacle del partido. Aun así Interior decidió seguir adelante "para dejarlo todo atado, con alguien de su cuerda al frente". Con este escenario el mayor perjudicado de su elección contra reloj será el propio Sallent, advierten las fuentes policiales, “porque el proceso por el cual que ha salido elegido empaña cualquiera de sus méritos”.
Indignación en el cuerpo
Los hechos acaecidos el viernes han marcado un punto de inflexión. Las voces consultadas sostienen que el de la seguridad pública ha sido uno de los sectores que han castigado a ERC en las urnas. “Hay mucha indignación entre la plantilla por la forma en la que han blindado en un cargo como este a una persona que ya no gozaba de una especial simpatía” dentro del cuerpo.
Aunque no sólo por la elección in extremis de Sallent, aclaran, sino porque la Generalitat se retiró como acusación particular en varios procesos judiciales contra agentes del cuerpo en respuesta a las exigencias de la CUP, retiró la asistencia jurídica en otros casos y, en última instancia, por el impago durante meses de las horas nocturnas y extraordinarias. Sin embargo, la maniobra del viernes, “con nocturnidad y alevosía”, cayó como un jarro de agua fría entre las bases, que fundamentalmente simpatizan con Trapero, que mantiene su popularidad intacta más de dos años después de haber sido destituido por ERC.
Interior defiende su elección
Pese a que la comisaria Alicia Moriana contaba con una formación acorde para el puesto que se disputaba con el actual comisario jefe -ella es doctora en Derecho Penal, mientras que él es licenciado en Filosofía- desde Interior defienden que “se ha considerado que Sallent es un mejor candidato”, aunque sin desvelar los motivos.
“Teniendo en cuenta que es un proceso de libre designación, se valoran muchos factores: la capacidad estratégica, el liderazgo del cuerpo, la visión de futuro de hacia dónde tiene que ir el cuerpo de Mossos d’Esquadra, la experiencia y trayectoria dentro del cuerpo y la capacidad de gestionar equipos, entre otros”, responden desde la consejería, aunque sin entrar en detalles sobre el informe emitido por la DGP.
Feminización sí, pero no en la cúpula
“Lo que nos molesta no es que haya otro major”, responden a esta argumentación Albert Palacios, portavoz de USPAC, “sino las formas con las que se ha hecho”, insiste en relación a la falta de transparencia. Además, añade, desde ERC “tenían la oportunidad de feminizar el cuerpo y no lo han hecho”, pese a que la consejería que dirige Elena se había erigido como abanderada de la igualdad entre hombres y mujeres en los Mossos d'Esquadra. Para este sindicato, el Govern ha demostrado que sus políticas de feminización habían sido “diseñadas sólo para la foto”. En este sentido, afean a Interior que sólo abogue por esta paridad en las escalas básicas, pero no en las más altas, que además son de libre designación.
La feminización en Mossos no es real, insiste Palacios, pues tras conocerse la semana pasada los destinos de los cabos son varias las compañeras que se plantean renunciar porque las han enviado, por puntuación, a destinos muy alejados, a más de tres horas de sus domicilios, lo que hace imposible la conciliación familiar. “Siempre hemos defendido que la manera de incentivar la promoción de las mujeres es hacerlo por territorio, que motivaría que se presentasen a los procesos”.
Denuncian la politización del cuerpo
Detrás de la elección de Sallent lo que hay, apostillan desde los sindicatos, es una intención de “politizar el cuerpo”. Según USPAC, no sólo por parte de ERC, sino por los distintos Governs que han ido pasando por la Generalitat y que intentan usar a los Mossos d’Esquadra como un “arma política” para conseguir sus objetivos, sean cuales sean.
“¿Qué pasará ahora? ¿Si gobierna Salvador Illa y Sallent ya ha sido nombrado como major, pasará a ocupar el cuartito de fotocopias de Trapero?, pregunta con sorna Palacios en relación al puesto de la División de Evaluación de Servicios (DAS) al que fue relegado el mayor rango hasta la fecha. “Necesitamos tranquilidad y armonía. Estamos hartos de que politicen el cuerpo”.
Trapero y Sallent, incompatibles
Tras la cómoda victoria de Salvador Illa, que ha conseguido el mejor resultado de la historia para el PSC, con 42 escaños, si logra reunir los apoyos suficientes para ocupar la Presidencia, ya ha anunciado que designará como consellera de Interior a la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), Núria Parlón, y que rescatará al major Josep Lluís Trapero como director general de la policía, sustituyendo a Pere Ferrer.
Si Trapero dirige finalmente los Mossos, de poco servirá que Sallent sea nombrado major, pues con los sindicatos en contra, sin la protección de ERC y con los socialistas en el poder “podrá apartarlo, como hicieron con él”. Y es que Trapero y Sallent son incompatibles, como lo son los modelos policiales que defienden, aseguran fuentes cercanas. Así las cosas, el futurible director general previsiblemente colocará en el puesto que ahora ocupa el comisario jefe a alguien de su confianza, como Josep Maria Estela, con el que mantiene una buena relación, y a Sallent podría relegarlo a tareas administrativas.