Casol: “En política, las mujeres desempeñamos el papel de florero”
- En una entrevista con Crónica Global, la exdiputada de Junts reconoce sentirse decepcionada con Laura Borràs, de quien esperaba "un golpe encima de la mesa" por su expulsión tras denunciar acoso
- Define a Carles Puigdemont y a Jordi Turull como "vieja política" y asegura que ahora iría en listas para el 12M si se hubiese callado
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La exdiputada de Junts Cristina Casol se ha tenido que enfrentar a su propio partido tras ser expulsada al denunciar "violencia laboral con componente de género". El informe de la Oficina de Igualdad del Parlament no probó que la persona a la que denunció -el presidente del grupo parlamentario Albert Batet- "fuese directamente el actor principal", pero "sí reconoce indicios de violencia machista y abuso de poder".
En una entrevista con Crónica Global, lamenta que esto sea algo habitual en política, donde las mujeres, según ella, "tienen un papel de florero". "Nos quieren porque hay cuotas y listas cremallera, pero nuestra opinión no se tiene en cuenta porque es un mundo machista", avisa.
Por otro lado, Casol cree que esta situación no se hubiese dado si fuese más cercana al aparato, liderado por Jordi Turull. Y reconoce sentirse decepcionada con la presidenta de Junts, Laura Borràs, de quien esperaba que diese un "golpe encima de la mesa".
- Usted se presentó a las elecciones de hace tres años con Junts por Lleida y ha acabado la legislatura expulsada tras denunciar acoso… ¿Cómo lo lleva?
- Intento llevarlo lo mejor que puedo. Es verdad que mi oficio no es la política, vengo de una profesión diferente. Tuve claro que es una tarea que debes hacer porque tienes un deber por el país y que, en definitiva, no es ni tu oficio ni tu profesión.
- Ha vivido meses complicados desde que se filtró que denunció ante la Oficina de Igualdad del Parlament. Desde Junts insistían en que no había acoso. ¿Qué denunció?
- Yo denuncié lo que sufrí, que es violencia machista. Esas situaciones no se daban con hombres compañeros de partido. También hay componente de mobbing laboral, de violencia psicológica e institucional.
- El informe del Parlament reconoció que había machismo, pero no probó los episodios que denunciaba...
- El informe vio acoso y machismo, pero no pudo probar que la persona a la que yo había denunciado, que era el jefe del grupo parlamentario, Albert Batet, fuese directamente el actor principal en este acoso machista. Pero el informe sí reconoce que hay indicios de abuso de poder en las situaciones que yo describí.
- ¿Hay machismo en los partidos políticos?
- No hay mujeres que denuncien machismo en política porque pueden acabar como yo. Es uno de los ámbitos en el que el poder y el machismo está más arraigado, eso lo he vivido en primera persona y muchas mujeres así me lo han manifestado. En política debes ser un soldado del partido y las mujeres tienen un papel de florero. Nos quieren porque hay cuotas y listas cremallera, pero nuestra opinión no se tiene en cuenta porque es un mundo de poder machista. Esto pasa en la mayor parte de los partidos.
- ¿Le han reconocido otras diputadas que también ha vivido alguna situación de este tipo?
- Sí, la mayor parte de políticas que se pusieron en contacto conmigo para darme apoyo me ha dicho que, ante comportamientos de este tipo, lo mejor es callar y no decir nada. Yo, si hubiese querido seguir en política, lo tenía muy fácil. Si no hubiese dicho nada, ahora estaría en las listas. En el momento en que denuncias algo como esto ya sabes que el partido te apartará de cualquier cargo institucional.
- ¿Se arrepiente de haber denunciado?
- No, para nada. Todo lo contrario.
- En los últimos días usted misma ha sido muy crítica con que la número dos de Puigdemont sea una mujer, Anna Navarro Schlegel, y todo el mundo hable del tres, que es Josep Rull...
- El president Puigdemont ha hecho lo mismo que hizo con Laura Borràs: ha puesto de dos a una mujer y se ha puesto él por delante. Nunca este partido ha dejado liderar a una mujer.
- Esta semana han declarado las expertas en igualdad denunciadas por Junts. Acusaron a la formación de "coartarlas" para frenar su caso. Se la vio muy afectada… ¿Ha recibido todo el apoyo que querría o le ha faltado alguien?
- Yo sé perfectamente quién ha estado y quién no; así como quién no se acerca a mí porque tiene miedo a que, políticamente, esto le pueda significar una reprimenda. Yo me solidaricé con estas profesionales que hicieron el informe y que han sido denunciadas por Junts, a través de Gonzalo Boye, por hacer un trabajo encargado por el Parlament. Es una aberración.
- Este caso también ha llegado esta semana al Parlament. ¿Cuál es la novedad?
- El martes, hubo tres grupos parlamentarios, ERC, comunes y la CUP, que presentaron en la junta de portavoces un escrito de apoyo a estas técnicas. Pero hubo dos partidos que votaron en contra: Junts y PSC. Dos mujeres votaron en contra, lo que sigue siendo muy surrealista: votan en contra de dar apoyo a unas técnicas a quienes el Parlament encargó un informe para comprobar si había o no violencia machista.
- De Junts se puede esperar porque presentaron la querella. Pero ¿del PSC le sorprende?
- No me sorprende porque hay unos movimientos políticos ahora muy fáciles de entender. Todos dan una victoria del PSC en las próximas elecciones. ERC y Junts se ven como candidatos a hacer gobierno con Salvador Illa. Hay un juego perverso entre las tres formaciones, que juegan para ver quién podrá tener una parte del pastel con el PSC.
- Usted formaba parte del círculo de Laura Borràs. ¿Cree que su caso hubiese tenido un final diferente si fuese más cercana al aparato del partido?
- Quizás no hubiese sufrido esta violencia machista porque yo la sufrí, en parte, por ser cercana a la presidenta Borràs. Ese no era el sector que tenía más poder en el grupo parlamentario. Cuando tú no eres del sector con poder te combaten con este machismo en forma de aislamiento, señalamientos públicos o críticas.
- Actualmente, ¿cómo está la relación con ella?
- No tengo relación con Laura Borràs. Ella es la presidenta de Junts, que es el partido que me ha expulsado. Yo le di apoyo porque pienso que es un liderazgo que se debe tener en cuenta y que ha sufrido su represión. Conoce lo que he sufrido yo porque ella, en menor o mayor medida, también lo ha sufrido. Yo sé que ella no votó por mi expulsión, pero sí me sabe mal que, como mujer, no haya dado un golpe encima de la mesa y haya dicho: hay dos mujeres que han denunciado machismo y yo, como presidenta de este partido, intentaré ver qué ha pasado para que no vuelva a pasar.
- Hay quienes ven un antes y un después en el comportamiento de Laura Borràs con Jordi Turull, el secretario general. ¿Tiene algo que ver esta actitud con que esté inhabilitada para un cargo público y viva del partido?
- En este mundo de la política te mueves por el poder. Hemos podido ver las listas de candidatos que ha presentado Junts y es cierto que, dentro de las primeras 10 o 15 posiciones, no hay nadie del grupo de confianza de Borràs. Pero hay que recordar que todos ellos tendrán que volver tarde o temprano a su puesto de trabajo. Tendrán que salir de esta burbuja y volver a la sociedad real. No puedes optar a que la política sea tu modus vivendi porque eso es una estafa a la sociedad.
- ¿Le ha escrito Turull?
- Yo con Jordi Turull me escribí solamente cuando salió a la luz mi denuncia. Él me dijo de hablar sobre lo que había pasado. Yo en ese momento no pude quedar con él personalmente y le hice un escrito. Me respondió que no quería leer mis escritos por un tema de confidencialidad y, a partir de ahí, solo se comunicó conmigo a través de un escrito bastante infecto donde decía que me pedía que dejase el acta. Desde aquel momento y desde la ultima ejecutiva en la que se acordó mi expulsión yo no he hablado más con él.
- ¿Qué opina de él?
- Es un político de la vieja escuela de Convergència, como también Josep Rull. Además son personas indultadas por el Estado español que, para un movimiento independentista como es el de Junts, no deberían ponerse en estas posiciones de primera línea.
- ¿Puigdemont es vieja política también?
- Sí, Puigdemont es vieja política. Aún así, es el 130 president de Cataluña y tiene todo el respeto, así como exiliado.
- Y Laura Borràs... ¿no es vieja política?
- No, porque ella entró en 2017. Pero también es una política represaliada por el Estado español. Considero que todos los políticos represaliados, indultados o exiliados tienen el mismo hándicap.