Barcelona ha liquidado el primer gran intento de promotora metropolitana, creada en los años 2000. Regesa ha dejado de existir tras recibir al menos un millón de euros en 2021 al pie del embargo, y diversas acciones para apuntalar la tesorería por parte del Área Metropolitana (AMB). 

Lo ha explicado un portavoz del AMB, que ha precisado que "las sociedades Regesa y Rasa --su filial de párkines-- han sido extinguidas". Las dos mercantiles, así como sus activos y pasivos, se han incorporado al Impsol", que es la actual promotora supramunicipal. La incorporación se hizo el pasado 31 de enero, "quedando inscrita al Registro Mercantil". 

Ayudas

La doble desaparición de las promotoras llega después de diversas acciones de ayuda. El propio AMB tuvo que aportar un millón de euros en mayo de 2021, como explicó este medio

Imagen de una promoción de vivienda impulsada por Regesa / CEDIDA

Desde la institución supralocal precisan que fue la única aportación, y que se debió a "necesidades de tesorería". 

El ayuntamiento compró parte del parque

Por su parte, el Ayuntamiento de Barcelona, que preside tradicionalmente el AMB, también ha comprado parque de la sociedad. En 2021, adquirió un párking con 176 plazas en Torre Baró por debajo de precio de mercado. Jamás se había estrenado. 

En 2015, último año de Trias en la alcaldía, se internalizaron 56 pisos más por 8,1 millones. Como los anteriores, se destinaron a alquiler social. Ya en 2023 y con los comunes al frente de ambas administraciones --AMB y ayuntamiento--, se compraron otros 170 pisos más por 10,7 millones. 

Cuentas detectó anomalías

La historia de Regesa, antigua constructora del extinto Consell Comarcal del Barcelonès (CCB), ha terminado en sabor agridulce. La empresa es el instrumento público que más viviendas protegidas ha promovido y puesto a disposición de la ciudadanía en toda la historia de Barcelona. Pero también generó una abultadísima deuda y llegó a pagar a 800 días. En paralelo el Tribunal de Cuentas destapó un pequeña irregularidad de 24.000 euros, que atribuyó a Jaume Vendrell, ex consejero delegado de la desaparecida administración colegiada. La causa no prosperó

Imagen de una promoción de pisos de Regesa / OAB

Antes, en 2017, la Sindicatura de Cuentas afloró también irregularidades en la gestión, que la CUP llevó a la Oficina Antifraude, sin éxito.  En octubre de 2021, el AMB ya explicó a este medio que Regesa se encaminaba hacia la liquidación, que es lo que ha sucedido. 

"Saneada"

Desde el AMB se defiende que Regesa ha concluido su trayectoria "gran éxito, saneada y con patrimonio". 

Asimismo, se insiste en el gran número de unidades de vivienda social construidas, que superan a las de ninguna otra iniciativa pública en la gran Barcelona. 

Los pisos a Azora, perdidos

Pero en el plano político, también hubo polémicas que salpicaron a Regesa. La más controvertida fue la venta de vivienda social construida por la sociedad y gestionada por la Fundació Pisos de Lloguer al inversor Azora, que significó una despatrimonialización del portafolio público. Se firmó en 2013, cuando se decidió liquidar la Fundació. A preguntas de este medio, el gobierno municipal anterior confirmó que da por perdidas esas unidades. 

Ya en 2024, la firma se ha extinguido dentro del Impsol. Este instituto público es paralelo a Habitatge Metròpolis Barcelona (HMB), la constructora público-privada que el AMB ha constituido junto a Cevasa y Neinor

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