Ni presupuesto ni moción de censura: Sitges alarga su agonía por el retraso en las declaraciones del 'caso Texas'
La republicana Aurora Carbonell declarará finalmente el 18 de marzo, demorándose así la toma de decisiones por parte de la oposición
10 febrero, 2024 00:00Noticias relacionadas
En el Ayuntamiento de Sitges (Barcelona) conviven nueve partidos para un pleno de tan solo 21 concejales, convirtiéndose así en el pueblo más fragmentado políticamente de Cataluña. Su gobierno cuatripartito está sumido en la inestabilidad a raíz del escándalo del Texas, que llevó a la oposición a trazar una estrategia para echar a la actual alcaldesa, Aurora Carbonell (ERC), investigada en la presunta trama de corrupción junto a otros concejales que ocuparon su cargo entre 2017 y 2022.
La investigación, iniciada en mayo de 2022, trata de esclarecer si los investigados cometieron delitos de prevaricación, malversación y falsedad documental, entre otros. En concreto, se fiscaliza la actuación del Ayuntamiento de Sitges respecto a la Taula del Tercer Sector Sitges-Garraf, una entidad creada en 2014 por Joan Carles N.F --conocido como el Texas--, empresario de la localidad que también fue arrestado.
Este escándalo ha dejado al ayuntamiento durante dos meses en una situación "insostenible", ya que desde que estalló "la maquinaria municipal" está bloqueada, viéndose afectados los problemas cotidianos de los ciudadanos que no son atajados con la celeridad necesaria. Por ello, los partidos de la oposición se pusieron manos a la obra e iniciaron las conversaciones para impulsar una moción de censura que apease a Carbonell de la alcaldía, si bien optaron por esperar a la celebración del juicio. Pero las cosas han cambiado. Y es que la republicana declarará finalmente el 18 de marzo, un mes y medio después de lo previsto.
No dan los números
Las fuentes consultadas por este medio aseguran que las conversaciones para activar una moción de censura no han cesado, pero reconocen que, "hoy por hoy, no dan los números". Para llevarla a cabo necesitan 11 concejales y Junts, PSC y PP solo suman nueve. Así pues, necesitarían que Verds En Comú Podem Sitges -cuyos dos concejales forman parte del gobierno por un acuerdo de última hora- diesen un paso adelante y apoyasen la iniciativa, si bien se han mostrado reticentes en las últimas semanas.
Sin embargo, las mismas voces aseguran que dentro del partido que dirige Jéssica Albiach en Cataluña existe cierta "inquietud", ya que el hecho de que se haya retrasado la comparecencia de Carbonell ante los tribunales no hace más que alargar la agonía de una ciudad que todavía no tiene ni presupuestos para 2024, ya que la oposición no está dispuesta a "negociarlos" hasta que se dilucide la investigación. Estas dudas que los comunes manifiestan en privado podrían ser una ventana de oportunidad para que la oposición redoble esfuerzos en sacar de la alcaldía a Carbonell.
La pelota en el tejado de los Comunes
En este sentido, aseguran que la pelota sigue en el tejado de la líder de ese partido, Carme Gasulla, que debería preguntarse si le interesa afrontar las elecciones europeas del 9 de junio y las próximas autonómicas formando parte de un gobierno "que está bajo la sombra de un caso de corrupción". No obstante, dicen que estarían dispuestos a dar un paso adelante siempre y cuando la vara de mando la tuviesen los socialistas y no la neoconvergente Mònica Gallardo. Esta exigencia complica el puzzle de la moción de censura: ¿Junts está dispuesto a ceder el poder a unos socialistas que obtuvieron menos votos, si bien empataron en el número de concejales?.
Sea como sea, ningún partido espera que la situación cambie hasta la declaración de la alcaldesa, como tampoco cambiará la situación de una ciudad que tiene proyectos pendientes como la municipalización de las guarderías o la escuela de música. Proyectos de ciudad que difícilmente podrán desencallarse si tampoco hay presupuestos. Y las víctimas de esta situación de "parálisis institucional" seguirán siendo los vecinos de Sitges, cuyos intereses se han visto postergados por cálculos personales de dirigentes políticos y un supuesto escándalo de corrupción que afecta a la imagen de la ciudad.