La lengua catalana y las cuestiones identitarias continúan copando buena parte de la agenda, el tiempo y los recursos del Govern de ERC. En plena crisis por la sequía -Cataluña decretará mañana el estado de emegencia por falta de agua en la región-, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, se ha desplazado este miércoles a Bruselas (Bélgica), donde ha participado, junto al lehendakari vasco Iñigo Urkullu (PNV), en un acto de partidos secesionistas en la Eurocámara a favor de la "autodeterminación".

Allí, tanto Aragonès como Urkullu han compartido su anhelo de lograr que el catalán y el vasco sean reconocidos como oficiales en las instituciones de la Unión Europeas, así como su reclamación de mayores competencias autonómicas, entre ellas la de gestionar los PERTEs.

"La amnistía también parecía imposible"

Por lo que respecta a la "autodeterminación", el presidente de la Generalitat y el lehendakari han dado hoy su apoyo a una iniciativa para fomentar el derecho de "autodeterminación" en el seno de la Unión Europea.



"Nos dicen que esto hoy es imposible, pero también nos decían que nunca aceptarían una amnistía que, pese al contexto, avanza y estoy convencido que será aprobada en el marco del Parlamento español", ha manifestado Aragonès, en alusión a la impunidad a los dirigentes del procés acordada con el Gobierno de PSOE y Sumar a cambio del apoyo de ERC a Pedro Sánchez.

"Lo volveremos a hacer"

Tomando la parte por el todo, el mandatario secesionista ha añadido que "los catalanes" siempre han "apostado por la democracia" y por la "voluntad de soberanía". "Lo hicimos el 1 de octubre de 2017 y lo volveremos a hacer hoy", ha añadido Aragonès, presumiendo así del referéndum ilegal y unilateral del 1-O.



Urkullu, por su parte, ha reclamado "un estatus único y singular" para las regiones con idioma propio y más capacidades legislativas. Según él, la propuesta debatida en el acto organizado por el grupo de Los Verdes/Alianza Libre Europea de la Eurocámara es "un buen punto de partida para un debate sosegado".



Dicha iniciativa, presentada el pasado septiembre por siete eurodiputados secesionistas, sugiere que la Unión Europea se convierta en un observador neutral de los procesos de "autodeterminación", que contribuya como mediador independiente en caso de un "conflicto" o que actúe cuando el Estado miembro "esté en riesgo de violar los valores europeos", según ellos.

Ausencia de Puigdemont

Las intervenciones de los presidentes regionales han tenido lugar al término de un debate al que han asistido el eurodiputado corso François Alfonsi, los vascos Pernando Barrena (Bildu) e Izaskun Bilbao (PNV), el irlandés Chris MacManus (Sinn Féin), la bretona Lydie Massard, la gallega Ana Miranda (BNG) y los catalanes Diana Riba (ERC) Jordi Solé (ERC).



También se han acercado al auditorio los europarlamentarios de Junts Toni Comín y Clara Ponsatí, pero no el expresidente de la Generalitat fugado Carles Puigdemont.

Exigen "voz y voto" para las regiones en la UE

Ya por la mañana, Aragonès y Urkullu se reunieron antes de participar en el llamado "caucus por la autodeterminación" en el Parlamento Europeo.

Las cuestiones indentitarias han sido un eje fundamental de su encuentro. Entre ellos, la entrega, por parte de Urkullu, de dicho protocolo para garantizar que las regiones con competencias legislativas y "nacionalidades constitucionales" participen en la toma de decisiones de la UE.

Costes económicos de la oficialidad del catalán

Ya a última hora, Aragonès y su consellera de Acción Exterior, Meritxell Serret, se han reunido con el vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y responsable del Pacto Verde europeo, Maros Sefcovic, con quien también han hablado sobre la oficialidad del catalán en la UE.

En un comunicado, el Govern asegura haberse puesto a disposición de la CE -que está elaborando informes sobre los costes económicos de la oficialidad del catalán, para "aportar información sobre cualquier aspecto que haga falta".

Sequía y otros temas

Por otra parte, también han hablado de otros temas como la sequía en Cataluña, la supuesta contribución de la Generalitat a los objetivos del Pacto Verde europeo, con la apuesta por el hidrógeno verde, la aprobación de "impuestos que gravan las emisiones de vehículos y las emisiones de grandes barcos contaminantes" o el despliegue de infraestructuras de movilidad sostenible.

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