ERC trata de culpar al Gobierno de la sequía tras las críticas socialistas a Aragonès por inacción

Un problema tan grave y sensible como el de la sequía vuelve a servir de tablero para que ERC, el partido que gobierna en Cataluña, trate de eludir responsabilidades y las traslade al Gobierno central liderado por unos socialistas que se han mostrado especialmente críticos con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, por su falta de acción.

Lo ha hecho a través de un comunicado difundido este domingo en el que ha reclamado a Moncloa acelerar obras prioritarias para afrontar el problema de la sequía y le ha acusado de poner trabas a actuaciones como la ampliación de la desalinizadora de Tordera.

Centrarse en gobernar

La formación republicana ha recordado que tanto PSC como PSOE "prometieran, falsamente, asumir el coste de esta obra" y que ha sido la Generalitat que lidera su dirigente Pere Aragonès, recién proclamado candidato a la reelección, la que ha tenido que asumirlo.

De esta forma, ERC responde 24 horas después a los mensajes lanzados este sábado por el primer secretario del PSC y líder de la oposición en el Parlament, Salvador Illa, quien acusó a Aragonès de centrarse en lo que sucederá en el futuro en vez de en gobernar, "que es lo le toca porque para eso es el presidente".

Cruce de acusaciones

En las últimas semanas, en medio de un extraño clima preelectoral dada la distancia temporal con la fecha teórica de los próximos comicios autonómicos, la sequía ha sido uno de los asuntos que ha acaparado la actualidad política y que ha sido empleado como arma arrojadiza entre el Govern y la oposición. 

En la citada nota, ERC señala que el Estado "ha duplicado los trámites técnicos" para poner en marcha la ampliación de la planta de Tordera "en un contexto de urgencia".

Actos propagandísticos

Además, el diputado autonómico de ERC Eugeni Villalbí ha asegurado que "a algunos les molesta que las instituciones catalanas sí hagan los deberes".

Precisamente, un aspecto que ha sido puesto en duda por la oposición, especialmente por los socialistas catalanes, que han acusado a la Generalitat en numerosas ocasiones de falta de previsión ante lo que se venía encima como consecuencia de la prolongada ausencia de lluvias. 

En medio de este clima de propaganda y mensajes cruzados, la Generalitat celebró a finales de semana un acto para inaugurar una nueva planta en la depuradora de Mataró destinada a regenerar agua residual urbana, que emplea una técnica ya existente en infraestructuras hídricas como la de El Prat y cuya implantación en la comarca del Maresme llega con retraso para afrontar la actual situación de emergencia.